sábado, 28 de julio de 2012

José Ángel Buesa: Carta a usted

José Ángel Buesa
(Cienfuegos, Cuba, 1910 - Sto. Domingo, Rpca. Dominicana, 1982) 

Según dicen ya tiene usted otro amante.
Lástima que la prisa nunca sea elegante.

Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda, sin haber sido esposa.

Y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas, sus goces y su lecho.

Pero el amor señora, cuando llega el olvido,
también tiene el derecho, de un final distinguido.

Perdón... si es que la hiere mi reproche... Perdón
aunque sé que la herida no es en el corazón.

Y para perdonarme... piense si hay más despecho
que en lo que yo le digo, que en lo que usted ha hecho.

Pues sepa que una dama, con la espalda desnuda
sin luto, en una fiesta, puede ser una viuda.

Pero no como tantas de un difunto señor,
sino para ella sola, viuda de un gran amor.

Y nuestro amor recuerdo, fue un amor diferente,
al menos al principio, ya no, naturalmente.

Usted será el crepúsculo a la orilla del mar,
que según quien lo mire será hermoso o vulgar.

Usted será la flor que según quien la corta,
es algo que no muere o algo que no importa.

O acaso cierta noche de amor y de locura
yo viví un ensueño y... usted una aventura.

Si... usted juró cien veces, ser para siempre mía
yo besaba sus labios pero no lo creía.

Usted sabe y perdóneme, que en ese juramento,
influye demasiado la dirección del viento.

Por eso no me extraña que ya tenga otro amante,
a quien quizás, le jure lo mismo, en este instante.

Y como usted señora, ya aprendió a ser infiel,
a mí así de repente, me da pena por él.

Si, es cierto... alguna noche su puerta estuvo abierta
y yo en otra ventana me olvidé de su puerta.

O una tarde de lluevia se iluminó mi vida,
mirándome en los ojos de una desconocida.

Y también es posible, que mi amor indolente
desdeñara su vaso bebiendo en la corriente.

Sin embargo señora... yo con sed o sin sed,
nunca pensaba en otra... si la besaba a usted.

Perdóneme de nuevo si le digo estas cosas;
pero ni los rosales dan solamente rosas.

Y no digo estas cosas, por usted, ni por mí,
sino por... por los amores que terminan así.

Pero vea señora... qué diferencia había;
entre usted que lloraba... y yo que sonreía.

Pues nuestro amor concluye con finales diversos
usted besando a otro... yo escribiendo estos versos.

miércoles, 25 de julio de 2012

San Juan de la Cruz: Otras coplas

San Juan de la Cruz
(Fontiveros, España, 1542 - Úbeda, España, 1591)







Tras de un amoroso lance
y no de esperanza falto
volé tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Para que yo alcance diese
a aqueste lance divino
tanto volar me convino
que de viste me perdiese
y con todo en este trance
en el vuelo quedé falto
más el amor fue tan alto
que le di a la caza alcance.

Cuanto más alto llegaba
de este lance tan subido
tanto más bajo y rendido
y abatido me hallaba
dije: "No habrá quien alcance".
Abatíme tanto tanto
que fui tan alto tan alto
que le di a la caza alcance.

Por una extraña manera
mil vuelo pasé de un vuelo
porque esperanza del cielo
tanto alcanza cuanto espera
esperé solo este lance
y en esperar no fui falto
pero fui tan alto tan alto,
que le di a la caza alcance.

martes, 24 de julio de 2012

Habaneras en Torrevieja



Entrada principal





Banderas de Cuba y España



Coro Corea del Sur











Este año 2012 la gran ganadora ha sido, por habérsele otorgado el primer premio de habaneras, el del público y a la mejor directora, la coral de Corea del Sur. Al coro de Colombia se le ha otorgado el segundo premio de habaneras y al de China le ha correspondido el tercer premio. En Polifonías el primer premio ha sido para Serbia, el segundo para Letonia y el tercero para Lituania. En este certamen la habanera obligatoria fue "Saludo a Cuba".
Desde el siete de agosto de mil novecientos cincuenta y cinco se celebra el concurso de habaneras en Torrevieja (Alicante), evento declarado de Interés Turístico Internacional.
Como género musical fue muy popular en el siglo XIX gracias al compositor vasco Sebastián Yradier (1809-1865), autor de “La Paloma”. Una de sus canciones “El arreglito” inspiró a Bizet su famosa habanera de la ópera Carmen.
El término habanera se suele relacionar, como es lógico, con Cuba, al parecer la contradanza es su origen inmediato, aunque presenta elementos del tango congo, de origen bantú, mezclados con melodías de procedencia hispánica. Un subgénero de ella es el bolero y el danzón. Es de ritmo lento con compás binario. La estructura de las piezas siempre sigue la misma pauta. Lo habitual es que sea cantada. Los músicos Chabrier, Ravel y Debussy compusieron habaneras dando al ritmo binario una sugestiva y preciosa armonía.
Los continuos viajes a La Habana de marineros vascos, torrevejenses, gaditanos, onubenses y muchos más han hecho de ese canto de amores y desamores, una añoranza por la tierra cubana y de sus amores dejados allí.
Fragmentos de habaneras:

  • Es Torrevieja un espejo, donde Cuba se mira…

  • Cuando salí de La Habana, válgame Dios…

  • Petra la mulata que yo, camelaba con sal…

  • Desde que estuve, niña, en La Habana, no se me puede olvidar…

  • Más si con disimulo, sabéis mirar, entre las varillas del abanico veréis la mar...

Un espectáculo digno de verse.



Fotos por Ángeles Alonso

martes, 17 de julio de 2012

La edad de oro de la Alta Costura




Se inicia en España (1917-1980) con Cristóbal Balenciaga y Pedro Rodríguez cuando abrieron casa y taller en San Sebastián y Barcelona respectivamente. Más tarde abrirían sede en Madrid.

Tras la Guerra Civil, en 1940, se creó la Cooperativa de Alta Costura Española entre los que se encontraban el ya mencionado Pedro Rodríguez, Asunción Bastida, Manuel Pertegaz, Santa Eulalia, El Dique Flotante, Argón, La Física, La Innovación, Carmen Mir, Pedro Rovira, Rosser.

La mayoría de las principales casas de alta costura nacieron en Barcelona y luego pusieron casa en Madrid, salvo Elio Berhanyer que hizo el recorrido contrario después de triunfar en la capital.


Todos estos creadores consiguieron que la moda española tuviera denominación de origen y fuera reconocida a nivel internacional. La moda favoreció la industria de complementos, sombreros, zapatos, bolsos, bordados.

En 2012 tuvo lugar esta exposición en la que encontramos piezas de la Casa Sivilla, de Flora Villarreal, Elisa Lacambra, Margarita Nuez, Andrés Andreu, Roberto Dalmau, junto con sombreros de Balenciaga, Pertegaz, Rodríguez, María Estera de Galera, Martí Martí, Badia, Rius de Forns, Elena Katona, Pilar Gabassa, zapatos de Loewe, Durany, Álvarez, Bravo Java y bordados de las empresas de Maes y Luguel.

La colección textil, particular, de Antoni Montpalau, se inició en 2004 en Sabadell con el objeto de recopilar y dar a conocer el complejo mundo del tejido y la indumentaria.


Una exposición preciosa con trajes y complementos creados en el siglo XX y que en el XXI muchos de ellos, se podrían lucir perfectamente, lo que demuestra que la sencillez, el buen gusto y la elegancia, no pasa de moda. 




Licencia Creative Commons
Fotos: Ángeles Alonso

miércoles, 11 de julio de 2012

Una villa romana. Carranque (Toledo)

Carranque se encuentra en la provincia de Toledo a cuarenta y cinco kilómetros de su capital y a la misma distancia de Madrid. En 1983 se encontró un mosaico que dio lugar a unas excavaciones y éstas hallaron un conjunto de monumentos de la Hispania romana.

Estos hallazgos han sido fechados a finales del siglo IV y se cree que pueden estar relacionados con el emperador Teodosio I el Grande, que nació el 11 de enero de 347 en Cauca, actual Coca, en Segovia. Se le confió el gobierno de la parte oriental del imperio romano para más tarde quedar como único emperador. Su reinado fue importante por conseguir la pacificación de la península balcánica y por su posición respecto de la iglesia y del paganismo.
Pero volvamos a Carranque. Mosaico o tesela se le llama a la obra taraceada de piedras, vidrios, baldosas, generalmente de varios colores que forma un dibujo decorativo. Se pueden usar como revestimientos de suelos y también en paredes y techos. Tiene su origen en Grecia pero es en el mundo romano cuando se logra su mayor difusión.

Hay dos variantes en la técnica del mosaico:
Opus tessellatum que son teselas similares, y
Opus sectile  que son las teselas de distintas formas y tamaños.    




Los mosaicos de la casa de Materno y muchas más cosas bien merecen una visita. Las fotos son solo un aperitivo. Acercaos.


Licencia Creative Commons
Fotos por Ángeles Alonso

lunes, 9 de julio de 2012

Amantes de mis cuentos: Esta familia mía

Licencia Creative Commons
Foto por Ángeles Alonso


En mi casa hablan todos a la vez, menos yo. Me miran y se preguntan qué me sucede. Mi hermana sí que habla, ella sí que es de la familia. Comenzó a parlotear con catorce meses y no ha callado. Todos piensan que conmigo se equivocaron en maternidad.

Somos seis, mi padre roza los sesenta y mi madre los cincuenta. Mi hermana tiene veinte; mi abuelo paterno, noventa; mi abuela materna, no sé, nadie ha logrado conocer su edad. Y yo, a punto de salir de la niñez.

Lo de hablar sin parar debe ser genético. Cada día se genera una tertulia a la hora del café, es una forma de hablar porque lo que es café no se toma, beben licor y otras infusiones. Mis amigas no logran captar todas las conversaciones. No se explican cómo mi abuelo oye la radio, ve la televisión y lee el periódico sin que ello le impida mandarme quitar el dedo de la nariz.

Mi padre se preocupa por las finanzas, mi madre siempre pendiente del baño limpio, las camas hechas y el menú del día. Mi abuelo no quiere llevar bastón, dice que ese artilugio es para viejos, mi abuela busca su dentadura postiza, está convencida que se la escondo yo. En cambio, a mi hermana le preocupa la muerte, todas las mañanas nos despierta por temor a que hayamos fallecido durante la noche. Cada vez que visitamos un pueblo se va al cementerio. Le encanta pasear por entre las tumbas. Allí encuentra la paz. Mi madre consiguió quitarle, con mucho esfuerzo, la manía de visitar tanatorios. Dice que será médico forense. Por eso ha llamado tanto la atención que hoy su tema versara sobre la vida al decir:

-Estoy embarazada.

Y por vez primera en la historia de mi familia se hizo el silencio.






Publicado en: 
Futuro imperfecto Colección Nuevos Narradores nº 6, Edición de Clara Obligado, Madrid 2012



Licencia Creative Commons
Esta familia mía por Marieta Alonso

viernes, 6 de julio de 2012

Amantes de mis cuentos: Los Palacios


Pinar del Río (Cuba)
Estoy sentado en el alero de un tejado. Veo dos palomas revoloteando. Son hermosas. Se posan. Caminan… ella delante y el macho detrás siguiendo sus pasos, zureando. Hablan de amor. Caigo en la cuenta de lo solo que me siento a pesar de tantos fantasmas que me rodean.
¡No me diga que usted no cree en los güijes, en las hadas, en los elfos, en los trasgos, en las apariciones! Surgen de nuestros anhelos, sueños, miedos y créame…, existen. Yo soy uno de ellos. Y no piense en mí con benevolencia porque el final nunca está donde uno se lo espera. Ya lo verá.
Si usted me lo permite le puedo contar una parte ¡no se asuste! que no va a ser toda, de la historia de este pueblo y de mi vida cuando tenía los pies en la tierra.
¿Sí?
Allá voy.
En vida tuve la profesión de hatero. Los hatos son porciones de tierra despoblada destinadas a la cría de ganado vacuno, de cerdos. La distribución de estos hatos la efectuaba el Cabildo encargado de conceder la merced, una especie de recompensa a los españoles que nos comprometíamos a internarnos en lo desconocido. Los espacios de tierra que no tenían dueño se llamaban realengos y pertenecían al Rey de España.
Allá por mediados del siglo XVI en el territorio que se halla entre la costa sur y la sierra del Rosario se concedieron cuatro mercedades:
-                    El hato o corral “Sabanas Nuevas” entregado a Pedro Menéndez de Avilés el 27 de junio de 1569. Era un hombre de mal carácter. No tenía amigos. Un solitario. Mira que quise tener amistad con él pero fue imposible.
-                     El corral anegadizo de “Dayaniguas” entregado a Juan Gutiérrez Maribardo el 1 de octubre de 1574. Hombre excepcional. Gran cantidad de amigos. Un jaranero. No había fiesta en la que no estuviera, tocaba la guitarra con gran maestría y bebía mucho mejor.
-                     El hato “El Ciego” o “Sabana del Ciego” otorgado a Juan Sánchez el 27 de abril  de 1590. Ese soy yo. No se puede hacer una idea de lo que pude trabajar para salir adelante. No crean que yo era el dueño y señor de estas tierras, los otros tampoco, éramos los usufructuarios y el derecho a permanecer en estas tierras se basaba en cómo les sacábamos rendimiento. ¡Y oiga que yo no soy ciego! Aún me pregunto a cuento de qué vino ese nombre. Por avatares de la vida, noventa años después, mis heredades se encontraron bajo jurisdicción eclesiástica. Toda mi familia, hermanos, hijos, sobrinos, nietos, han estado siempre en el mismo lugar unas veces trabajando para unos y otras para otros, pocas para ellos. Como soy un hombre puntilloso le digo que no debe confundir sábana con sabana, la primera es la pieza que se pone en la cama ya sea la bajera o la encimera y la segunda es una llanura de gran extensión, sin vegetación arbórea, aunque cubierta de hierba. Dicho esto… soy una buena persona, familiar, siempre haciendo algo, un hombre encantador, en fin... como la recomendación viene de muy cerca no digo más.
-                     Los corrales de “Bacunagua” el de arriba y el de abajo fueron otorgados a Juan Solís el 2 de octubre de 1599. Fue un hombre trabajador como pocos. Siempre dispuesto a ayudar a sus vecinos. El mejor amigo que he tenido en mi vida.

Croquis de Los Palacios 1815
de D. Rolando J. Cordero Alfonso
Lo que es el pueblo no se fundó hasta 1760. Cuatro casas de tablas con techo de guano, varios pozos y una Ermita. Era un terreno baldío lleno de “mocorrero”. Esa piedra, compacta, áspera, porosa, con alto contenido de hierro. El nombre de la piedra viene de “moco de herrero” por su gran semejanza con el sedimento de las fundiciones, pero no piensen que todo era así, también existían bosques de ébano, cedro, caoba. Desde que se concedieron las tierras hasta finales del siglo XVIII la actividad de la zona fue la ganadería.
En esta zona de sotavento los pobladores éramos escasos. Unos pocos colonizadores blancos y algo más de siboneyes. Estos indios no eran tan guerreros como los taínos, aceptaban con mayor facilidad la servidumbre impuesta, con trabajar su conuco, pescar y cazar tenían bastante. Se sentían a gusto con la naturaleza y no tuvieron necesidad de crear una gran cultura, dedicaron todo su tiempo a nacer, crecer y morir. No, no eran muy altos, eran de baja a mediana estatura y totalmente desnudos guardaron una buena relación de equilibrio con cuanto les rodeaba. Entre sus enseres tenían grandes vasijas hechas con caracoles y otros moluscos, también de madera y piedras duras como el basalto rojo y la diorita, desconocían la cerámica y daban más importancia a la pesca que a la recolección, siempre se nutrieron de pescado, jutías, aves, tortugas, reptiles. Para la reserva de alimentos utilizaban la salazón y el ahumado. Recurrían a los pies y a las canoas como medios de transporte. Me imagino que aquellos indios que fueron capaces de crear una cultura mucho más avanzada como los mayas, aztecas e incas pensarían que los siboneyes eran un poco indolentes. Cuestión de criterios.
En 1717 cuando se estableció la Real Factoría de Tabaco en La Habana hubo una reacción enérgica por parte de los tabacaleros habaneros al monopolio estatal. La represión fue de tal envergadura que muchos criollos y canarios huyeron hacia Vuelta Abajo, región donde la autoridad de la Corona apenas existía.
Poco a poco la etapa de pastoreo fue perdiendo importancia ante las siembras de tabaco, caña y otros cultivos. La población comenzó a crecer. Se vincularon a la tierra y gradualmente fueron llegando nuevos pobladores que espantaron la soledad de estas tierras. Ya no eran tantos los animales de cuatro patas. 
Hubo grandes rifirrafes entre los agricultores y los hateros que no querían perder sus vastos territorios. La Iglesia apoyó a los campesinos por lo que no tuvieron nada que hacer los ganaderos.
Con tanto trasiego entre España y América se llevaron productos de esta tierra y se trajeron otros. Así fue cambiando la alimentación de los seres humanos. La papa que hoy desde aquí veo que es la base de la alimentación de millones de personas fue llevada a Europa por los conquistadores españoles como una curiosidad botánica y resultó esencial para matar el hambre. Nadie pensó que este tubérculo que en aquel entonces solo servía de alimento, diera tanto juego a la industria de cosméticos, que se sacara alcohol de ella y hasta que se hiciera papel prensa. El progreso es algo maravilloso y visto desde aquí me siento triste por no poder participar un poco de cada época y eso que no me quejo porque la que me tocó vivir no estuvo mal.  
Traje conmigo para trabajar en el hato a seis de mis hermanos. Uno de ellos acarreó de nuestra aldea semillas de cereza y las sembró detrás del bajareque. Hoy se sabe que el pH de la tierra influye en el grado de acidez o de alcalinidad pero en aquella época no teníamos ni idea. Las cerezas no hubo humano que se las comiera, en cambio, sirvieron de postre al ganado primero y a las gallinas después. No, los animales, no tienen el mismo gusto que los hombres. Nunca he visto huevos con la yema tan roja como aquellos. Un rayo acabó con el cerezo.
Cada uno de nosotros formó su familia, los hijos eran un tesoro, ahora oigo hablar de familia numerosa a lo que para nosotros era lo normal, claro que, toda acción tiene su consecuencia y así el pueblo fue creciendo en espacio y población.
Tengo a mi lado un alma que ha escuchado todo lo que le he dicho a usted y quiere agregar algo de su cosecha. Le dejo con él.

Hoy tomo la palabra porque escribir no puedo. Permítanme presentarme: me llamo Cirilo Villaverde. Según oigo por allá abajo dicen que he sido el único gran mito de la literatura cubana. Me tachan de escritor romántico, costumbrista, antiesclavista. Todo ello porque capté y traspasé al papel los soplos y los trazos populares, los conflictos, las tensiones, su ritmo. Lo describía todo: el campo, el hombre, sus costumbres, sus problemas, la sociedad que vivía con gran boato y la que vivía en la miseria. No crean que solo escribía obra literaria también me adentré en el mundo científico. Usé mis ojos para ver. Alguien llamado Max Henríquez Ureña dijo que mi vida fue mi mejor novela. Y eso que no sabe nada de mi vida después de muerto.
Nací el veintiocho de octubre de mil ochocientos doce en el ingenio Santiago, jurisdicción de San Diego Núñez, en la provincia de Pinar del Río. El mismo año en que Simón Bolívar inicia la campaña liberadora de Venezuela, cuando Napoleón Bonaparte batalla en Rusia y España y cuando en Cádiz surge la primera constitución española. Soy el sexto de diez hermanos. Las primeras letras las aprendí en la parroquia del ingenio donde trabajaban más de trescientos esclavos. Cuando murió mi preceptor, que era el sacristán, mi padre me envió a La Habana con una hermana suya que vivía en una casa destartalada cerca de la esquina de la calle Campanario Viejo y la de Maloja. Entre la escuela, mi tía y mi abuelo se me azuzó la imaginación.
Cuando llegué a La Habana con mi aire de provinciano mi cabeza fue como una esponja. Absorbí todas las contradicciones de una sociedad esclavista. Las ideas de Varela, la poesía de Heredia. Todo influyó en mí. No podía ser de otro modo. Las murallas se abrieron y las zonas de extramuros crecieron en poderío, en las plazas, barrios y calles bullían las personas con esa animación contagiosa propia de nuestro pueblo. Los nuevos ricos se alejaban del centro de la ciudad, llegaron nuevas costumbres de Europa. Los arcos de medio punto cedieron ante los dinteles rectos. Aparecieron los carruajes de lujo, el quitrín competía con las volantas. El hielo se puso de moda al igual que las heladerías en el Paseo del Prado y en el Paseo de Tacón. En 1828 subió el primer globo aerostático mientras en tierra seguían los pregones callejeros y los mendigos congestionaban los atrios de las Iglesias.
Me gradué de Bachiller en Leyes. Trabajé como abogado y en la enseñanza. Escribí en varios periódicos y revistas. Dos mundos en una misma ciudad, el barrio pobre en que vivía con mi tía y el otro donde me llevaba mi vida profesional. No me quedó más remedio que convertirme en un rebelde intelectual.
Mi amistad con Narciso López y las ideas independentistas cubanas me llevaron a la cárcel, pude escapar y crucé el charco. Al llegar a los Estados Unidos de América seguí escribiendo y  fomentando dichos aires. Me convertí en secretario de Narciso y me organicé en el exilio. Nunca fui rico, talvez llegué a ser un pequeño burgués.
Fue en Cuba donde escribí "Cecilia Valdés" o "La Loma del Ángel" que es la novela que me hizo más famoso. Se la dediqué a todas las cubanas. Solo habla de amor… aparentemente. ¡Ya me dirán! Pasó por las manos del censor regio, después por el sotacensor, especie de visir revisor y por último por el Capitán General. Fue casi imposible que por ese tamiz sobrevivieran otras ideas, pero los buenos lectores acostumbran a leer entre líneas. Pinté al negro y al blanco como hombres, al mundo de esos dos colores como fuente de ebullición e intenté no perder el sentido humano, el histórico y surgió esa novela que me ha dado tantas alegrías.
  Otras obras mías son: “La Peña Blanca”, “Dos amores”, “El Guajiro”, “La joven de la flecha de oro”, “Excursión a Vuelta Abajo” en la que hablo de Los Palacios y aquí os cuento lo que escribí:
 “… Poco después de las nueve llegamos al caudaloso río de Macurijes o Los Palacios. Y en la orilla izquierda, sobre una pequeña y chata colina, vimos las casas del pueblo del mismo nombre, en número de treinta o cuarenta, todas grandes, la mayor parte con techo de teja, entre las que sobresalían dos hermosas posadas y la Iglesia que es nueva, y de las más lindas de toda la Vuelta Abajo. Sobre el arco toral, en grandes letras negras leemos el nombre del arquitecto que la dirigió; era francés y se le llamaba Antonio Lacourts. La única calle de la población es tan ancha, que muy bien pueden cruzarla doce carruajes apareados sin rozarse. Al final de ella, hay en medio una gran cruz de madera que parece indicar el punto céntrico o asiento de la hacienda, en cuyos terrenos se ha fundado el pueblo de Los Palacios”.
Iglesia parroquial
Foto blog Historial Palaceño

Éste pueblo puede gustar o no. Respecto a su gente hay que reconocer que tuvo, tiene y tendrá personajes muy pintorescos. Los veo desde aquí. Sus cuentos de aparecidos son famosos en toda la comarca, hablan como eruditos sobre el poder de la mente, sobre los estudios que dicen que sólo se utiliza un diez por ciento de ella. Algunos están convencidos que si se esfuerzan en utilizar más la mente llegarán a comprender las cosas que ocurren en el más acá y que les afecta en el más allá. Y no hay quien les lleve la contraria.
Me llegó la muerte en Nueva York,  el veinticuatro de octubre de mil ochocientos noventa y cuatro, cuatro días antes de cumplir ochenta y dos años y cuatro años antes de que España perdiese sus últimas colonias, pero soy un hombre afortunado porque me llevaron a enterrar  al cementerio de Colón en La Habana.
Miro alrededor y se ha hecho un círculo inmenso de almas que dicen ser de Los Palacios y que quieren aportar su granito de arena. Por hoy es suficiente, les he dicho, pero no pasará mucho tiempo sin que volvamos a conectar con todos ustedes. Un abrazo inmenso desde el más allá a todos los palaceños que están en la tierra.  


Calle Maceo
Foto blog Historial Palaceño







Nota de la autora:
Este cuento se ha nutrido de varias fuentes para los datos, nombres y fechas. Enciclopedias, diccionarios, libros y el magnífico blog titulado “Historial Palaceño” de Osvaldo Gotera, que ha tenido la amabilidad de compartir fotos y croquis. Muchísimas gracias. Cualquier error que pudiera detectarse en este relato es culpa de su autora. Lo demás es pura fantasía.
© Marieta Alonso Más

miércoles, 4 de julio de 2012

La villa de Tiedra Vieja (Valladolid)

El castillo
En la zona norte del Duero, en la meseta septentrional, en la comarca natural de los Montes de Torozos, en el partido judicial de Medina de Rioseco, en la provincia de Valladolid hay un pueblo situado en el mismo borde del páramo que defiende el paso natural hacia Toro y que se llama Tiedra. Para muchos de sus hijos podría ser la capital del mundo.
Situada en los 41º 30’ de latitud norte y los 5º 16’ de longitud  oeste, tiene una altitud media de 823 metros y una superficie de 41,40 kilómetros cuadrados. Sus primeros pobladores fueron los vacceos, mucho más tarde sobre el primer milenio a.C. los romanos la bautizaron con el nombre de Amallóbriga. La villa de Tiedra perteneció al reino de León hasta que fue entregada a Castilla como compensación por el divorcio de Alfonso IX y Dª Berenguela.
Tiedranas con mantilla
Iglesia de El Salvador
Entre las actividades económicas destaca el cultivo de cereales, en especial: cebada. Antiguamente no era así. Allá por 1850 unas tres cuartas partes del terreno estaba sembrado de viñas y solo una cuarta parte era de cereales pero el ataque de filoxera hizo que este pueblo vinícola se convirtiera en cerealista.
En 1950 el entonces Ministro de Agricultura, Sr. Cavestany, promovió la concentración parcelaria, lo que ha dado origen a que las explotaciones agrícolas oscilen entre doce y quince hectáreas. 
Cementerio
Por la villa no pasa ferrocarril, ni carretera importante, ni río pero tiene un Castillo con historia, una Ermita declarada Bien Arqueológico de Interés Cultural, una Plaza Mayor porticada con pilares y columnas, un Ayuntamiento de sillería y ladrillo que data de la segunda mitad del siglo XIX, una Iglesia de El Salvador, gótica del siglo XVI, una Iglesia de San Pedro con espadaña que está cerrada al culto, una Iglesia de San Miguel en ruinas, un Cementerio donde duermen muchos de los emigraron a lejanas y cercanas tierras para luego regresar al terruño que les vio nacer, el Pósito fechado en 1793, las fiestas de las Águedas con sus trajes maravillosos, el Corpus con la subasta de las posturas, el Ofrecimiento con la sopa de los pastores, mantecadas y hojaldres deliciosos y unos pobladores que valen su peso en oro.
Ventana del castillo
 Los orígenes del Castillo se remontan al siglo XI y ocupa una pequeña altiplanicie al sur de la citada localidad. Entre 1050 y 1060 Fernando I divide el reino entre sus cinco hijos. A Sancho II “El Fuerte” le correspondió León y pidió por medio del Cid a Dª Urraca, a la que se le había otorgado Zamora, que le entregara su plaza a cambio de Astorga, Benavente, Villalpando y el nuevo Castillo de Tiedra. Parte de la construcción actual data del siglo XIII. La Torre del Homenaje es de planta cuadrada con veintiocho metros de altura y trece de anchura. Desde 2004 pertenece al Ayuntamiento y Manoli, que es encantadora, lo enseña con sumo placer a todo aquél que quiera visitarlo.

Altar de la Ermita
Se cree que la Ermita se asienta en el lugar donde estuvo el primitivo núcleo de la población. Se llega al templo a través de un zaguán que conduce a un patio porticado donde hubo una hospedería. Es barroca con bóveda de cañón y su interior se divide entre la iglesia y la capilla mayor.

Tiedra castellana. Tiedra acogedora. Gracias por hacer que nos sintamos a gusto cuando nos acercamos a ti.
Licencia Creative Commons
Fotos por Ángeles Alonso

martes, 3 de julio de 2012

Amantes de mis cuentos: Sirenas







Para aprender a rezar no hay como viajar por mar.
Proverbio inglés. 




Estoy desquiciada. Con lo que me ha costado conseguir a mi hombre. Él de nacimiento y como hobby es… el perfecto mujeriego. Como todas tenemos lo mismo, aunque a unas les luce más que a otras, utilicé la inteligencia… y me llevé el gato al agua. 

Le encanta el mar. Tiene una zodiac y vamos de Santa Pola hasta la isla de Tabarca. Nos dicen que con el motor de la zodiac es una locura pero él es así. Un temerario. Me subo al bote con el corazón en la garganta porque soy de secano, ni sé nadar, ni llevar una barca…, el pescado me da alergia.

Durante meses ninguna nube oteó en nuestro horizonte. La soledad de la barca nos unía lo que nunca pude imaginar. Pescaba, se daba un chapuzón y volvía a mí, que permanecía leyendo en aquella chalupa.

Una tarde nos quedamos los dos ensimismados con una puesta de sol maravillosa, las manos unidas, mi cabeza sobre su hombro y de fondo… un canto melodioso. Nos recreamos en el sonido hasta que sentimos un peso en el lateral. Miramos a la vez y nos encontramos con una sonrisa preciosa y un busto de mujer meciéndose entre las olas. Su cola de pez se bamboleaba a un ritmo hipnótico. La melodía seguía acariciando nuestros oídos. Cerré los ojos y los volví a abrir dos veces porque no me creía lo que estaba viendo.  

Lo que es la aparición pasaba de mí. Solo tenía ojos para él y él no apartaba de ella su mirada. Sus ojos le decían lo que nunca me habían dicho a mí.

Aquel ser mágico con su mirada y su sonrisa le prometía un mundo maravilloso. La atracción se hacía patente. Mi hombre se levantó haciendo que la barca se moviera con gran peligro y sin previo aviso se hundió en el Mediterráneo.

Sigo sin reaccionar. La sirena desapareció con él… y yo estoy mar adentro. 




Publicado en: 
Futuro Imperfecto.Colección Nuevos Narradores nº 6.Edición de Clara Obligado.Madrid 2012
Revista Groenlandia nº 16, España, 2013 


© Marieta Alonso Más

domingo, 1 de julio de 2012

El altar de Pérgamo


Escalinata

Basamento y columnata
Lateral izquierdo









A finales del siglo XIX los arqueólogos alemanes, bajo la dirección del profesor Hulmann, realizaron importantes excavaciones arqueológicas y llevaron a Berlín las esculturas del Gran Altar, hoy expuestas en el Pergamon Museum en el Museumsinsel (Isla de los Museos).
 Pérgamo fue una antigua ciudad griega de Asia Menor, situada en la cima de una colina y alrededor de una fortaleza, de la que tomó el nombre, en el lugar donde hoy se encuentra Bergama, a ochenta kilómetros al norte de Esmirna (Izmir), en la actual Turquía.
La ciudad griega alcanzó plena autonomía en el siglo III a.C. En el siglo IV d.C. los romanos la anexionaron al Imperio de Oriente, fue conquistada por los árabes en el siglo VIII, por los francos en el siglo XIII y por los turcos en el siglo XIV. En su esplendor  estaba dotada de un triple cerco de murallas que comprendía el ágora y las casas particulares, la fuente, los gimnasios y los santuarios de Deméter y Hera; en la acrópolis propiamente dicha se hallaba el palacio real, los cuarteles, los almacenes, el teatro, el templo de Atenea, el Gran Altar y el Traianeum.
Lucha de dioses y gigantes
El Gran Altar es una escultura de mármol descomunal rodeada por un friso que muestra a los dioses enfrentándose a los gigantes, creación de una docena de artistas aunque proyectada y dirigida por un solo escultor.
Estaba dedicado a Zeus Sóter (salvador) y Atenea Nikephóros (portadora de victoria) y se construyó entre los años 181 y 156 a.C.
El basamento soporta la columnata jónica que rodeaba el altar.

Friso de Telefo
Tras el altar subiendo unos escalones, se llega al pequeño friso de Telefo que relata la vida del legendario fundador de Pérgamo y es el primer ejemplo de narración continua, con la figura del héroe que se repite en las distintas hazañas en un cuadro único, sin subdivisiones
La escuela pergamena con sus relieves y esculturas influyó profundamente en el arte de la antigüedad.
Una maravilla.




Licencia Creative Commons
Fotos: El altar de Pérgamo por Ángeles Alonso