domingo, 17 de marzo de 2013

Chinchón


Vista de Chinchón

Localidad perteneciente a la comunidad madrileña y a tan solo cuarenta y cuatro kilómetros de Madrid. Se encuentra entre los altos del páramo y las fértiles vegas del Tajuña, cuya condición geográfica propició los asentamientos humanos desde épocas remotas. Los restos más lejanos pertenecen al Neolítico y junto a “El Salitral”, se encontró un poblado posiblemente íbero o celtíbero.  
El castillo renacentista fue levantado en el siglo XV y en 1475 los Reyes Católicos lo cedieron, junto con sus tierras, a los marqueses de Moya, don Ándrés Cabrera y doña Beatriz de Bobadilla, al concederles el señorío del lugar. Chinchón se convirtió en mayorazgo con Juana I en 1505 y Carlos I dio a sus titulares el título de condes en 1520.
Condesa de Chinchón
Goya
El castillo fue residencia de los condes de Chinchón durante doscientos años. Robusto y muy horizontal, su aspecto responde a las características propias de la arquitectura renacentista. Tiene dos cuerpos cuadrangulares imbricados, que forman una planta rectangular, con esquinas rematadas en torres cilíndricas. Está construido en mampostería caliza concertada, con rellenos de argamasa y piedras. Los vanos y molduras están realizados en sillería, salvo la puerta de acceso, levantada parcialmente en sillarejo. En esta se exhibe el blasón de los condes de Chinchón, enmarcado por sillares almohadillados. Pese a las vicisitudes históricas ha llegado a nuestros días y hoy forma parte del Conjunto Histórico-Artístico de Chinchón, desde 1974.
El amplio templo de Nuestra Señora de la Asunción, domina desde un plano superior a la Plaza Mayor. Tras muchos avatares la Iglesia actual es una gran reconstrucción que combina los estilos gótico, plateresco, renacentista y barroco. Cabe destacar el cuadro de Francisco de Goya dedicado a su titular, por encargo de su hermano Camilo, capellán de los Condes. Esto fue en 1812.
Torre de la Iglesia de
Ntra. Sra. de Gracia
La torre del reloj formó parte de la antigua iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, construida en el siglo XV. Fue restaurada mucho tiempo después de que los franceses destruyeran todo el conjunto, pero no así la iglesia. Hay un dicho: “Chinchón tiene una torre sin iglesia y una iglesia sin torre” ya que la contigua y actual iglesia de la Asunción carece de ella.
La Plaza Mayor de Chinchón constituye uno de los ejemplos más característicos en la tipología de plazas porticadas de Castilla y es el corazón de esta Villa, a la que se le otorgó el título de Muy Noble y Muy Leal en reconocimiento a su fidelidad en la guerra de Sucesión.
Tiene forma irregular, con inmuebles de tres plantas que se abren hacia la plaza con galerías adinteladas sobre pies derechos de madera con zapatas y con soportales en la planta baja, donde se conservan numerosas columnas de piedra de orden toscano.
Plaza e Iglesia 
Madoz, en 1847, hace una concisa descripción de la plaza: “…en el centro de la población de figura oblonga y bastante llana, en lo antiguo para evitar la inundación de las aguas que descienden de los cerros que la circundan por el norte, este y sur se construyeron dos grandes alcantarillas subterráneas embovedadas de mampostería por donde se da salida a las aguas sin ser vistas, hasta muy distante de dicha plaza, en esta y en su lado sur y oeste, hay dos soportales con columnas de piedra blanca, sobre las que están fabricadas las casas que sirven de tiendas de comestibles y la de ayuntamiento y carnicería con dos o tres órdenes de balcones o corredores de madera que sirven de vistas para las funciones públicas y corridas de novillos; en el lado del este hay una fuente de agua gruesa con dos abundantes caños que recibe un pilar cuadrado bastante grande para abrevadero de caballerías. Otra también con dos caños y aguas gruesas entre el este y oeste con un lavadero de piedra”.
Entre los edificios que forman la plaza encontramos el del Ayuntamiento, construido en el primer tercio del siglo XVI en el solar de unas casas adquiridas en 1499, a Juan Tinajero, vecino de Illescas. Este edificio presenta además galería en las dos plantas superiores, convertidas así en privilegiados palcos para presenciar los festejos taurinos. La portada de piedra, fue colocada en 1863, fecha que aparece en su clave.
El antiguo Concejo de Chinchón se reunía a toque de campana en el pórtico de la Iglesia de Santa María de Gracia, debajo de un álamo.  
 Bajo los soportales de esta plaza se venden los famosos ajos y el anís de Chinchón.
El ajo de Chinchón es blanco, de cabeza mediana, compuesta por apretados dientes que son largos, estrechos y rosáceos, de textura firme. Su sabor es fuerte y picante. Se recoge en verano y se siembra entre noviembre y diciembre. Tiene la virtud de convertir un huevo frito en un plato especial.
El anís de Chinchón con olor y sabor limpio, intenso y franco a anís destilado, puede ser:
- Dulce, con una graduación del 35%, ideal para cocinar. Cálido y dulce al paladar.
- Seco, con una graduación del 43%, sin azúcar.
- Seco especial, con una graduación 74%, sin azúcar.
El primer convento de los Agustinos Calzados fue fundado a finales del siglo XV, por los primeros condes de Chinchón, tras diversos usos, actualmente alberga el Parador Nacional de Turismo.
El convento de las Clarisas fue fundado en 1653 por el V conde de Chinchón.
Chinchón ha sido escenario de numerosas películas. En 1955 se rodó “La vuelta al mundo en ochenta días” con David Niven, Mario Moreno “Cantinflas”, Shirley MacLaine, entre otros muchos. A Cantinflas en el ruedo le acompañó Luis Miguel Dominguín. Fue bien recibida por la crítica recibiendo cinco premios Óscar, incluyendo mejor película y dos Globos de Oro. Aún se recuerda con orgullo la participación de muchos  chinchonetes como extras, que en aquellos años difíciles fue un pellizco para su economía. Hay quien pudo comprarse el ajuar de novia gracias a su participación en esta película.
El actor José Sacristán nació en la plazuela del Pozo en Chinchón, en 1937. Trabajó en el Teatro Lope de Vega de esta Villa en la obra de Adolfo Marsillac “Yo me bajo en la próxima ¿y usted?”. Entre otros muchos galardones, en 2012 obtiene su primer Premio Goya por su papel en la película “El muerto y ser feliz” de Javier Rebollo, por la que también recibe su segunda Concha de Plata en San Sebastián.
Teatro Lope de Vega
El teatro Lope de Vega fue construido por la Sociedad de Cosecheros en 1891. En este Palacio escribió y firmó la comedia “El Blasón de los Chaves de Villalba” el insigne autor, de ahí su nombre. Tiene un aforo para cuatrocientas personas.
Chinchón mantiene vivas sus tradiciones. En Semana Santa más de doscientos cuarenta vecinos intervienen en La Pasión, el Sábado Santo; con gran entusiasmo. Soy testigo de que, Simón de Cirene que fue, según los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, la persona que ayudó a Jesús a llevar su cruz hasta el Gólgota, donde luego sería crucificado, es un vecino de Chinchón que desde comienzos de enero se deja la barba crecer para ser cada año quien ayude al Señor. Es una representación dotada de gran sencillez desde sus comienzos, y hoy es, una de las manifestaciones religiosas con más popularidad de toda la comarca.
A finales de marzo o primeros de abril tienen lugar las fiestas del Anís y el Vino. Por esas fechas, arriba o abajo, la Semana Santa. El 25 de julio se celebra el primer encierro del año. Del 12 al 18 de agosto las Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora de Gracia y San Roque. En octubre se celebra desde 1923 un Festival Benéfico Taurino, una semana después de este evento se celebran las Fiestas del Ajo. Y muchas más pues si le atrae la gastronomía, saldrá pero que muy satisfecho. 
No hay excusa para no visitar Chinchón. 

Vista de Chinchón

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