lunes, 24 de junio de 2013

David García Martín: La espiral

LA ESPIRAL


Asustada, la frente sudorosa. Frío. Oscuridad. Y la imperiosa sensación de no estar sola.

         Buscó a tientas el interruptor de la lámpara de su mesilla. Extendió nerviosa su mano hacía la hambrienta negrura, palpó a la espera de sentir el tacto de una monstruosidad sin nombre. Pulsó el interruptor y no ocurrió nada. Fue entonces cuando escuchó aquel sonido, como el de un cuerpo pesado arrastrándose por el suelo del pasillo. Después sintió el olor. Nauseabundo. Corrupto. Mortal.

         Una silueta oscura y malformada apareció en el umbral del cuarto. Por fortuna, la mujer no alcanzaba a verla con claridad. Temblorosa, se parapetó tras las sábanas, como si de un inexpugnable bunker se tratara. Y desde allí, comprobó con angustia cómo la silueta se acercaba a los pies de su cama.

         Un grito de pánico surgió de su garganta. Sentándose en la cama con rapidez, la mujer se despertó. No había sido más que un mal sueño.

         En ese instante un escalofrío recorrió su cuerpo. En el pasillo algo había comenzado a arrastrarse…



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2 comentarios:

  1. Qué bueno!!!
    La recreación de la atmósfera está muy bien. He olido, sentido, oído arrastrarse al monstruo o... tan solo era mi imaginación???

    Enhorabuena a David y muchas gracias a Marieta por acercarnos a otro tipo de relatos.

    Carmen Dorado

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  2. Yo... ¿que queréis que os diga?, que llevo muchos años leyendo lo que David escribía en cualquier papel que caía en sus manos. Adelante peque, sigue con ello con la misma ilusión que pones siempre en todo.
    Y a ti Marieta, gracias, gracias, gracias por todo.

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