domingo, 28 de abril de 2013

Presentación de ¿Habla usted cubano? por Clara Obligado

Clara Obligado
Escritora
Ganadora premio Setenil 2012




A mí me toca oficiar, no de madrina, que también podría ser, sino más bien de abuela de la creatura. O sea, hoy tomo, aquí, frente a todos vosotros para que haya testigos presenciales, y si ella me lo permite, el papel de abuela de Marieta, y con muchísimo gusto, porque esto de ser abuela es como una maternidad diferida donde uno ya no tiene que cuidar de nadie, sino que aprovecha para consentir al recién nacido que, por cierto, va vestido de rosa. Mi nieto de hoy, o mi nieta, es este libro, y es mi primogénito, o como se diga esto en el caso de los abuelos, en el sentido de que es el primero de una colección que esperamos con Camila posiblemente durante nueve meses, y algunos años más. 

Así es como me siento cada vez que presento un libro de algún participante del taller que, con el paso del tiempo, cada vez son más, y cada vez mejores. Digo que me siento como la abuela de la creatura porque hay algo de escritura diferida, cuando uno acompaña durante años la producción de alguien como Marieta Alonso. 

Recuerdo perfectamente que ella, para apuntarse al taller, tenía que compatibilizar sus horarios con un curso de marquetería. Me cayó muy bien, cosa que creo que nos pasa a todos cuando la conocemos, pero también pensé que alguien que tenía la paciencia suficiente como para trabajar con tanta delicadeza la madera, bien podía dedicarse a la escritura. Y, finalmente, como en el juego de “piedra papel o tijera”, el papel le ganó a la madera. 

La escritura es un arte, pero también es una artesanía. Hay que dedicarle horas, paciencia, atravesar ese duro límite entre el error y el acierto sin perder nunca la esperanza de que ese texto, que por momentos detestamos, en algún momento quedará bien. Digamos que, como la marquetería, o cualquier otro oficio, la escritura es una actividad para gente con imaginación, pero, también, y básicamente, con voluntad y paciencia. 


¿Se trata solamente de eso? ¿nada más? ¿voluntad y paciencia? ¿eso es todo en el arte? ¿Eso es todo en la literatura? No, no es todo, pero sí que lo es en una gran parte. En la escritura, como en tantas otras cosas en la vida, no valen solamente las buenas ideas, que llamaremos “talento”. Sí, está bien, algo de eso hay. Pero hay que tener la paciencia del que dibuja filigranas para construir un texto. Es decir, para que una idea, idea divertida, original o interesante, pero también difusa, se convierta en un texto que merezca la pena ser leído. Hace falta mucho trabajo para que lo que pensamos concuerde con lo que sentimos y escribimos. 

Marieta tenía, pues, esa dote que otorga al artesano la modestia suficiente como para insistir en un trazo o en una frase y, a la vez, tenía la soberbia indispensable para sostener este oficio nuestro, sintiendo que vale la pena, pese a todo, claro que vale la pena seguir escribiendo. Escribir es crear de la nada un mundo de palabras, como si fuéramos dioses, es llenar la famosa página en blanco de imágenes que compiten con la realidad, pero también ser un modesto obrero de la palabra, un artesano capaz de demoler, romper, tachar. 

Y, de esa demolición y reconstrucción que a veces puede ser casi infinita salen los verdaderos escritores, los que cruzan la peligrosa frontera, la línea de fuego que hay entre el glorioso deseo de expresarnos y el modesto trabajo sobre el idioma, entre el texto que se guarda en un cajón y el que, en una tarde como la de hoy, rodeado por sus amigos y futuros lectores, se convierte en libro. De eso creo que Marieta sabe mucho, sabe de qué estoy hablando porque se ha entregado, desde el principio, a una escritura. Una escritura consciente y afilada, pero a la vez con humor y una buena dosis de sentido del absurdo. Una escritura que refleja, y la comprendo muy bien, el dolor y la aventura de cambiar de país, pero también a los aspectos soleados de la aventura de reinventarse en tierra ajena. 

Vale la pena leer Habla usted cubano, vale la pena hacer una pausa en nuestras jornadas atiborradas de otras cosas. Vale la pena hacer una pausa para digerir una de estas píldoras de humor y dolor, vale la pena esta pausa kit-kat que habla de la alegría de vivir, pero también del dolor de la existencia. De lo cotidiano, pero también de absurdo mágico que esconde que esconde la rutina. 

Y una recomendación: no se dejen engañar por la aparente sencillez de la autora, no se dejen engañar por su dulzura o su sonrisa permanentes. Marieta Alonso esconde entre las páginas de su libro un humor agudo que puede estallar como una bomba de relojería. O también podríamos decirlo al revés: un dolor que, por el arte mágico de la escritura, se convierte en carcajada. Y pongámonos filosóficos durante un segundo, si se nos permite, ya tomaremos un ron para brindar: no es fácil reírse del dolor, no es nada fácil, y la autora lo logra. 

Marieta se ha convertido, en algún punto, en ese pez volador que, siempre anfibio, comprende el dolor del desterrado y saca del mismo dolor una creatividad que siempre es una balsa, que siempre es un milagro. Como bien ha dicho Camila, escribir es vivir en un medio adverso y para nadar en esas aguas turbulentas se necesitan personas con agallas. 

Por todo esto, y muchas cosas más, quiero celebrar con vosotros los cuentos de Marieta Alonso Más y recomendar su lectura. 

Decía también Camila, la editora de la colección, que “coito” quiere decir, en griego, “cama, lecho”. Pues miren Uds., a mi edad me doy cuenta de que todavía me quedan cosas que aprender sobre el sexo, porque yo creía que coito quería decir simplemente eso, coito. Aprovechemos esa transmigración de las palabras, o esa apertura del sentido, para dar un tono erótico rosa fuerte, como la portada del libro, a mi intervención, que ahora, aunque mi hija esté presente, toma un giro erótico incumbe tanto a la escritura como a nuestra autora. Como bien he demostrado al comienzo de mi exposición Marieta Alonso Más es mi nieta. Como tal, podemos pensar que es una jovencita que, con los buenos consejos de su abuela y del resto de su familia literaria (o sea, de su grupo del taller), pierde hoy, públicamente, la virginidad. Esto consuela, porque nos hace pensar que no hay edad ni para el sexo, para ampliar los conocimientos, ni para la buena literatura. 


Es decir, Marieta pierde hoy, y en público, una virginidad literaria. Y si bien es cierto que el sexo nos modifica, también lo es que pocas cosas pueden cambiarnos tanto como publicar un primer libro. Oficialmente, en este momento se convierte en escritora. Es un honor para mi acompañarla en este rito de pasaje y le deseo, nos deseo, muchos libros, brindis y encuentros más. 





Clara Obligado. 


Presentación de ¿Habla usted cubano? por Camila Paz Obligado

Camila Paz
Editora


Colección El pez volador


Se supone que me toca hablaros hoy de mi papel como editora de ¿Habla usted cubano?, el primer libro de cuentos de Marieta Alonso Más, y también primer libro de la colección El pez volador. 

Pero como sé que habéis asistido ya a muchas presentaciones de libros y conocéis esta tarea (leer, releer, seleccionar, cortar, corregir, presupuestar, volver a leer, de nuevo releer para cambiarlo todo de lugar) me ha parecido mucho más apropiado hablaros hoy de zoología. 

Porque todo esto (la colección, el primer libro, la primera autora, esta presentación) empezó cuando “un pez volador saltó por encima de su brazo”, como dice Hipólito Navarro en su famoso cuento; todo empieza con este pez que salta hoy por encima de todos nosotros. “Un pez volador saltó por encima de su brazo”, del de Marieta Alonso, me imagino, del de Carmen Dorado, a punto de sacar también su libro, y cuando se coló en el barco, que es una bañera en el cuento de Poli, la navegación por el mundo de la escritura ya no pudo ser igual. No, no con un pez que agita sus alas en el regazo de quien se esfuerza en escribir, las cosas ya no se ven de la misma forma, porque si un pez puede volar, ¿qué no puedo hacer yo, autor esforzado que busca y rebusca en sus cuentos, que hace, deshace, debate, que es criticado en taller, que admira a otros autores, que trabaja con esmero y un día encuentra, por fin, su voz? 

Vuelvo a la zoología. El pez volador, dice la ciencia, pertenece a la familia de los exocétidos. Si hacemos un poco de etimología (y como estudié griego es algo que me cuesta evitar), sabremos que .. .. .. significa “fuera” y .. .. .. .. .. .. /cetos “cama, lecho”. Ah, entonces un pez volador es el que tiene su cama fuera, el que elige arroparse de estrellas aunque vararse en la noche pueda costarle la vida. ¿Por qué? Porque el océano ya no es suficiente para ellos, necesita conocer qué pasa fuera, qué ofrecen otros mundos. 



El pez volador tiene forma de torpedo, una cola ahorquillada de corte irregular y cuatro, sí, cuatro alas que le permiten sobrevolar la superficie. Y así es la “Colección El pez volador”, del Taller de Escritura de Clara Obligado, que hoy inauguramos aquí. Está llena de autores que agitan sus alas, cuatro, ocho, dieciséis, treinta y dos, y quieren salir a ver el cielo, una bandada de peces escritores en busca del libro que los saque a cubierta (en todos los sentidos), que los mantenga a flote en un vuelo corto porque, 
ya lo sabéis, la literatura está aquí para salvarnos. 

El primer pez aletea aquí en la mesa, ve luces en el cielo y sale a su encuentro, no sabe qué le espera pero el impulso es tan fuerte que ya sólo puede salir y trabajar para que el viaje sea largo, a pesar de los obstáculos. 

Alzamos hoy el vuelo gracias a muchas personas con agallas. 

Hipólito Navarro nos ha dado la bendición como maestro cuentista y nos ha regalado tu frase y con ella todo un significado. 

Marieta Alonso y Carmen Dorado han agitado las aguas y se han apoyado en nosotras para el despegue. 

Myriam Cea ha diseñado con la implicación propia de quien ama su profesión la forma de nuestro viaje, ha cuidado cada detalle, cada escama, para surcar los aires con el mejor equipamiento. 

Clara Obligado no deja de tener ideas felices, pues no para de trabajar por y para la literatura, para la suya y para la de los demás, y el resultado es excelente (aunque qué voy a decir yo), como se puede comprobar en sus libros y en los que apoya desde su convencimiento de que en la buena literatura encontrará la verdad. 

Tres rosas amarillas nos da el mejor cobijo, tiene un pez volador en el techo y una palmera, y un millón de cuentos para ofrecer. Qué más se puede pedir. 

Queda claro que El pez volador es un bicho especial. Hace algún tiempo estuvo protegido, no hay muchos en el mundo. Por eso, los ejemplares de ¿Habla usted cubano? y todos los que vendrán están numerados y firmados, todos y cada uno de ellos. 



Hay pocos, señores, y los traigo fresquitos, no los dejen escapar que vuelan, me los quitan de las manos, compren libros y disfruten de la mejor literatura. 




sábado, 27 de abril de 2013

Martin Luther King, Jr.: Tengo un sueño

Martin Luther King Jr.





Discurso leído en las gradas del Lincoln Memorial durante la histórica Marcha sobre Washington.





Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.

Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.

Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.

También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.

Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.

1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirán contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia.

Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.

Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"

Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".

Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.

Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.

Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".

Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".

Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.

Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.

Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.

¡Hoy tengo un sueño!

Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.

Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.

Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a ti te canto. Tierra de libertad donde mis antecesores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.

Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".

Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"



Washington, D.C.
28 de agosto de 1963

miércoles, 24 de abril de 2013

Max Ehrmann: Desiderata



Max Ehrmann
(Indiana USA, 1872-1945)



“Ve plácidamente entre el ruido y la prisa, recuerda que la paz puede estar en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate por ser amigo de todos. Di tu verdad, quietamente, claramente. Escucha a los otros aunque sean torpes e ignorantes; cada uno de ellos tiene también una vida que contar.

Evita a los ruidosos y agresivos porque ellos denigran el espíritu. Si te comparas con los otros puedes convertirte en una persona vana y amargada; siempre habrá cerca de ti alguien mejor o peor que tú.

Alégrate tanto de tus realizaciones como de tus proyectos. Ama tu trabajo aunque sea humilde, es el tesoro de tu vida. Sé prudente en tus negocios, porque en el mundo abundan las gentes sin escrúpulos. Pero que esta convicción no te impida reconocer la virtud; hay muchas personas que luchan por hermosos ideales y, dondequiera que mires, la vida está llena de heroísmo.

Sé tú mismo. Sobre todo, no pretendas disimular tus inclinaciones. No seas cínico en el amor, porque cuando aparecen la aridez y el desencanto en el rostro, se convierten en algo tan perenne como la hierba.

Acepta con serenidad el consejo de los años y renuncia sin reservas a los dones de la juventud. Fortalece tu espíritu para que no te destruyan inesperadas desgracias. Pero no te crees falsos infortunios.

Muchas veces el miedo es producto de la fatiga y la soledad. Sin olvidar una justa disciplina, sé benigno contigo mismo.

No eres más que una criatura en el Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a estar aquí. Y, si no tienes ninguna duda, el Mundo se desplegará ante ti.

Vive en paz con Dios, lo imagines como lo imagines; sin olvidar tus trabajos y aspiraciones, mantente en paz con tu alma, en la bulliciosa confusión de la vida.

Pese a sus falsedades, penosas luchas y sueños arruinados, la Tierra sigue siendo hermosa. Sé cuidadoso. Lucha por ser feliz”.




Desiderata en latín “cosas deseadas”, plural de desiderátum. 
Poema sobre la búsqueda de la felicidad en la vida.

domingo, 21 de abril de 2013

Video ¿Habla usted cubano? nº 1






Un retazo de la presentación de 
¿Habla usted cubano?

19 de abril de 2013




Pincha en este enlace: 

Video ¿Habla usted cubano? nº 1 





Charlando con amigos




Presentación del libro ¿Habla usted cubano?
Librería Tres Rosas Amarillas
Marieta Alonso Más
19 de abril de 2013




Gracias, muchas gracias, muchísimas gracias a cada uno de vosotros por estar aquí, por vuestro cariño, por vuestro apoyo.

Gracias José Luis por abrir tu librería de par en par, en esta ocasión tan especial. Y por haberme dado todo tipo de facilidades, por teléfono, y sin conocerme. Eso será difícil de olvidar.
Camila Paz

Gracias Camila por ser mi editora, por guiarme en esta aventura literaria, por las palabras que acabas de pronunciar. Yo no sé cómo serán otras editoras, no conozco a ninguna, pero lo que sí sé es que he trabajado muy a gusto contigo. No cambies. Hay mucho bueno en ti.
Clara Obligado

Gracias Clara por lo que acabas de decir, gracias por haberme apoyado en este reto, por tus enseñanzas, por tu amistad. En clase cuando te desesperas porque hablamos demasiado y todos a la vez, cuando guillotinas nuestras obras maestras, cuando tu cara refleja un instinto asesino porque no te dejamos continuar con tu disertación, pienso que eres el máximo exponente de esas personas que son capaces de comer la azúcar cruda, y el agua sin masticar. Lo que quiere decir que tras esa coraza hay un gran corazón.    

Por ahí está mi hermana a quien quiero agradecerle de forma muy especial, que en mi vida diaria… haya tanto espacio para la escritura.

Llevo toda la jornada con mis padres en la mente. Mi amor a los libros, a las palabras, es cosa de ellos. Os voy a contar algo: En época de exámenes, siempre le pedía a mi madre que rezara por mí. Y cuando comenzaba la prueba, me inundaba una paz, que en aquel instante yo sabía  que  ya estaba a la tarea.  Y hace… un periquete, que siento aquélla paz, así que ya sé lo que ella está haciendo en estos momentos.

Mi primera experiencia literaria fue una carta de pésame a mi maestra cuando tenía siete años. Me pilló una falta de ortografía pero me dijo que le había llegado al corazón. Y aquello me gustó.

Sin ninguna objeción por mi parte fui creciendo y comprendí que la vida es cuento, aunque Calderón de la Barca insiste en que es sueño. Aprendí con los años que la risa es capaz de ocultar muchas cosas, que el humor genera tolerancia y que la ironía ayuda a sobrevivir.

Pretendo que eso se refleje en mis relatos. Me gustaría que al leerlos, primero, os divirtieseis, luego que no os quedéis solo con lo anecdótico, porque todos van un poco más allá, más allá de lo evidente. Pensad, por ejemplo, en los esfuerzos que tiene que hacer una persona por ser discreta cuando no le nace serlo, o en las ansias de superación de un fontanero al que Borges se le hace un mundo, en las cosas que hay que hacer para conservar un amigo que piensa diferente, en cómo se te queda el ánimo cuando el amor huye de ti. Os propongo que intentéis buscar el lado oculto de las historias, que si la luna lo tiene, mis cuentos también.

Son pocas las cosas que en esta vida uno elige y no siempre suceden cuándo uno quiere, ni cómo uno quiere.
Los Palacios. 
Avenida 23 y la calle 24
Foto tomada del blog "Historial Palaceño
de Osvaldo Gotera


Hace muchos, muchos años, nací en una isla llena de palmeras, en la provincia del mejor tabaco y en un pueblo llamado Los Palacios. Es verdad que hoy sus casas, no merecen tanto eufemismo, pero es el pueblo más alegre y acogedor del mundo. 


Los Palacios. Calle 24
Foto tomada del blog de Enrique Cerro
En él pasé mis primeros veinte años, pero un día de invierno, me despedí de mis padres, de sus calles, de mis libros, de su río, de mis amigos, de su estación de ferrocarril y salí de La Habana para  aterrizar en Madrid. Aquí me esperaban tíos y primos que me acogieron en mi desarraigo. Y me sentí querida.
    
Salí en busca de trabajo y lo encontré. Eran otros tiempos. Entre trabajos y estudios, fueron llegando amigos. Una gran mayoría hoy están aquí, a mi lado, muchos otros se han ido muy lejos a nuevas tierras, nuevos horizontes y  otros quedaron en el camino. Así fueron transcurriendo los años con nacimientos, bautizos, comuniones, reencuentros, amores, bodas, enfermedades, muertes. La vida.

Una tarde oí a un desconocido hablar de un Taller de Escritura y como es mi costumbre la de entablar conversación con quienes están en una parada de autobús, en el parque, en el metro, en la calle, en el trabajo, en el mercado…, oí comentar sobre unos cursos que impartía Clara Obligado. Y desde 2007 asisto a sus clases.

El pasado año, en verano, de madrugada, de pronto, sin previo aviso, me entró una comezón, un gusanillo, un no sé qué, un quiero publicar. Tan fuerte fue mi deseo, que llegué a pensar que estaba paranoica. Pero aquel trastorno encontró eco, junto al mar, en una compañera del Taller que dijo: 

-  Yo también quiero publicar.
Marieta y Carmen Dorado

Y razoné de esta manera: si otra persona puede estar tan loca como para desear lo mismo que yo, es que el proyecto es realizable.

Entonces fue cuando las dos nos pusimos manos a la obra. El resultado ha sido que hoy esté aquí con mi primer libro y muy pronto, Carmen Dorado, presentará el suyo. Está por ahí, escondida entre vosotros…

Estoy pensando qué decir sobre ¿Habla usted cubano? Creo que me voy a decantar por lo obvio. Es pequeño, manejable, apto para todo momento y para cualquier persona: las alegres, las tristes, las dinámicas, las flojas. Es liviano y fácil de transportar. Ideal para cuando nos recostamos en el sofá del salón o para abrirlo sentada en el autobús, en la cama, en una canoa bajando unos rápidos, en un globo aerostático. En momentos íntimos podéis dejarlo en la mesilla de noche. Su tono rosa combina con cualquier vestuario, y para los que les va una estética más contundente: el cuchillo.

Hoy es un día importante para mí. Me estreno como escritora. También para vosotros que os estrenáis como mis lectores.

¡Que disfrutéis al encontraros con mis historias!

Gracias de nuevo por estar aquí, arropándome, oyendo con estoicismo esta parrafada. Pero ante todo, gracias por vuestra amistad.







viernes, 19 de abril de 2013

¿Habla usted cubano?



Clara Obligado Escritura Creativa
Bucea con nosotros en la buena literatura
y súmate al proyecto editorial.
Hoy, nuestro primer libro, 
"Habla usted cubano?, 
de Marieta Alonso.



Más información en:
www.talleresdeescrituracreativa.blogspot.com





La ballena y yo 
no dábamos abasto
para sorber todas las letras.
Mientras tanto la monstruosa ola 
se acercaba.
Y sin pensarlo, alegremente,
nos zambullimos en ella. 




Nos vemos hoy.

¿Habla usted cubano?



Escritura Creativa
Clara Obligado 
Solo para nadadores creativos. 
Asómate a nuestro proyecto de edición  
"El pez volador" 
con Marieta Alonso como primera figura.





Más información en:
www.talleresdeescrituracreativa.blogspot.com




Creí que un pez volador 
venía detrás salpicándome
con su aleteo,
pero resultó que...




Os espero esta noche.

Mi primer libro ¿Habla usted cubano?

Invitación
Diseño: Myriam Cea


Bando literario nº 4


Por fin ha llegado el gran día.

Hoy  será la presentación.

Recuerden que se celebra en la Librería Tres Rosas Amarillas, calle San Vicente Ferrer, nº 34 en Madrid, a las 20:00 horas.


Os espero

Marieta

jueves, 18 de abril de 2013

¿Habla usted cubano?


Clara Obligado Escritura Creativa
Nos lanzamos al mar. 
Asómate a nuestro proyecto editorial "El pez volador". 
Primera nadadora Marieta Alonso Más.


Más información en: www.talleresdeescrituracreativa.blogspot.com




La temperatura del agua ideal. Los peces revolotean a mi alrededor. 
Se oye el cántico de las sirenas y el murmullo de las olas. 
¡Huuummm, huummm, huuummm!!! 
¡Glu, Glu, Glu, Glu, Glu!!! 
¡Huy!!!! 
Regresé. 


¡Os espero mañana!


Jorge Luis Borges: La lluvia


Jorge Luis Borges
(Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986)






Bruscamente la tarde se ha aclarado 

porque ya cae la lluvia minuciosa. 

Cae o cayó. La lluvia es una cosa 

que sin duda sucede en el pasado. 

Quien la oye caer ha recobrado 
el tiempo en que la suerte venturosa 
le reveló una flor llamada rosa 
y el curioso color del colorado. 

Esta lluvia que ciega los cristales 
alegrará en perdidos arrabales 
las negras uvas de una parra en cierto

patio que ya no existe. La mojada 

tarde me trae la voz, la voz deseada, 

de mi padre que vuelve y que no ha muerto.

miércoles, 17 de abril de 2013

Mi primer libro: ¿Habla usted cubano?

Invitación
Diseño: Myriam Cea


Bando literario nº 3

 Tengo una duda existencial. No sé si sabéis que el próximo día 19 de abril de 2013, tenéis una cita conmigo.

Es en la Librería Tres Rosas Amarillas, calle San Vicente Ferrer, nº 34 en Madrid, a las 20:00 horas.

Os espero.


Marieta



Se ruega confirmar asistencia.
Es que necesito saber si llevo una o dos bolsas de chicharritas de plátano.


martes, 16 de abril de 2013

José Martí: Cultivo una rosa blanca

José Martí
(La Habana, 1853 - Dos Ríos 1895)

Cultivo una rosa blanca

en junio como en enero

para el amigo sincero

que me da su mano franca.


Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo una rosa blanca






lunes, 15 de abril de 2013

Mi primer libro: ¿Habla usted cubano?

Invitación
Diseño: Myriam Cea


Bando literario nº 2



Para aquellos despistados, los de aquí, allá, allí, acá, acullá, que aún no se han enterado, les comunico que el próximo día 19 de abril de 2013, será la presentación de mi primer libro de cuentos para adultos.


Tendrá lugar en la Librería Tres Rosas Amarillas, calle San Vicente Ferrer, nº 34 en Madrid, a las 20:00 horas.


Anotadlo en vuestra agenda.


Os espero

Marieta


Se ruega confirmar asistencia.
Es que quiero saber si debo llevar media 
o una botella de ron.