domingo, 26 de mayo de 2013

Feria del Libro 2013

Parque de "El Retiro" Madrid




Feria del Libro
 2013

Sabed queridos amigos, que  por el hablar de mi boca os insto y convido a que os acerquéis, el sábado día 1º de junio de 2013 a la Feria del Libro de Madrid, predio del Parque de El Retiro, caseta Nº 84 de la Librería “Tres Rosas Amarillas”.

Primer otrosí, digo: Que vuesas mercedes podréis encontrarme firmando entre las 11:00 y las 14:00 horas. Si no en la caseta, en los alrededores. El libro que tendré el placer de firmar se titula… ¿Habla usted cubano? Muchos de vosotros ya lo tenéis pero eso no obsta para que os dejéis caer por allí.

Segundo otrosí, digo: Que si el tiempo lo permite podríamos comernos un bocata en las mesas que hay a tal fin. No pondré reparos a los que opten por tomar asiento en tierra.

En virtud de lo dicho, mediante ésta, quedáis gentilmente emplazados para tan fausto acontecimiento. Os espero.


Marieta


Foto: Myriam Cea



Librerías donde podréis comprar ¿Habla usted cubano?

Tres Rosas Amarillas
San Vicente Ferrer, nº 34
28004 – Madrid
Teléfono: 915228108

Mujeres &Compañía
La Librería
Calle La Unión, nº 4
28013 - Madrid
Teléfono: 910145344

sábado, 25 de mayo de 2013

¿Habla usted cubano?





Ya puedes adquirirlo en: 

Mujeres & Compañía
La Librería
Calle La Unión, nº 4
28013 Madrid
910145344
info@mujeresycialibreria.net


Mesa de Novedades de la Librería
Interior
Mujeres &Compañía
La Librería

Exterior
Mujeres &Compañía
La Librería

viernes, 24 de mayo de 2013

Paul Marie Verlaine: Llora en mi corazón

Paul Verlaine
(Metz, 1844 - París, 1896)


Il pleut doucement en ville.
Arthur Rimbaud

Il pleure dans mon coeur
Comme il pleut sur la ville;
Quelle est cette langueur
Qui pénètre mon coeur?

Ô bruit doux de la pluie
Par terre et sur les toits!
Pour un coeur qui s'ennuie,
Ô le chant de la pluie!

Il pleure sans raison
Dans ce coeur qui s'écoeure.
Quoi ! nulle trahison?…
Ce deuil est sans raison.

C'est bien la pire peine
De ne savoir pourquoi,
Sans amour et sans haine,
Mon coeur a tant de peine!


Paul Verlaine por Paterne Berrichon


Traducción de Carmen Morales & Claude Dubois
Paul Verlaine, Poemas.
Madrid, Nórdica Libros, 2008.



Llueve suavemente sobre la ciudad... 

Arthur Rimbaud


Llora en mi corazón
como llueve en la ciudad;
¿qué languidez es ésa
que penetra en mi corazón?

¡Oh, ruido suave de la lluvia
en la tierra y en los tejados!
Para un corazón que se aburre
¡el canto de la lluvia!

Llora sin razón
en este corazón que se revuelve.
¡Qué! ¿Ninguna traición?…
Ese luto es sin razón.

¡Es pues la peor pena
no saber por qué,
sin amor y sin odio,
mi corazón siente tanta pena!



martes, 21 de mayo de 2013

Plaza Mayor de Valladolid

Plaza Mayor de Valladolid


El 21 de septiembre de 1561 un incendio asoló la ciudad de Valladolid, destruyendo cuatrocientas cuarenta casas principales, la Plaza Mayor y algunas calles comerciales de su entorno. Dicha plaza con una función eminentemente comercial, se había ido creando a partir de principios del siglo XIII fuera del primitivo recinto amurallado de la villa, por la salida del Póstigo del Trigo. Los distintos gremios se fueron instalando en torno a ella. Fue testigo de ejecuciones, como la de don Álvaro de Luna el día 2 de junio de 1453; de recepciones y homenajes reales, como los ofrecidos al archiduque Don Felipe de Austria y doña Juana, hija de los de los Reyes Católicos, cuando regresaban para ser jurados príncipes el 4 de marzo de 1504 y su proclamación como reyes de Castilla el día 30 de noviembre de 1506. También se corrieron toros y se celebraron fiestas con motivo por el nacimiento de príncipe heredero, el futuro Felipe II, motivo que recoge Goya en su grabado número 10 de su Tauromaquia.
Torre del reloj
Casa consistorial
Valladolid

El maestro Francisco Salamanca fue el encargado de erigir “una muy principal plaça”, donde se construirían las casas del consistorio y se ubicarían de forma ordenada los distintos gremios, oficios y servicios. Fueron varios los artífices que participaron en ella.
Es la primera plaza mayor regular de España, cerrada y con soportales, espacio destinado a ser utilizado como mercado y como escenario de las celebraciones públicas, para lo cual habían sido diseñadas grandes balconadas que facilitaban la visión de los espectáculos. De planta rectangular es una de las más grandes de España, completamente porticada y sus soportales descansan sobre columnas o pilares cuadrados de granito, siendo de tipo abierto, es decir, las calles desembocan en ella sin ningún obstáculo. Nacen desde ella diez calles y callejones. Al principio las viviendas de la plaza tuvieron una altura de tres pisos, siendo la distribución de huecos jerarquizada. La planta primera con balcones, la segunda antepechos y la tercera, ventanas. Esta disposición tiene ecos vitrubianos.
Lápida conmemorativa 

A lo largo de los años fue cambiando hasta hoy en que todos los huecos de los pisos poseen  balcones. Algunas nuevas casas han sobrepasado la altura, distorsionando el conjunto. En el flanco norte se alza la sede del Ayuntamiento. En la denominada acera de San Francisco se encuentra el Teatro Zorrilla, inaugurado en 1884. En el centro de la plaza se halla la estatua del repoblador de la ciudad, el conde Pedro Ansúrez realizada en 1903 por Aurelio Rodríguez-Vicente carretero. El conde viste a la usanza de la época de Alfonso VI, porta espada y escudo. En su mano izquierda sujeta enrollado el documento de fundación de la ciudad mientras que en la derecha sujeta el pendón de Castilla.
Esta Plaza Mayor tiene un lugar destacado en el desarrollo de la Semana Santa vallisoletana pues es el escenario del Sermón de las Siete Palabras que se predica cada año en la mañana del Viernes Santo.
La repercusión del proyecto de esta plaza vallisoletana se extendió durante el siglo XVII, para otras ciudades. En este sentido las plazas mayores de Madrid y Salamanca, que datan de 1617 y 1729 respectivamente presentan, un claro influjo procedente de esta plaza.

Graderío
Procesión del Viernes Santo





Fuentes:
Rincón, Wifredo: Plazas de España. España Calpe, S.A. 1999
Wikipedia, La enciclopedia libre 

sábado, 18 de mayo de 2013

Mahatma Gandhi: El arma de la No-Violencia

Mahatma Gandhi





Hay gente que tiene odio en sus corazones hacia los británicos. Yo he oído a gente decir que estaban disgustados con ellos. La mente de la gente común no diferencia entre un británico y la forma imperialista de su gobierno. Para ellos ambos son lo mismo. Hay gente a la que no le importa la llegada de los japoneses. Para ellos, quizá, significaría un cambio de amos.

Pero esta es una cosa peligrosa. Ustedes deben removerla de sus mentes. Esta es una hora crucial. Si permanecemos quietos y no jugamos nuestra parte, no estaremos en lo cierto.

Si son solamente Gran Bretaña y Estados Unidos quienes luchan en esta guerra, y si nuestro papel es solamente dar ayuda momentánea, sea que la demos voluntariamente o nos la tomen en contra de nuestros deseos, no será una posición muy feliz. Pero podemos mostrar nuestra firmeza y valor solamente cuando esta sea nuestra propia lucha. Entonces cada niño será un valiente. Lograremos nuestra libertad luchando. No caerá del cielo.

Yo sé muy bien que los británicos nos tendrán que dar nuestra libertad cuando hayamos hecho suficientes sacrificios y probado nuestra fuerza. Debemos remover el odio a los británicos de nuestros corazones. Al menos, en mi corazón no hay tal odio. De hecho, yo soy ahora un amigo más grande de los británicos de lo que lo fui nunca.

La razón para esto es que en este momento ellos están en apuros. Mi amistad demanda que yo debo ponerlos al tanto de sus equivocaciones. Como yo no estoy en la posición en que ellos se encuentran, yo estoy en condiciones de señalarles sus equivocaciones.

Yo sé que ellos están al borde del abismo, y que están casi por caer en él. Sin embargo, aún si ellos quieren cortarme las manos, mi amistad demanda que yo debo tratar de empujarlos lejos de tal abismo. Esta es mi pretensión, ante la cual mucha gente puede reír, pero no me importa, yo digo que esta es la verdad.

En el momento en que estoy por lanzar la mayor campaña de mi vida, no puede haber odio hacia los británicos en mi corazón. El pensamiento que, porque ellos están en dificultades, yo debo darles un empujón está totalmente ausente de mi mente. Nunca ha estado allí. Puede ser que, en un momento de enojo, ellos puedan hacer cosas que puedan provocarlos. Sin embargo, ustedes no deber recurrir a la violencia; eso pondría a la no-violencia en la deshonra.

Cuando ocurren tales cosas, ustedes deben asumir que no me encontrarán vivo, dondequiera pueda estar. Su sangre estará sobre vuestra cabeza. Si ustedes no entienden esto, será mejor si rechazan esta resolución. Redundará en vuestro crédito.

¿Cómo puedo culparlos por las cosas que ustedes no son capaces de comprender? Hay un principio en una lucha, que ustedes deben adoptar. No creer nunca, como yo nunca he creído, que los británicos van a caer. Yo no los considero como una nación de cobardes. Yo sé que antes de que ellos acepten la derrota cada alma en Gran Bretaña será sacrificada.

Ellos pueden ser derrotados y pueden dejarlos a ustedes como dejaron a los pueblos de Birmania, Malasia y otros lugares, con la idea de recapturar cuando puedan el territorio perdido. Esa puede ser su estrategia militar. Pero suponiendo que nos dejen, ¿qué nos ocurrirá? En tal caso Japón vendrá aquí.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Nicolás Guillén: Sapito y Sapón

Nicolás Guillén
(Camagüey, Cuba, 1902 – La Habana, Cuba, 1989) 



Sapito y Sapón 

son dos muchachitos 

de buen corazón. 


El uno, bonito, 

el otro, feón; 

el uno, callado, 

el otro, gritón; 

y están con nosotros 

en esta ocasión 

comiendo malanga, 
casabe y lechón.

¿Qué tienes, Sapito, 

que estás tan tristón? 

Madrina, me duele 

la boca, un pulmón, 

la frente, un zapato 

y hasta el pantalón, 

por lo que me gusta 
su prima Asunción. 

(¡Niño!)

¿Y a ti, qué te pasa? 
¿Qué tienes, Sapón? 

Madrina, me duele 

todo el esternón, 

la quinta costilla 

y hasta mi bastón, 

pues sé que a Sapito 

le sobra razón. 


(¡Pero niño!)

Sapito y Sapón 

son dos muchachitos 

de buen corazón.

sábado, 11 de mayo de 2013

Paseos por Madrid: Plaza de Puerta Cerrada

Plaza de Puerta Cerrada
madridfotoafoto.blogspot.com.es


Es una de las zonas madrileñas en las que aún late el casticismo. Aparece en el plano de Texeira con el mismo nombre, en el siglo XVI, como se desprende de un expediente de ensanche de 1538.

La puerta se encontraba siguiendo la línea de la muralla. Las llamadas murallas cristianas de Madrid, nunca tuvieron carácter defensivo sino que fueron meras cercas que delimitaban la entrada de mercancías en la villa. La de Puerta Cerrada era un portillo de la muralla que estuvo abierto muy poco tiempo, ya que estaba en un recoveco en el que se apostaban los salteadores y saqueaban a los mercaderes que entraban y salían, por lo que se cerró debido a su peligrosidad.

En 1510 se mandó que las fraguas estuvieran en Puerta Cerrada, extramuros de la muralla. Fue derribada en 1569, según el cronista López de Hoyos.

Al reconstruirse la puerta se descubrió un viejo escudo en la que había una sierpe o lagartija (poco visible debido al mal estado del escudo), convirtiéndolo algunos heraldistas en el grifo que campea en algunos de los escudos de Madrid. También se descubrieron unas planchas en las que se dice que Madrid había sido fundada por los griegos, aunque solo son suposiciones y no hay nada que lo demuestre.

Antes de llamarse Magerit, la villa se llamó Ursaria, (Tierra de Osos).

Esta plaza se encuentra entre dos calles artesanas (Latoneros y Cuchilleros) y dos casi eclesiásticas, la de la Pasa, con el Palacio Arzobispal y Vicaría, y la del Nuncio, con el Palacio de la Nunciatura. Es irregular en torno a una cruz de piedra. La cruz es el simple adorno de un moderno registro de agua y se colocó en el siglo XIX. La cruz venía de antiguo ya que fue derribada por las masas y vuelta a colocar en varias ocasiones.

Siendo Alcalde de Madrid, Don José Isidro Osorio y Silva-Bazán, Duque de Sesto, y considerado uno de los mejores alcaldes que tuvo la ciudad, dedicó gran parte de su mandato a intentar erradicar la suciedad y malos olores para crear una capital limpia y moderna. Para ello creó los urinarios públicos, cobrando diez céntimos por utilizarlos, cantidad desmesurada para la época, por lo que el pueblo sacó el dicho: “Una gorda por mear ¡Señores qué caro es esto! ¿Qué cobrará por cagar el señor Duque de Sesto?”

También fue el primer alcalde que estableció normas de circulación, cobrando como multa a los que cometían una infracción: ¡dos pesetas!

Actualmente las medianerías de las casas han sido decoradas con varios tipos de pintura por Alberto Corazón. Entre ellas destaca la alegoría: “Fue sobre agua edificada, mis muros de fuego son”.
Alegoría
madridfotoafoto.blogspot.com.es

Clara alusión a que Madrid fue edificado sobre un pantano con estratos de pedernal. Recordemos que en el término municipal de Madrid, dieciséis arroyos desaguan en el Manzanares. En el lugar que actualmente ocupa la plaza se encontraba el punto de inicio del viaje del agua del Alto Abroñigal.

En los números 4 y 6 de la plaza existen diferentes lienzos de muralla, integrados dentro de la estructura de varios inmuebles. Vestigios importantes de la muralla ya que conserva elementos como el adarve y el pretil. También hay restos de un torreón. Ni el lienzo ni la torre son visibles al público.

La zona es deliciosa para tomarse unos vinos y unos buñuelos de bacalao, o lo que apetezca.



Fuentes:
Cabezas, Juan Antonio: Diccionario de Madrid. Compañía Bibliográfica Española, S.A. Madrid 1968
Martín Fernández, Mª Carmen: Invierno 1983/1984. Serie de notas tomadas durante las visitas programadas por la Fundación Villa y Corte. Profesor: Guillermo Fernández Fanjul.

Ramón L. Fernández y Suárez: Tres episodios musicales




Leí el programa de mano según pisaba los escalones del vestíbulo:

TEATRO REAL
27 de noviembre de 1967
Concierto
Orquesta Nacional de España
Director: Rafael Frühbeck de Burgos
Solista: Arthur Rubinstein
I
 Johannes Brahms, Concierto num. 2 en si bemol mayor, Op.83 para piano y orquesta…



Me acerqué al ujier junto a la puerta principal, mostré el billete y tras unos pocos pasos otro mozo uniformado me indicó el asiento y desapareció tras recibir unas monedas. Estaba ausente. Desde hacía unas horas me envolvía la nostalgia, esa especie de gasa incolora que a ratos me distancia del mundo circundante. Miré alrededor. La sala comenzaba a animarse con el murmullo habitual y el destello de las joyas aparentemente heridas por la luz de la gran araña de cristal. Aromas exquisitos. Hombros desnudos dando base a cuellos cincelados que soportan hermosos nudos de negrísimos cabellos. Pierdo el contacto con la realidad… Los aplausos me hacen regresar e imito el gesto. El director saluda al público. El intérprete invitado repetía suavemente el ademán. Silencio. Primeros acordes…
Ando sobre las aguas al ritmo de las olas bajo un hermoso plenilunio que refleja el mar. Solemne avanzar  con rumbo a la apoteosis de las almas. Evasión gloriosa, jubiloso ingreso en dimensiones siderales…Nuevamente los aplausos, de todo punto inoportunos, me hacen regresar. Me sorprendo al experimentar una energía armoniosa que me devuelve al reino de los vivos. Se ha disipado la nostalgia como la niebla matinal es deshecha por la claridad solar. Al segundo movimiento soy un hombre nuevo.



AUDITORIO NACIONAL DE MUSICA (Madrid)
Sábado 27 de abril de 2013
Concierto
Orquesta Nacional de España
NIkolaj Znaider, director
Yefim Bronfman, piano.
I

Richard Strauss                                                          Don Juan, opus 20

                                                                                  Der Rosenkavalier, suite opus 59.
                                                                                  II
Johannes Brahms                                                      Concierto para piano y orquesta núm.2,
                                                                                 En si bemol mayor, opus 83.



Tras tomar asiento leo el programa y me dispongo para unirme mentalmente a este homenaje que el director rinde hoy al tardo-romanticismo alemán a través de dos de sus más inspirados compositores. Durante la primera ejecución siento que la interpretación no termina de convencerme. Falta pulso en la dirección, quizás. Los metales me parecen algo díscolos.
La segunda obra es una de las deliciosas suites que el mismo autor preparó en 1945 a partir del milagro músico-vocal, equívoco y barroco, que dio en llamar El Caballero de la Rosa. Invención genial. Fabulación encantadora que me arrastra nuevamente a ensoñaciones anteriores…



Sociedad Pro-Arte Musical
TEATRO AUDITORIUM
13 de enero de 1958
Concierto
Orquesta Sinfónica de Filadelfia
Eugene Ormandy, director.
I

Richard Strauss                                                            El Caballero de la Rosa, opus 59,
                                                                                    Suite de valses.
                                                                                    II
Johannes Brahms                                                        Sinfonía núm…



Primer vislumbrar maravilloso del universo musical. Inverosímil yuxtaposición de temas que se transparentan dentro de una unidad magistralmente concebida. Quiero oír más música, empaparme de cultura. Siento encararme a un mundo ilimitado y novedoso. Necesito saber más para disfrutar mejor. En ese instante es aún pronto para comprender que todavía no he cumplido diecisiete años. El camino se ha hecho largo, jubilosamente inabarcable. Cinco décadas más tarde se es consciente de que la andadura no terminará; de que no hay fin ni límites para el conocimiento. Que el universo ideal y material trasciende nuestra capacidad de entendimiento. Siempre existirán las emociones.
La ovación que sigue al final de esta segunda suite me hace re-encontrar con el presente. Los bravos se repiten y mi mente, sumada al entusiasmo colectivo, se pregunta: ¿qué porcentaje de esta aclamación corresponde al director, cual a los músicos y cual al compositor? De inmediato me decanto por la última de las opciones. Una vez más establezco el paralelismo: si la literatura precede a la palabra, la inspiración debe existir antes de la creación que es siempre anterior a la interpretación. Esto es puro idealismo, rápidamente me respondo. Medito en torno a ello y entonces me replico: las artes viven solo en esferas ideales, los soportes materiales solo son vehículos de su expresión.
De nuevo se encienden las cuatro grandes lámparas multi-reflectoras que iluminan los diferentes sectores del aforo. Comienza el intermedio. Salgo al exterior por estirar las piernas y respirar el aire húmedo y frío de esta tarde primaveral donde nuevamente se escucha hablar acerca del veintiséis por ciento de parados, de la prima de riesgo y de la general caída de las bolsas europeas.




© Ramón L. Fernández y Suárez



Licencia Creative Commons




miércoles, 8 de mayo de 2013

Pablo Neruda: Queda prohibido


Pablo Neruda
(Parral, 1904 - Santiago de Chile, 1973)




Queda prohibido llorar sin aprender,
levantarte un día sin saber qué hacer,
tener miedo a tus recuerdos.

Queda prohibido no sonreír a los problemas,
no luchar por lo que quieres,
abandonarlo todo por miedo,
no convertir en realidad tus sueños.

Queda prohibido no demostrar tu amor,
hacer que alguien pague tus dudas y mal humor.

Queda prohibido dejar a tus amigos,
no intentar comprender lo que vivieron juntos,
llamarles sólo cuando los necesitas.

Queda prohibido no ser tú ante la gente,
fingir ante las personas que no te importan,
hacerte el gracioso con tal de que te recuerden,
olvidar a toda la gente que te quiere.

Queda prohibido no hacer las cosas por ti mismo,
no creer en Dios y hacer tu destino,
tener miedo a la vida y a sus compromisos,
no vivir cada día como si fuera un último suspiro.

Queda prohibido echar a alguien de menos sin alegrarte,
olvidar sus ojos, su risa, todo,
porque sus caminos han dejado de abrazarse,
olvidar su pasado y pagarlo con su presente.

Queda prohibido no intentar comprender a las personas,
pensar que sus vidas valen más que la tuya,
no saber que cada uno tiene su camino y su dicha.

Queda prohibido no crear tu historia,
dejar de dar las gracias a Dios por tu vida,
no tener un momento para la gente que te necesita,
no comprender que lo que la vida te da,
también te lo quita.

Queda prohibido no buscar tu felicidad,
no vivir tu vida con una actitud positiva,
no pensar en que podemos ser mejores,
no sentir que sin ti este mundo no sería igual.




Carmen Wirz ha tenido la gentileza de enviarnos este precioso poema de Pablo Neruda. Muchísimas gracias. Es bonito compartir las cosas que nos gustan.



domingo, 5 de mayo de 2013

Toma de posesión del presidente John F. Kennedy, pronunciado el 20 de enero de 1961.

John Fitzgerald Kennedy
35º Presidente de los
Estados Unidos de América
“Compatriotas:
Celebramos hoy, no la victoria de un partido, sino un acto de libertad  -simbólico de un fin tanto como de un comienzo- que significa una renovación a la par que un cambio, pues ante vosotros y ante Dios Todopoderoso ha prestado el solemne juramento concebido por nuestros antepasados hace casi ciento sesenta y cinco años. El mundo es muy distinto ahora. Porque el hombre tiene en sus manos poder para abolir toda forma de pobreza y para suprimir toda forma de vida humana. Y, sin embargo, las convicciones revolucionarias por las que lucharon nuestros antepasados siguen debatiéndose en todo el globo; entre ellas, la convicción de que los derechos del hombre provienen no de la generosidad del Estado, sino de la mano de Dios.
No olvidemos hoy día que somos los herederos de esa primera revolución. Que sepan desde aquí y ahora amigos y enemigos por igual, que la antorcha ha pasado a manos de una nueva generación de estadounidenses, nacidos en este siglo, templados por la guerra, disciplinados por una paz fría y amarga, orgullosos de nuestra herencia, y no dispuestos a presenciar o permitir la lenta desintegración de los derechos humanos a los que esta nación se ha consagrado siempre, y a los que estamos consagrados hoy aquí y en todo el mundo.
Que sepa toda nación, quiéranos bien o quiéranos mal, que por la supervivencia y el triunfo de la libertad hemos de pagar, cualquier precio, sobrellevar cualquier carga, sufrir cualquier penalidad, acudir en apoyo de cualquier amigo y oponernos a cualquier enemigo.
Todo esto prometemos, y mucho más.
A los viejos aliados con los que compartimos el origen cultural y espiritual, les brindamos la lealtad de los amigos fieles. Unidos, es poco lo que no nos es dado hacer en un cúmulo de empresas cooperativas; divididos, es poco lo que nos está dado hacer, pues reñidos y distanciados no osaríamos hacer frente a un reto poderoso.
A aquellos nuevos estados que ahora acogemos con beneplácito en las filas de los libres, prometemos nuestra determinación de no permitir que una forma de dominación colonial desaparezca solamente para ser reemplazada por una tiranía harto más férrea. No esperaremos que secunden siempre nuestro punto de vista, pero abrigaremos siempre la esperanza de verlos defendiendo vigorosamente su propia libertad, y recordando que, en el pasado, los que insensatamente se entregaron a buscar el poder cabalgando a lomo de tigre acabaron invariablemente por ser devorados por su cabalgadura.
A los pueblos de las chozas y aldeas de la mitad del globo que luchan por romper las cadenas de la miseria de sus masas, les prometemos nuestros mejores esfuerzos para ayudarlos a ayudarse a sí mismos, por el período que sea preciso, no porque quizás lo hagan los comunistas, no porque busquemos sus votos, sino porque es justo. Si una sociedad libre no puede ayudar a los muchos que son pobres, no podrá salvar a los pocos que son ricos.
A nuestras hermanas repúblicas allende nuestra frontera meridional les ofrecemos una promesa especial: convertir nuestras buenas palabras en buenos hechos mediante una nueva Alianza para el Progreso; ayudar a los hombres libres y los gobiernos libres a despojarse de las cadenas de la pobreza. Pero esta pacífica revolución de esperanzas no puede convertirse en la presa de las potencias hostiles. Sepan todos nuestros vecinos que nos sumaremos a ellos para oponernos a la agresión y la subversión en cualquier parte de las Américas. Y sepan  cualquier otra potencia que este hemisferio se propone seguir siendo el amo de su propia casa.
A esta asamblea mundial de estados soberanos, las Naciones Unidas, que es nuestra última y mejor esperanza de una era en que los instrumentos de guerra han sobrepasado, con mucho, a los instrumentos de paz, renovamos nuestra npromesa de apoyo, para evitar que se convierta en un simple foro de injuria, para fortalecer la protección qe presta a los nuevos y a los débiles, y para ampliar la extensión a la que pueda llegar su mandato.
Por último, a las naciones que se erigirían en  nuestro adversario, les hacemos no una promesa sino un requerimiento: que ambas partes empecemos de nuevo la búsqueda de la paz, antes de que las negras fuerzas de la destrucción desencadenas por la ciencia sumen a la humanidad entera en su propia destrucción deliberada o accidental.
No les tentemos con la debilidad, porque solo cuando nuestras armas sean suficientes sin lugar a dudas, podremos estar seguros sin lugar a dudas de que no se utilizarán jamás. Pero tampoco es posible que dos grande y poderosos grupos de naciones puedan sentirse tranquilos en una situación presente que nos afecta a ambos, agobiadas ambas partes por el costo de las armas modernas, justamente alarmadas ambas por la constante difusión del mortífero átomo, y compitiendo, no obstante, ambas, por alterar el precario equilibrio de terror que contiene la mano de la postrera guerra de la humanidad.
Empecemos, pues, de nuevo, recordando en ambas partes que la civilidad no es indicio de debilidad, y que la sinceridad puede siempre ponerse a prueba. No negociemos nunca por temor, pero no tengamos nunca temor a negociar.
Exploremos ambas partes qué problemas nos unen, en vez de insistir en los problemas que nos dividen.
Formulemos ambas partes, por primera vez, proposiciones seria y precisas para la inspección y el control de las armas, y para colocar bajo el dominio absoluto de todas las naciones el poder absoluto para destruir a otras naciones.
Tratemos ambas partes de invocar las maravillas de la ciencia, en lugar de sus terrores. Exploremos juntas las estrellas, conquistemos los desiertos, extirpemos las enfermedades, aprovechemos las profundidades del mar y estimulemos las artes y el comercio.
Unámonos ambas partes para acatar en todos los ámbitos de la tierra el mandamiento de Isaías llamado a: “deshacer los pesados haces… (y) dejar ir libres a los quebrantados”.
Y si con la cabeza de playa de la cooperación es posible despejar las selvas de la suspicacia, que ambas partes nos unamos para crear un nuevo empeño, no un nuevo equilibrio de poder, sino un nuevo mundo bajo el imperio de la ley, en el que los fuertes sean justos, los débiles se sientan seguros y se preserve la paz.
No se llevará a cabo todo esto en los primeros cien días. Tampoco se llevará a cabo en los primeros mil días, ni en la vida de este gobierno, ni quizá siquiera en el curso de nuestra vida en este planeta. Pero empecemos.
En sus manos, compatriotas, más que en las mías, está el éxito o el fracaso definitivo de nuestro empeño. Desde que se fundó este país, cada generación de estadounidenses ha debido dar fe de su lealtad nacional. Las tumbas de los jóvenes estadounidense que respondieron al llamado de la patria circundan el globo.
Los clarines vuelven a llamarnos. No es una llamada de empuñar, aunque armas necesitamos; no es una llamada al combate, aunque combate entablemos, sino una llamada a sobrellevar la carga de una larga lucha año tras año, “gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación”: una lucha contra los enemigos comunes del hombre: la tiranía, la pobreza, la enfermedad y la guerra misma.
¿Podremos forjar contra estos enemigos una alianza grande y global al norte y al sur, al este y al oeste que pueda garantizar una vida fructífera a toda la humanidad? ¿Quieren participar en esta histórica empresa?
Solo a unas cuantas generaciones, en la larga historia del mundo, les ha sido otorgado defender la libertad en su hora de máximo peligro. No rehuyo esta responsabilidad. La acepto con beneplácito. No creo que ninguna de nosotros se cambiaría por ningún otro pueblo ni por ninguna otra generación. La energía, la fe, la devoción que pongamos en esta empresa iluminará a nuestra patria y a todos los que la sirve, y el resplandor de esa llama podrá en verdad iluminar al mundo.
Así pues, compatriotas: preguntad, no qué puede vuestro país hacer por vosotros; preguntad qué podéis hacer vosotros por vuestro país.
Conciudadanos del mundo: preguntad, no qué pueden hacer por vosotros los Estados Unidos de América, sino qué podremos hacer juntos por la libertad del hombre.
Finalmente, ya sean ciudadanos norteamericanos o ciudadanos del mundo, solicitad de nosotros la misma medida de fuerza y sacrificio que hemos de solicitar de vosotros. Con una conciencia tranquila como nuestra única recompensa segura, con la historia como juez supremo de nuestros actos, marchemos al frente de la patria que tanto amamos, invocando Su bendición y Su ayuda, pero conscientes de que aquí en la Tierra la obra de Dios es realmente la que nosotros mismos realicemos”.