domingo, 7 de diciembre de 2014

Mª Isabel Martínez Cemillán: El chocolate

Códice Nuttall, representación de dos reyes de la cultura mixteca compartiendo chocolate

Bajo el lema “Para entrar y salir con buen pie en el año, toma chocolate”, se ha celebrado hace pocas semanas en un centro comercial suizo un “Salón del Chocolate”, donde famosos maestros, reposteros y chocolateros proclamaron su excelencia y ofrecieron nuevas y originales recetas, además de informar sobre su historia.

Chocolate en su forma primaria
Previa a la solidificación.

Parece ser que ya Colón trajo unas bayas de color oscuro que no se sabía para qué se utilizaban y tenían un sabor amargo, por lo que no se las prestó atención prefiriendo las que servían de condimento, como la pimienta. Años más tarde, Hernán Cortés fue obsequiado por Moctezuma con una bebida espumosa, refrescante, de agradable sabor que le agradó  tanto que preguntó qué era y cómo se conseguía, y así se enteró que desde mucho tiempo atrás, los Mayas machacaban los frutos del cacaotero hasta convertirlos en fino polvo, lo mezclaban con agua y lo consumían abundantemente para aliviar el pegajoso calor. Los aztecas mejoraron la fórmula añadiendo vainilla y miel que, caliente y bien batida, llamaron “xocolatl”, llegando a  ser tan apreciada que se utilizaba, igual que el oro molido, como moneda de cambio, porque, además, creían que tenía poderes mágicos y saludables y los brujos  la utilizaban en ceremonias rituales para proporcionar fuerza y vitalidad.
Planta de cacao, de las semillas se extrae el chocolate

Cuando Hernán Cortés vuelve a España se trae esquejes del árbol y gran cantidad de polvo de cacao, así como la receta para la bebida, que en un principio, sólo se consume en los grandes palacios señoriales y, curiosamente, en los monasterios, hasta que, ya en el siglo XVI, un expedicionario italiano la trae a Europa y la divulga, alcanzando su cénit en el siglo XIX, cambiando agua por leche que, más fina y sabrosa, será la bebida de moda especialmente entre la adinerada y pujante burguesía A finales de siglo, en Suiza, la colaboración entre el repostero Peter y la firma Nestlé, hizo que empezara a fabricarse industrialmente y a utilizarse como desayuno y merienda en varios países, especialmente en España, más dulce y espeso y en Francia, más ligero y diluido.

Los maestros chocolateros del Salón insistieron en que está recomendado por los médicos como energético, rico en hidratos de carbono, minerales, vitaminas y ácido fólico, regulador del metabolismo y que la manteca de cacao, rica en ácido esteárico, no produce colesterol, por lo que es apto para todas las edades, incluso niños, eso lo sabemos muy bien los que recordamos nuestras meriendas infantiles, pan y chocolate, ricas, sanas y baratas, mejores que tanta bollería industrial de ahora y no digamos de los artificiales “chuches”.

Total, que convencida por tantas buenas razones, aconsejo en estos días fríos y lluviosos, tomar un chocolate calentito, si está acompañado por unos crujientes churros, mucho mejor,  que nos reconforte en cuerpo y ánima con su “magia”.

     
¡Qué rico!










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Fotos: Wikipedia, la enciclopedia libre

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