domingo, 30 de marzo de 2014

Mª Carmen San Frutos Recio: Personajes Ilustres en Cercedilla

Cercedilla
Estación del ferrocarril
Al fondo la Bola del Mundo y La Maliciosa

“De lo que hizo en Madrid, y lo que le sucedió hasta llegar a Cercedilla, donde durmió (…). En estas cosas, divertidos, llegamos a Cercedilla. Entramos en la posada todos tres juntos, ya anochecido; mandamos aderezar la cena…”

Así es como describía Quevedo en su obra “El Buscón” la llegada a Cercedilla de uno de sus personajes, lo que denota la importancia que ya por el siglo XVI tenía esta villa. Pero sus orígenes se remontan a varios siglos atrás. Ya en época de Vespasiano, en el siglo I, se construyó la calzada romana, de la que aún se conservan grandes tramos, así como varios puentes, que hacen que estos restos, sean los de mayor presencia romana en la Comunidad de Madrid, siendo declarado en 1983 conjunto histórico-artístico y arqueológico nacional.
 
Calzada romana de la Fuenfría
En el siglo XIII se habla de una alberguería en la Fuenfría, destacando la venta de Santa Catalina, pero los primeros asentamientos estables debieron producirse en el siglo XIV, por ser un lugar obligado de paso para las comitivas reales que se dirigían al Palacio de la Granja, situado en la vertiente norte de la Sierra, en la localidad de Valsaín. En 1630, Felipe IV concede a Cercedilla el privilegio de villazgo y se realiza el primer Consejo Municipal ordenado por la Duquesa del Infantado, Dª Ana de Mendoza de la Vega y Luna. Posteriormente, en la Iglesia de San Sebastián, fue velado  durante una noche el cadáver de Felipe V, de camino a la Granja de San Ildefonso.
 
Iglesia de San Sebastián en Cercedilla
Desde entonces, este pueblo ocupó un papel fundamental en la red de comunicaciones que salvaba el macizo Central a su paso hacia Segovia y hasta que se abrieron los puertos del Alto del León y de Navacerrada, en tiempos muy recientes, desviando el tránsito de personas, lo que supuso un importante declive de la villa. Esto hizo que por estas tierras pasaran todo tipo de caminantes. Por la ruta de la Fuenfría pasaron reyes, pastores, comerciantes, salteadores y mendigos. También personajes imaginados como el mencionado Buscón o el Rinconete cervantino que decía ser de allí, en fin, personas ilustres y no tan ilustres que dejaron su huella en este pueblo.

Pero fue la llegada del ferrocarril en 1888 y, con la ampliación que se hizo de Villalba a Cercedilla por Francisco Murube, quien a finales del siglo XIX construyó en los municipios de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), la casa consistorial idéntica a la estación de Cercedilla, lo que marcará un antes y un después en la historia de este pueblo.
Alfonso XIII
pintado por Joaquín Sorolla

En 1923, el Rey Alfonso XIII inaugura el tren eléctrico de vía estrecha que comunica la estación de Cercedilla con el Puerto de Navacerrada, adquiriendo éste una importante actividad de senderismo veraniego y deportes de nieve en invierno, permaneciendo activo en la actualidad.  El autor de este proyecto ferroviario fue el ingeniero de caminos José de Aguinaga.

Esto permitió a Manuel González Amezúa (1876-1959), que fundó en la casilla de los peones camineros de “El Ventorrillo”, el Club Alpino Español en 1906, ser el creador de la primera estación de esquí en España y en mostrar sus nevadas montañas y la posibilidad de practicar un deporte como el esquí, en ese momento desconocido y que, años después, formaría parte de la historia de Cercedilla. Amó tanto a Cercedilla que pidió ser enterrado aquí mirando su sepultura hacia los Siete Picos.

Esas montañas se hicieron más cercanas y comenzaron a llegar conocidos científicos y doctores, enamorados de las bellas artes, reyes, príncipes e infantas, pensadores, humanistas, estudiosos, maestros de maestros, escritores, ingenieros y todo un elenco de personajes que quedaron enamorados del paisaje de este pueblo serrano, que pasó a ser referencia del turismo en España.

Así llegaron ilustres personajes que donaron parte de su vida y obra a Cercedilla, mientras aquí quedaba el recuerdo de todos ellos. Tal es el caso de Francisco Giner de los Ríos (1839–1915), maestro de maestros, ensayista y pedagogo,  librepensador, que convirtió a Cercedilla y su entorno en un referente turístico de la época gracias al conocimiento de sus montañas y en un precursor que ya, en aquellos momentos, quiso hacer de esta zona Parque Nacional.


Médicos y científicos como Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), Premio Nobel de medicina en 1906. Su casa, situada muy cerca de las fuentes del “Barrancón” y el “Bolo”, donde abrevaban los animales, le hacía decir que en este pueblo se escuchaba un molesto sonido de bueyes y vacas. Con él llegaría Angel Cañadas López, su yerno, que fue médico titular en Cercedilla desde 1911 a 1951. De recuerdo nos dejó aquella frase que daba al enfermo al despedirse: “que siga el alivio”.
 
Autorretrato
Joaquín Sorolla y Bastida
Pintores como Joaquín Sorolla (1863-1923), precursor del impresionismo y uno de los más importantes de nuestra historia reciente. Falleció el 10 de agosto de 1923 en la casa que tenía su hija en Cercedilla. Ya muy enfermo, encargó a su yerno la pintura de cuadros en los que figurasen personajes de este pueblo: Juan Méndez “tío Juanito”, guarda de la finca; la tía Martina “Calandria” y Francisca López “Paca” a quienes llamó “mozas de Castilla la nueva”; y las hermanas Antonia y Valentina Vázquez ataviadas con traje regional salmantino. Como anécdota decir que el burro que perteneció a Sorolla, pasó más tarde a pertenecer a mi abuelo Justo San Frutos.

Más recientemente José Bardasano (1910–1979),  pintor madrileño famoso por sus carteles. Se dijo de él que era un técnico impecable y un virtuoso del color. Su familia, muy reconocida por los parraos, aún conserva en propiedad la casa en la que veraneaba.

Miguel Acquaroni (1925-1988), además de pintor destacó como ilustrador de revistas literarias, colaborando con “La Estafeta Literaria”, “Blanco y Negro” y “ABC”. Durante mucho tiempo ilustró los libros de festejos de Cercedilla.
 
D. José Canalejas Méndez
Hubo también políticos como José Canalejas Méndez (1854-1912), abogado y político regeneracionista, Presidente del Gobierno, del Congreso y Ministro de varias carteras. Sería asesinado en Madrid, por el anarquista Manuel Pardiñas. Su casa de veraneo, hoy desaparecida, estaba situada muy cerca del puente romano del Reajo. Con él llegarían otros políticos como Eduardo Cobián, Ministro de Marina y Hacienda durante su gobierno y, cuyo nieto, murió en Cercedilla en 1936, a los 17 años. O Salvador Canals, Secretario de uno de los Ministerios de entonces, así como el Marqués de la Valdavia, D. Mariano Osorio Lamadrid, político conservador que ocupó un escaño en el Senado de la época.

Otros aristócratas, como la Marquesa de Casa López, Dª Andrea de Andrés Sánchez (1896-1910), cuyo título nobiliario fue creado por el Papa León XIII, en 1896. Fue propietaria de la finca “Pradoluengo”, actualmente Parque Municipal, que aún conserva la puerta y verjas idénticas a las del parque del Retiro en Madrid y que constaba, además, de un palacete modernista que, por desgracia, fue derruido cuando se construyó el mencionado parque.

Compositores como Emilio Serrano (1850-1939), profesor de la Infanta Isabel, la cual pasaba largos periodos de tiempo en su casa de Cercedilla y en cuyo jardín aún se conservan pinos traídos desde La Granja, regalo de la Infanta.

Más recientemente llegaron otras personas con renombre como Fermín Tamames, cirujano de cirugía general o Francisco Ruano, promotor del Colegio de La Paloma, siendo Secretario del Ayuntamiento de Madrid en tiempos del alcalde  Luis Garrido Juaristi, quien veraneaba en su chalet “La Rioja”.

Escritores unidos a Cercedilla fueron Leopoldo Panero (1909-1962), perteneciente a la Generación del 36 y amigo de Luis Rosales y Fernando Quiñones (1930-1998), escritor que destacó por su obra literaria y poética. Cuando necesitaba un ambiente más riguroso, más solitario para escribir, marchaba a su chalet de Cercedilla.

Y cómo no, Luis Rosales (1910-1992), también de la generación del 36, premio Cervantes en 1982 y que en su obra “La casa encendida”, tal vez la más importante del autor, cuya primera versión data de 1949 y que en 1967 sale a la luz una nueva versión  en la que hace mención a la compra y arreglo de la casa que había adquirido en Cercedilla y que, curiosamente, parte de la obra la realizó mi padre Mariano San Frutos. En esos momentos, mi madre, Esperanza Recio, estaba embarazada de mí y la mujer de Rosales que tenía un hijo, Luisito y por lo que se ve ya no podía tener más, le dijo a mi madre que se quería quedar conmigo, ya que mi madre era joven y podría tener más hijos y ella no. Unos años más tarde, cuando se le concedió el Premio Cervantes y se le dio un homenaje por parte del Ayuntamiento, yo era parte del grupo de teatro que hizo una representación de su poesía. Estuvo muy ligado a Cercedilla, tan es así que, pidió ser enterrado allí y en su tumba se puede leer:

“Las noches de Cercedilla, las llevo en mi soledad y son la última linde que yo quisiera mirar”.

Más recientemente ha habido otros escritores, como Gloria Fuertes (1917-1998), poeta española y autora de literatura infantil y juvenil, muy asidua de este pueblo y que, cuando yo era pequeña, los viernes nos contaba cuentos en el colegio.

Pero, sin duda, las personas que más renombre le han dado a este pueblo fueron Francisco y Blanca Fernández Ochoa.
 
A Paquito Fdez. Ochoa
en Cercedilla
Paquito (1950-2006), como le conocíamos todo el mundo, vivió y murió en Cercedilla  y, hasta la fecha, ha sido el único español que ha logrado una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos de Invierno, fue en Sapporo en 1972. Blanca (1963), por su parte, ganó la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Albertville en 1992, tras una larga trayectoria y cantidad de premios y medallas, además fue mi compañera de colegio, de la que tengo un grato recuerdo.
 
Blanca Fdez. Ochoa
Homenaje a Paquito en
Cercedilla 2006

Se puede decir que todas estas personas han sido fundamentales en la configuración y personalidad de este pueblo serrano, en el que a través de sus calles, con sus nombres y, sobre todo, sus hechos, ha quedado la huella imborrable de todos ellos. Por supuesto que no están todos los que pasaron por aquí, pero con los que he mencionado quiero rendir homenaje a todos ellos, a sus obras y a lo que significaron y significan para Cercedilla.










© Mª Carmen San Frutos Recio

sábado, 29 de marzo de 2014

Gracias Morata de Tajuña




Por recibirme con tanto cariño. Por abrir las puertas de ese espacio literario que es la Biblioteca Municipal “Francisco González”, a una escritora en ciernes como yo. Por vuestras risas. Por esa picardía que asomaba a los ojos con las frases cubanas y venezolanas, que luego no tenían nada que ver con lo que habíais pensado. Por vuestras peticiones para que leyera determinados cuentos, aquellos que más os han gustado.











No sabéis el bien que me han hecho vuestros comentarios. No sabéis lo que un halago puede animar a seguir escribiendo.



Agradecimiento especial a Radio Morata. Es la primera vez que mi nombre pasea por las ondas. 














Abrazos y besos por doquier.

viernes, 28 de marzo de 2014

Charla en el Ministerio de Economía y Hacienda






Una tarde estupenda.






Una charla muy amena.










Un coloquio que destilaba curiosidad, alegría y amor.








Cuarenta y tantos amantes de los libros escucharon con atención, se rieron con mis cuentos y aprendieron ¡hablar cubano!








Siento que me embarga una sensación maravillosa.








Muchas gracias a todos.

  

Sergio del Río Fernández: La escalera

  

                                  Escalón a escalón,
                                 
                                  ya está cerca la luz.

                                  Hay una pausa en el subir.

                                 
                                  La luz me deslumbra,

                                  me desnuda,

                                  me habla de fragilidad,

                                  de utopía, de irrealidad.


                                  Me doy cuenta

                                  y comienzo el descenso.














          

miércoles, 26 de marzo de 2014

Talavera de la Reina (Toledo)



El río Tajo a su paso por Talavera de la Reina

Su nombre es objeto de confusión.

Se cree que el vocablo Talavera se compone de Tala (pueblo) y Libura, ciudad carpetana mencionada por Ptolomeo, que con posterioridad se cita como Talabura. Otros consideran que es la unión de Tala (pueblo) con Vera, comarca vecina cacereña al pie de la sierra de Gredos.

Fuentes medievales árabes citan el lugar de Talabira. En el Cronicón Emilianense, del año 883, aparece Talabayra, antigua sede episcopal dentro de la provincia de Lusitania.

El apellido “de la Reina” se remonta al 24 de junio de 1328, fecha en la que el rey Alfonso XI de Castilla, a los diecisiete años de edad contrajo matrimonio con su prima de quince, María de Portugal y le regaló, entre otras cosas, esta bonita ciudad, que se extiende por la margen derecha del río Tajo, en una extensa y fértil vega. Esta reina fue la que ordenó encarcelar en el alcázar de Talavera a la amante del rey, Leonor de Guzmán, a quien después ordenó asesinar. Leonor de Guzmán fue la madre de Enrique II de Castilla.

Talavera de la Reina hoy pertenece a la provincia de Toledo en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. Tiene en su haber las preciosas comarcas de La Jara, la sierra de San Vicente y el Campo de Arañuelo.

Los pueblos célticos han dejado su huella arqueológica, mostrando el testimonio de la cultura de los Dólmenes y la de los Verracos, en la comarca se han catalogado cuarenta y dos esculturas zoomorfas. No existen documentos escritos anteriores a la dominación romana pero posiblemente sea un castro vetón, uno de los primitivos asentamientos, situado cerca al horcajo que forman el arroyo de La Portiña y el río Tajo.

Los romanos la nombran Caesarobriga y se consolida en época Flavia. En el año 182 a.C. pasa a formar parte de la provincia de Lusitania. Estos explotan su gran valor ecológico y agrícola dotándola de cultivos como la vid y el cereal, acuña moneda propia y cuenta con un alfar de terra sigillata, además de un foro del que se han hallado restos en la Plaza del Pan.

El cristianismo llega a Talavera con los visigodos. En el año 602 Liuva II regala a la villa la estatua de la Virgen del Prado, transformando la celebración pagana de la diosa Ceres en la fiesta primaveral de las Mondas.

Con la llegada de los musulmanes en el año 712 se construye una muralla y el alcázar de Abderramán III, junto con regadíos, fuentes y molinos de agua. Se sigue cultivando cereales y vid pero en esta época comienza a afianzarse la tradición alfarera por los judíos que conviven con musulmanes y cristianos.

Fue conquistada por el rey Alfonso VI, en el año 1083, pasando a formar parte de la corona de Castilla.
Museo de Cerámica

Alcanzó gran fama gracias a su cerámica que se pueden encontrar en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, la Catedral Vieja de Salamanca, Real Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas, en Burgos.

Muchos talaveranos son famosos, como: Francisco de Aguirre, Juan de Orellana, Jofré de Loaisa que participaron en la Conquista de América. Fray Hernando de Talavera confesor de Isabel la Católica, el almirante Francisco Verdugo por sus gestas en Flandes, el músico Francisco de Peñalosa. Fernando de Rojas, nacido en La Puebla de Montalbán, vecino y alcalde ordinario de Talavera, publicó a comienzos del siglo XVI, La Tragicomedia de Calixto y Melibea o La Celestina.

En 1750 llegó a esta ciudad las Reales Fábricas de Seda, en las que se emplearon más de cuatro mil trabajadores y funcionaron aproximadamente durante un siglo.

En Talavera podemos visitar:
Museo de Cerámica

Museo de Cerámica Ruiz de Luna que, ocupa parte del edificio del antiguo convento de San Agustín, refundado en 1566 por el oropesano San Alonso de Orozco, que acometería la reforma de los agustinos recoletos, en este cenobio talaverano. Alberga una colección de cerámica del siglo XVI al siglo XX. Se inauguró en 1996. Merece la pena.


Puños de bastones de Las Mondas

Museo Etnográfico. Interesante visita que nos enseña que Las Mondas son las más antiguas de las celebraciones colectivas de la ciudad. Su origen se remonta a la época romana. El tradicional carrito tirado por carneros, ofrenda de Gamonal, y el intercambio de bastones entre el alcalde de Talavera y resto de alcaldes de la comarca son los epicentros de un rito ancestral. Es fiesta de interés turísticos nacional. También podemos hacernos una idea de cómo eran los modos de vida, la economía y las tradiciones de la sociedad talaverana dentro de una agricultura de secano y cómo es hoy al integrar elementos que permiten comprender la nueva dinámica de la agricultura de regadío en la ciudad. La sombrerería de la viuda de Cándido Martín, el último comercio que se dedicó a la producción artesanal de sombreros. La producción de cerámica artística de esta loza de fama internacional. El yacimiento arqueológico de las Tenerías que muestra, paso a paso, el proceso de curtido de pieles.

Plaza del Pan

Preciosa Plaza del Pan, conocida también como Plaza de Santa María, de traza regular. Antiguamente en este lugar se ponía la Calahorra, oficina municipal de venta de pan en tiempos de carestía.

Ayuntamiento. Siglos XVI y XVII. Ocupa los edificios del Palacio Arzobispal, la antigua Audiencia y la casa palacio de la familia Cerdán. En la fachada de la Plaza del Pan está la entrada noble del edificio. La fachada norte da a la plaza del Padre Juan de Mariana, donde hay un monumento suyo. En esta plaza está el palacio de los Cerdán cuya portada sirve de acceso a las oficinas.

El Puente Viejo, de origen romano, aunque poco queda de aquella época, es el más antiguo de los tres puentes con que cuenta actualmente Talavera sobre el río Tajo;

Puente de Hierro o Puente de la Reina Sofía, de 1908, su construcción fue muy importante para la ciudad al poderse comunicar con la comarca de la Jara, Extremadura y Andalucía.

Puente de Castilla-La Mancha, el más moderno con su estructura atirantada de 318 metros de luz y 408 metros de longitud.


Santa María la Mayor 

Colegiata de Santa María La Mayor, fue nombrada Colegial en julio de 1211. Su estilo es mudéjar. Su claustro es gótico puro construido en 1469. Su planta es rectangular formada por tres naves longitudinales y sin crucero. En el siglo XVIII se añadieron los dos cuerpos superiores de la Torre. Merece destacar el rosetón y la portada de su fachada.  




Teatro Victoria

Teatro Victoria, notable edificio civil construido en 1912. Se levanta sobre el solar del antiguo Corral de Comedias del siglo XVII. Sobresalen en su fachada las cerámicas de Ruiz de Luna y Guijo, alegorías a la música, teatro, retratos de dramaturgos, músicos y nombres de zarzuelas. Su estilo es art decó.


Murallas

Primer y Segundo Recinto Amurallado y Torres Albarranas, de origen romano y construcción árabe y cristiana. Las Torres Albarranas adosada al primer recinto amurallado, hizo que Talavera fuera considerada como una de las ciudades más seguras durante siglos, siendo un claro ejemplo de fortificación. Son de mampostería con sillería en las esquinas en sus elevadísimos arcos. Eran cuarenta y siete torres y todas las fuentes indican que son de origen cristiano, levantadas en el siglo XIII. Se conservan las de las calles de Carnicerías, Corredera del Cristo (aprovechando su vaciado se instaló en ella la Capilla del Cristo de los Mercaderes en 1752, con un retablo rococó) y la de la calle Charcón. La Puerta de Sevilla indica la ciudad principal en cuya dirección se encaminaban los viajes que salían de Talavera. Está próxima al Alcázar y pertenece al segundo recinto amurallado. La puerta de Zmora formó parte del segundo recinto amurallado. Junto a ella y aprovechando parte del muro de la cerca estuvo la antigua cárcel de la Santa Hermandad Real y Vieja de Talavera.  


Capilla

Basílica de Nuestra Señora del Prado, dicen que fue templo romano donde se daba culto a la diosa Ceres, se cristianizó en el año 602 por Liuva II para dar cobijo a la que es hoy patrona de la ciudad. También es llamada la “capilla sixtina” de la cerámica pues este vistoso arte muestra aquí todo su esplendor desde el siglo XVI hasta nuestros días. El papa Juan Pablo II la nombró Basílica en 1989.


Iglesia San Agustín el Viejo


Muchos otros lugares de interés, como los Jardines del Prado, la encantadora Plaza de San Agustín,  los conventos de Carmelitas descalzos del Carmen, las Madres Bernardas, las Madres Carmelitas Descalzas, San Benito (el más antiguo de todos los conventos), Santo Domingo, Jerónimo de Santa Catalina o San Prudencia, Iglesia de San Andrés, Iglesia de San Francisco, Iglesia de Santiago el nuevo (Monumento Nacional desde 1931), Iglesia de Santiago el viejo, Iglesia del Salvador (una de las parroquias más antigua), nos esperan para ser descubiertos.

La Oficina de Turismo Activo ofrece numerosas rutas y actividades como la del Embalse de la Portiña,  la del Parque del Vivero y los Sifones, la de la Ribera del Tajo (margen derecha), por los Puentes, la del Río Tajo, la del Cerro Negro-Dehesa Valdellozo y la de los Jardines del Prado.

En su Comarca podemos:

Recorrer los senderos del pantano en el municipio de Cazalegas y sus casas señoriales del siglo XIX.

Las Ermitas de Nuestra Señora de la Antigua y San Illán, del siglo XVI; Ermita de San Blas, bello ejemplo del mudéjar toledano del siglo XVI; Rollo Jurisdiccional del siglo XV; Iglesia de San Cirpirano con retablo de la escuela de Zurbarán y el Palacio de los Duques de Frías; en el municipio de la Cebolla.     

La Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación del siglo XV y Ermita de Nuestra Señora de la Paz del siglo XVIII; en el municipio de la Puebla-Nueva.

Iglesia de San Esteban levantada en 1618 en el municipio de Los Cerralbos.

Iglesia de la Asunción otro bello ejemplo de estilo mudéjar típico de la provincia, en el municipio de Lucillos.

El Apeadero de Tren en el municipio de Montearagón.

A Talavera de la Reina hay que volver.


Cerámica de Talavera





Fuentes:
Folletos de la Oficina de Turismo de Talavera de la Reina
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Fotos: Ángeles Alonso