miércoles, 25 de febrero de 2015

Catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia (Barcelona)

Catedral de Barcelona






También llamada Seo, es de estilo gótico y la sede del Arzobispado de Barcelona.
Plano de la Catedral

En el siglo IV existía en el lugar un templo. Hay noticias de restos de una primitiva basílica paleocristiana que fue casi destruida por Almanzor. Allí mismo, Ramón Berenguer el Viejo, I conde de Barcelona  y su esposa Almodis de la Marca, mandaron a construir un templo a mediados del siglo XI. La catedral románica fue edificada en 1268, que a su vez, a partir del siglo XIII dio paso a la catedral gótica de hoy, que se terminó en el siglo XV. La definitiva. En aquel entonces sin fachada y sin las dos torres laterales que no se construyeron hasta finales del siglo XIX. Lo que debía ser la fachada terminaba en un simple muro. Manuel Girona i Agrafel, promotor barcelonés, sufragó los gastos para que la Catedral por fin pudiera estar terminada. La fachada neogótica tiene cuarenta metros de ancho y está flanqueada por dos torres con altos pináculos. Hay que tener en cuenta que la perspectiva actual de este grandioso edificio no existió hasta 1943 en que se destruyeron callejas y casas para llegar a la amplitud que hoy podemos contemplar.

La capilla de Santa Lucía es lo que resta de la catedral románica. En su interior se puede ver el sepulcro del obispo Arnau de Gurb, su fundador. Merece la pena contemplar en el exterior, la puerta románica, con cuatro arquivoltas. La capilla sirve de entrada a los claustros y al archivo catedralicio.

Los claustros constituyen uno de los más bellos rincones de Barcelona. Tras contemplar las cuatro galerías abovedadas se pasa al interior de la Seo.

El primer nombre que recibió la Catedral fue el de la Santa Cruz desde el año 599, al que se le unió el de Santa Eulalia en el año 877. 


Puerta principal
Puerta de San Ivo
Puerta de Santa Eulalia









Cinco puertas permiten la entrada a la Catedral: la de la fachada que es la principal, de estilo neogótico, fue proyectada por Josep Oriol i Mestres; la de San Ivo que es la más antigua, con arco ojival, en mármol y piedra de Montjuic; la de Santa Eulalia que se entra por el claustro. En el tímpano hay una escultura de Santa Eulalia, la de Santa Lucía capilla exterior que da acceso al claustro y la de la Piedad, con un arco conopial. En el tímpano un relieve representando a la Piedad, rodeada con símbolos de la Pasión, obra del escultor alemán Michael Lochner.
Puerta de Santa Lucía
Puerta de La Piedad

El conjunto consta de templo y claustro, los dos de un mismo estilo. El templo mide unos cien metros de longitud y cuarenta metros de ancho. Tiene tres naves de una misma altura, un ábside que recibe la luz de los vitrales góticos y el cimborrio que en su parte externa llega a los setenta metros y en el interior se levanta junto a la puerta de la fachada. Lo diseñó el arquitecto August Font i Carreras.

Bóvedas

En su nave central se aprecia todo el esplendor del gótico en la polícroma decoración de nervaduras y claves de bóveda. En el centro de la basílica el coro con los sitiales de sus cantores. Dentro del coro hay que admirar las tallas y los escudos de los caballeros de la Orden del Toisón de Oro. Se dice que allí Carlos I recibió la noticia de la muerte de su abuelo Maximiliano, con lo que se convertía también en Carlos V de Alemania. El trascoro es una creación plateresca en la que se narra la vida de Santa Eulalia, la más antigua patrona de la ciudad, hasta que se nombra copatrona a la Virgen de la Merced. En rigor la Merced es patrona de la diócesis de Barcelona, no de la ciudad. Esa joven doncella, con trece años, sufrió martirio por lo que, en el claustro gótico viven trece ocas blancas. En la festividad del Corpus salta el famoso “l’ou com balla”, el huevo que baila  sobre el surtidor.
Relieve en el tímpano de La Piedad

Diecisiete capillas conforman las naves laterales. Hay que admirar la Sala Capitular convertida en capilla del Sacramento, donde se venera la imagen del Cristo de Lepanto que Juan de Austria llevó en su nave capitana. También contiene un espectacular sepulcro del cuerpo incorrupto de San Olegario.

Las gárgolas por donde se vierte el agua de los tejados representan leones, unicornios y la del elefante, la más famosa. Las del claustro representan los símbolos de los evangelistas. 
     
         El edificio es Bien de Interés Cultural y desde 1929, Monumento Histórico Artístico Nacional.   




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