sábado, 11 de abril de 2015

Alejandro Chanes Cardiel: El despertar de las cosas


Vaca con su ternero recién nacido





Volví a la casa en el pueblo donde pasé los veranos de mi adolescencia. Al recorrer las diversas estancias, comprobé que la sala del piso, que llamábamos de arriba, no había cambiado. En primer lugar la cómoda, sólida, de madera de nogal con unas columnas torneadas a cada extremo, sus tiradores dorados y en su cubierta una palmatoria antigua y un vaso con flores secas. Aquel mueble que llenaba el espacio era, para mí,  un referente importante de aquella habitación, en la que, además, había dos alcobas. Algunas sillas, un baúl con láminas metálicas de colores y cuadros con motivos religiosos completaban la decoración.

 Me acosté al llegar la noche pero, fatigado, apenas pude leer, según mi costumbre, y con las campanadas del reloj de la torre de la iglesia, fui cayendo en el sueño. Y entonces sucedió. Las sillas se movieron y, entre bostezos, estiraron sus patas.

 En la cómoda, se fueron abriendo, poco a poco, los cajones; en el primero de ellos, las figuras  reflejadas en antiguas fotografías, hablaban de tiempos pasados; una caja forrada de conchas, abría y cerraba la tapa emitiendo sonidos marinos; un misal con cantoneras de plata, comenzó a entonar cánticos gregorianos. 

De otro cajón, salieron sábanas que se desperezaron, extendiéndose, para, después, iniciar un baile acelerado. También salieron toallas que se deslizaban suavemente por el entarimado y, más tarde, se encaramaron en las sillas que, alegres, las acogieron. Salió un traje regional y, acompañando a los demás, se puso a bailar una jota de la tierra. Era fenomenal la zarabanda que se había armado.

El sonido del despertador me hizo abrir los ojos. Miré a mi alrededor, todo estaba igual que antes de acostarme. Todo no, por un cajón entreabierto vi sobresalir la punta de una de las toallas danzantes.

En la calle, con el rítmico sonido de las esquilas, un grupo de vacas acompasaba su paso camino de los prados.


© Alejandro Chanes Cardiel



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