domingo, 7 de junio de 2015

Mª Isabel Martínez Cemillán: Laberintos

Mapa de Jericó. Siglo XIV
Biblia Farhi de Elisha ben Avraham Crescas

¿Significan algo los laberintos?

¿Son símbolos iniciáticos, mapas de ocultos lugares, remotas encrucijadas? 

El diccionario nos dice: laberinto, lugar intrincado de fácil acceso y difícil salida, pero no aclara donde se hizo el primero ni que motivos tuvo su desconocido autor para realizarlo, solo sabemos que el tema ha interesado desde tiempos ancestrales especialmente a arqueólogos e historiadores que no han sabido dar respuestas claras y contundentes.

Laberinto Trojeborg
(Ciudad de Troya),
labrado en piedra procedente de Visby, Suecia

La palabra laberinto procede del griego Labrys, que significa: hacha de doble filo, asociada al culto de la serpiente, fue el lema del rey de Creta, Minos, que ordenó a Dédalo construyera un laberinto cercano a su palacio como singular elemento defensivo, el mito de Teseo narra que en aquel reducto habitaba el Minotauro, toro monstruoso que se alimentaba de carne humana y fue abatido  por el valiente Teseo ayudado por su amada Ariadna que le dio un ovillo de seda para que lo fuera devanando y asegurarse así la salida.

El caso es que el modelo cretense se difundió por el Mediterráneo y durante la Edad Media se utilizó como trampa mortal delante de las fortalezas, los enemigos se perdían y caían en emboscadas. Curiosamente, también se grabó en pavimentos de iglesias, especialmente templarias, como signo de renovación espiritual, recorriéndolo devotamente, se purificaba el cuerpo llegando a la resurrección del espíritu.

Michael Ayrton, un inglés que dedicó apasionadamente gran parte de su vida a descifrar enigmas dice: Toda vida es un laberinto en cuyo centro está la muerte. Incluso después quizá haya que atravesar un nuevo laberinto espiritual hasta alcanzar la plenitud.  Aunque en el siglo XVII se pusieron de moda, recordemos Versalles, poco a poco perdieron interés y prácticamente desaparecieron, y desde hace mucho, tener o estar en un laberinto se asocia a incertidumbre o difícil situación.

Jardín laberíntico
Aschaffenburg, Alemania

Me pregunto: 

¿Estamos metidos ahora en un laberinto? 

¿Qué está pasando? 

¿Es difícil la salida? 



Una voz autorizada decía hace poco: el tema es complejo y preocupante, tenemos una sociedad enferma, anestesiada, egoísta y prepotente que falla continuamente en lo esencial.

¿Y en qué fallamos?

Creo que en muchas cosas, en esta época trivial y superficial se está perdiendo el placer del trabajo bien hecho, del esfuerzo gratificante, lo que priva es la cultura “kleenex”, usar y tirar, todo lo queremos rápido, fácil, ¿para qué estudiar con lo fácil que es buscar en internet y copiar literalmente?, ¿para qué cocinar para los tuyos cosas ricas y apetitosas con lo fácil que es comprar algo preparado, microondas y en cinco minutos a comer?, ¿para qué reunirte con la familia o los amigos, pasear, leer un buen libro, ir al teatro, con lo cómodo que es apoltronarte en un sillón, poner la tele y pasar horas contemplando sus Maravillosos programas. Fuera complejos, todo vale para alcanzar lo que deseas, aunque conlleve abusos, violencia, y corrupción,

Seguramente los que hayan tenido la paciencia de leerme piensen: Pobre Isabel, como se le notan los años, la desilusión, el cansancio. Pues tienen razón. Pero, ¿recuerdan el final de la mítica película Casablanca y la frase: Siempre nos quedará Paris, pues a mí me queda la esperanza de que surja algún esforzado Teseo que nos saque del laberinto y nos lleve a una luminosa salida de honestidad, esfuerzo personal y bienestar. 

Amén.

© Mª Isabel Martínez Cemillán





Fotos: Wikipedia, la enciclopedia libre

2 comentarios:

  1. No entiendo que, conociéndote como te conozco, admirándote como te admiro, aún me asombre tu capacidad de análisis, tu facilidad para plasmar con claridad meridiana verdades que están ahí pero que no somos capaces de definir... Por eso eres ¡OCTOGENIAL!

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    1. Muchas gracias por definir con claridad meridiana lo que pensamos de Isabel. ¡Octogenial! Lo es.

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