lunes, 31 de agosto de 2015

El lince ibérico


Lince ibérico


El lince ibérico es un mamífero carnívoro,  felino de aspecto parecido aunque de   mayor tamaño,  que el gato doméstico  común. Ni se le ocurra acariciarle como haría con su minino porque es extraordinariamente fiero.

Su pelaje moteado, sus largas patas, cola corta, y sus largas orejas muy anchas y en punta rematadas por un mechón de largos pelos,  le hacen inconfundible.  Su cara está cubierta por grandes patillas.

Es un animal básicamente nocturno, aunque en invierno puede estar  activo durante todo el día. Gran depredador, necesita mucho territorio, lo que dificulta su supervivencia. Al tratarse de una especie en peligro de extinción, hay muchas posibilidades de que dentro de un siglo haya desaparecido por completo. Se reproduce lentamente, y la hembra sólo tiene dos crías por camada. 

Perfil de lince ibérico

A pesar de que en los últimos años se le ha protegido,  su población no aumenta, en buena parte por los problemas derivados del deterioro de su entorno, ha disminuido la población de conejos, la base de su alimentación; también se ha reducido la superficie de bosques autóctonos al practicarse repoblaciones forestales con pinos y eucaliptos, unos árboles que no crean el sotobosque imprescindible para su supervivencia.  Además,  los diez sitios de la península donde sobreviven los mil linces existentes están separados entre sí por carreteras  y las vías férreas, por lo que cada subpoblación  permanece aislada. Muchos linces mueren atropellados. 

Los linces  ibéricos, antaño extendidos por toda la Península Ibérica, sobreviven  precariamente en sus reductos. Las mayores poblaciones se encuentran en Andalucía, y sobre todo en el Parque Nacional del Coto de  Doñana, donde gozan  de especial protección.

Ejemplar de lince ibérico
Parque nacional y natural de Doñana






Fuente y fotos: Wikipedia, la enciclopedia libre

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