No pretendo hoy
descifrar
de la vida los
misterios,
ni me mueve analizar
la razón de mis
criterios.
Voy viviendo mi
existencia,
agotable en breve
plazo,
abrigando la creencia
que ha dirigido mis
pasos.
Coherente es la
intención
que dirige el
sentimiento.
Energía del corazón
para volar otros
vientos.
Y ese ejercicio
ejemplar
me ajusta a nuevos
supuestos
que pienso debo aceptar
con mi mejor traje
puesto.
Inteligente es pensar
que todos nuestros
esfuerzos
orientados han de estar
a repetir el encuentro
que entre la arena y el
mar
reproduce el universo.
Y de ese modo preciso,
armonía inagotable,
me entrego, siempre
indeciso,
al futuro indescifrable
(C) Ramón L. Fernández y Suárez
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