lunes, 1 de febrero de 2016

Amantes de mis cuentos: Tesis para mantenerme en pie

Huesos del pie
Foto: Wikipedia, la enciclopedia libre


Ayer puse pies en polvorosa. No quise entrar al trapo. La compañera de trabajo me ha tomado como su secretaria. No da pie con bola por lo que tengo que hacer su trabajo y al final quien recibe las patadas soy yo, porque siempre le busca los tres pies al gato y eso que tiene cada pie de banco…, aunque ella se cree a pie juntillas que es una superdotada.

Sé que no me conviene tener un enfrentamiento con ella. Tuvo la suerte de nacer de pie. Es la primogénita del Consejero Delegado. Y su padre no quiere enterarse del pie que cojea su hija.

A veces me pregunto qué podría suceder si sacara los pies del plato. ¡Qué ocurrencia! Me enviarían a pie de calle.


Tengo dos alternativas: andarme con pies de plomo o pararle los pies. ¡Ay, Dios! Ayúdame a poner los pies en tierra firme porque esto no tiene pies ni cabeza.


© Marieta Alonso Más         

4 comentarios:

  1. ¡Cómo te comprendo!
    Un besote, Mabel.

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  2. ¡Qué alegría Mabel! Has podido escribir un comentario. Besos.

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  3. ¡que bien escrito esta! has logrado meter los pies en todas partes sin meter la pata. Un beso muy fuerte

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    1. Menos mal. He logrado mantenerme en pie sin que me llamen mete pata. Besos y abrazos.

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