lunes, 1 de febrero de 2016

Amantes de mis cuentos: Tratado sobre el amor a los pies

Foto: guiainfantil.com


Lo que cambian los pies. ¡Qué lástima!

Los de mi bebé son comestibles. Vas acariciando cada uno de los deditos y es una delicia la suavidad, casi bailan entre mis manos. Te los comes a besos. Le encanta que los ponga dentro de mi boca e irlos sacando unas veces poco a poco y otras con brusquedad. ¡Qué ricos!

El padre nos mira con envidia, algo de celos tiene, pero menuda diferencia entre unos pies y otros. Me los presentó el día en que nos casamos y ya era demasiado tarde. El dedo gordo le sobresale tanto que hasta el zapato toma cuenta de ello, el meñique encaramado en el de al lado, hace que los tres restantes queden a un nivel inferior.

No sé si los pies pueden ser motivo de divorcio. Si empiezo a analizarle desde los pies hasta la cabeza encontraré motivos más que suficientes para hacer las maletas, colocar al niño en la cadera y salir por pies.


© Marieta Alonso Más         

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho, me agrada tu manera de escribir, y me deja muy tranquila.

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