lunes, 13 de junio de 2016

Alba de Tormes (Salamanca)

Alba de Tormes (Salamanca)

Los orígenes de Alba de Tormes, supuesta antigua villa judía, no son del todo conocidos. Su posición elevada sobre una colina de materiales pizarrosos, de unos treinta metros de altura sobre  el nivel del rio Tormes, que atraviesa su término de sur a norte, permite admirar un amplio paisaje castellano.

Es una villa eminentemente campesina, cultiva cereales, patatas, remolacha y hortalizas con alguna actividad manufacturera relacionada con la industria alimentaria y la cerámicas.

Torre del Homenaje
Castillo de los duques de Alba de Tormes

Fue importante centro de peregrinaciones durante la Edad Media y Alfonso VII le concedió su fuero en 1140. En 1429, Juan II  confiscó la villa  a los infantes de Aragón y en 1430 pasó a Gutierre Álvarez de Toledo, origen de la casa de Alba. Quedan restos del castillo de los duques de Alba, con el torreón llamado de la Armería, que conserva pinturas murales alusivas a la batalla de Mühlberg, obra de Cristóforo Passini.

Iglesia San Juan de la Cruz 

Tiene un importante foco de arquitectura románico-mudéjar en ladrillo. La iglesia de San Juan del siglo XII, de estilo románico-mudéjar, conserva esculturas románicas −las trece figuras que componen el Apostolado−, verdadera joya del románico. En la iglesia de Santiago Apóstol protegida como bien cultural con categoría de monumento desde 1996 y de San Miguel se mezclan también lo mudéjar y lo románico. La parroquia de San Pedro, del siglo XVI y XVIII, contiene esculturas sepulcrales y un retablo renacentista de pintura de Pedro de  Oviedo y Ruiz de Carbajal.

Sepulcro de la Santa 

El convento de las carmelitas, fundado por Santa Teresa de Jesús en 1571, contiene algunas obras de arte y el sepulcro y las reliquias de la fundadora. Santa Teresa de Jesús muere en esta villa, el 4 de octubre de 1582, y sus restos reposan en el altar mayor, de la iglesia del convento.


Bien merece una visita.




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