sábado, 9 de diciembre de 2017

La cocina a mi alcance: Tarta de queso


El queso es lo más rico que hay. No le hago ascos ni en la mañana, ni en la tarde, ni en la noche, ni en los viajes. Es fácil de transportar y contiene grasa, proteínas, calcio y fósforo. 

A veces me preparo para cenar una tabla de quesos con cuatro porciones: un triángulo de vaca, otro de cabra, otro de oveja y otro de búfala. No he probado el de camello.

A mi amiga francesa Stéphanie, también le gusta el queso pero es más sibarita que yo. Que si el sabor, que si la textura, que si en su tierra hay un queso francés diferente para cada día del año… Me cuenta que el queso aparece en murales de tumbas del Antiguo Egipto, datadas hacia el 2300 a.C.

Me hago cargo de la disertación para comentar que en la antigua Grecia se atribuía a Aristeo el descubrimiento del queso, y como tantos otros legados fueron los romanos, quienes lo extendieron por gran parte de Europa. En cambio, en la América precolombina, no había sido inventado.   

Me quita la palabra para que aprenda que el queso proviene del latín «caseus», luego se hizo famoso el término «formaticum», que significa moldeado. Por eso los franceses, lo llaman fromage, los italianos, formaggio o los catalanes formatge, con lo fácil que es decir queso, diría el humorista Eugenio.   

Me adelanto y le cuento que en 1815, Suiza, creó la primera fábrica para la producción industrial del queso, pero que fue en los Estados Unidos donde se impuso la producción a gran escala.

Me mira de abajo hacia arriba y dice: Roquefort. Le contesto: Cabrales. Y como si estuviésemos jugando al Ping Pong continuamos: Parmesano, Manchego, Feta, Stilton, Cheddar, Gouda, Emmental, Harzer Käse, Gorgonzola, Majorero, Mozzarella, Burgos, Mascarpone, Quark…

Tocan a la puerta. Es mi vecina Beatriz que me trae una tarta de queso deliciosa, junto con la receta. Ni que estuviese detrás de la puerta escuchando.


Ingredientes:

1 lata de leche condesada (pequeña).

1 lata de leche de vaca (la medida es la lata de leche condensada).

4 huevos

¼ kilogramo de queso Villalón o de Burgos

Preparación:

Engrasar el molde con mantequilla. 
Mezclar todos los ingredientes en la batidora. 
El horno a temperatura media, durante unos cuarenta minutos aproximadamente. 
Cuando la parte superior esté dorada introduce un objeto punzante, si sale seco ya está la tarta. 
Si te gusta trabajar en la cocina la puedes adornar con lo que quieras.



Más fácil imposible.

   

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