sábado, 17 de marzo de 2018

Mariano Fortuny y Marsal (Reus, 1838 – Roma, 1874).


La batalla de Tetuán, 1863-1873 (MNAC de Barcelona)
Foto: Wikipedia

He visitado la exposición dedicada a este gran artista español del siglo XIX que alcanzó gran repercusión internacional. La muestra nos la ofrece el Museo Nacional del Prado y por vez primera, en su conjunto, podemos apreciar ciento sesenta y nueve obras. 

Fantástica.

En ella encontramos pintura, dibujos, grabados y como novedad parte de su colección de antigüedades.

Fue el gran renovador de la acuarela, en su tiempo, aportando naturalidad, claridad en sus tonos, ejecución de calidad admirable.

En esta exposición hemos visto los propios fondos del Museo del Prado, del Museo Fortuny de Venecia y el Museo Nacional d’Art de Catalunya.  

Mariano Fortuny está considerado uno de los pintores españoles más importantes del siglo XIX, después de Goya.

Cecilia de Madrazo, esposa de Fortuny.
Foto: artesinsecretos.blogspor.com


Frases que aparecen en la exposición:

«Cada día voy conociendo que hay más afinidad entre lo que Goya buscaba y lo que busco yo». Fortuny, Madrid, 1867

«En lo que se refiere a un cuadro bien pintado, prefiero a todos los demás un retrato de Inocencio X por Velázquez». Fortuny, Roma, 1858

«El Greco cuando es bueno me gusta como el mejor». Fortuny, Granada, 1871

«Fortuny poseía esa rara cualidad de los genios, la paciencia del esfuerzo». Anne Hampton Breweter, Roma, 1875

«Contribuían mucho a aquella vida que tienen sus cuadros los innumerables apuntes que hacía del natural con una facilidad prodigiosa, siempre con el lápiz o la pluma en la mano». Martín Rico, Venecia, 1906.

«Se pasaba las horas muertas en las espléndidas tarbeas de los reyes nazaritas: allí meditaba y recogía ideas, a las que su pincel daba luego seductoras formas». Pedro de Madrazo, Madrid, 1874

«Su vasto atelier, donde había dispuesto con un gusto exquisito sus espléndidos tejidos, sus cerámicas de reflejo dorado, sus armas antiguas y mil otros objetos curiosos, era una verdadera maravilla de decoración». Barón Davillier, París, 1875

«Estuve en África con Ferrández y Taperó, un viaje felicísimo. Vimos grandes cosas que pintar». Mariano Fortuny, Granada, noviembre de 1871.

«Había aspirado un talento refinado hasta o precioso… Fortuny había vuelto a encontrar, quizás antes que nadie, la embriaguez de los colores japoneses». Joris-Karl Huysmans, París, 1878

«Ahora puedo pintar para mí, a mi gusto, cuanto me place: es lo que me da la esperanza de progresar y de mostrarme con mi propia fisonomía». Fortuny, Portici, agosto de 1874.

A pesar de su inesperada y temprana muerte a los treinta y seis años, su estilo y técnica lo definen como un gran pintor, atento a los detalles, al juego de luces. Su obra fue y es muy apreciada.



La odalisca, 1861 (MNCA de Barcelona)
Foto: Wikipedia

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