lunes, 15 de octubre de 2018

Cuenca

Casas colgadas y puente de San Pablo



Situada en la confluencia del Júcar al norte y su afluente el Huécar, al sur, la ciudad se levanta a unos mil metros de altitud, sobre una muela que recortan los tajos de ambos ríos, llamados en Cuenca las hoces.

El árbol más común de la zona es el pino, aunque antiguamente lo fue la encima. No obstante, los álamos, olmos y sauces dominan las hoces de ambos ríos.

Perteneció al califato de Córdoba, a la Taifa de Toledo, a los almorávides, hasta que Alfonso VIII la conquistó el 21 de septiembre de 1177. Obtuvo la categoría de «Ciudad» de la mano de Alfonso X en 1257, y los títulos de «Muy Noble, Muy Leal», en 1465 por Enrique IV. Tras la Guerra de Sucesión Felipe V le otorgó, además, los títulos de «Fidelísima y Heroica».

La ciudad vieja, monumental, con el núcleo central que gira en torno a la plaza Mayor, conserva un entramado de calles estrechas, sinuosas y empinadas, con rincones llenos de iglesias y conventos, con antiguas casonas de singular encanto y las famosas casas colgadas, sobre la hoz del Huécar, construidas en el siglo XV.

Catedral de Cuenca

Conserva restos del castillo y de las murallas medievales. La catedral, de estilo anglonormando, fue iniciada a fines del siglo XII y representa uno de los ejemplos más tempranos del gótico en España. Se consagró en 1208 aunque no se terminó hasta 1271. Su planta es de cruz latina, con tres naves y cabecera con girola, bóvedas de crucería y triforio en el brazo mayor de la nave.  De interés especial son el arco renacentista llamado de Jamete, las capillas de los Barba y Albornoz, la sacristía mayor y la sala capitular.

En la segunda mitad del siglo XIV, el arquitecto José Martín de Aldehuela construyó una serie de iglesias que se conservan en parte, como la de San Felipe Neri en sus escalinatas se canta el Miserere en Semana Santa‒, la de San Pedro, de planta circular, y la de San Antón.  Deben ser mencionados también el convento de San Pablo con portada barroca e interior del gótico final, hoy Parador Nacional; el de la Concepción franciscana, la ermita de las Angustias, muy relacionada con la Semana Santa conquense, y la iglesia del Salvador.


Entre los edificios civiles sobresalen las llamadas casas colgadas del siglo XV sobre la hoz del Huécar; las casas solariegas de la calle San Pedro; el ayuntamiento, concluido en 1762; la casa de Misericordia fechada en 1777; la casa de las Rejas; el hospital de Santiago y el palacio episcopal. 

El Museo de Arte Abstracto, que fue instalado en una de las casas colgadas, según iniciativa del pintor Fernando Zóbel, está especialmente dedicado a los artistas no figurativos españoles.

Su casco antiguo fue declarado en 1996 Patrimonio de la Humanidad.  


No dejéis de visitarla

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