Se
dice cuando alguien es burlado, engañado y estafado con gracia y habilidad.
Varias
son las versiones del origen de esta frase.
Unos
dicen que La Mancha, en la Edad Media, ya era famosa por la calidad de sus
vinos, pero para dar salida a las partidas de vino de baja calidad se agasajaba
a los compradores confiados con queso manchego en aceite, ya que su fuerte
sabor hacía que fuera difícil de
distinguir un buen caldo de otro echado a perder.
Otros
cuentan que el gobernador de Utrecht, estando sitiada esta ciudad, se encontró
sin municiones por lo que ordenó fabricar grandes quesos de bola pintándolos de
negro. Mandó a dispararlas causando grandes bajas entre sus enemigos. Pompeyo
Gener, escribe: “A las pocas horas, la ciudad de Utrecht, celebraba alborozada la gran victoria ¡Mi antepasado se
la había dado con queso al enemigo!
Fuentes:
Suplemento de Muy interesante. El libro de los Dichos
(página 6).
Díez
Barrio, Germán: Dichos populares castellanos (página 44).
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