Está
considerada una de las mejores muestras del mudéjar toledano, por lo que
también se le llama la Catedral del Mudéjar.
Está
situada al lado de la Puerta de Bisagra, al norte del recinto histórico, en el
barrio llamado del Arrabal.
Parece
probable que fuera mandada a construir por el rey Sancho II de Portugal, también
llamado Sancho Capello.
Su
interior es de esbeltas proporciones, con tres naves, la central más alta que
las laterales, de tres tramos separados por grandes arcos apuntados y cubiertas
por armaduras de madera. Hay símbolos árabes como la mano de Fátima e
inscripciones en el techo de madera.
Pavón
Maldonado nos dice refiriéndose a un libro de González Palencia que esta
iglesia está citada en un documento mozárabe del año 1125, siendo muy probable
que la torre existiera ya en este año, no así la iglesia que habría que
fecharla en la segunda mitad del siglo XIII, cuya proporción, esbelta en
exceso, pero elegante y los arcos ojivales derivan del gótico.
En
opinión de Yarza la altura de los soportes y cubiertas se ha puesto en relación
con el gótico porque, la catedral estaba en obra por entonces, pero cree
difícil atribuir a los mudéjares esta elevación, a la que no eran aficionados.
En esta iglesia se rompió uno de los pisos en el ábside central para incluir un
arco que abarcara ambos pisos y se abriera como entrada de luz. La esbeltez
trae a la memoria algún ventanal gótico aunque los ejemplos son de fechas tal
vez más adelantadas que la iglesia. Para este investigador esta iglesia se
fecha antes de 1265, año de un epitafio en ella, pero dentro del siglo XIII y
escribe que en 1256 se califica de nueva la torre, pero que debió construirse
pocos años antes, máxime a comienzos de siglo.
Atravesamos
un gran arco de herradura, cobijado por otro lobulado que se cubre con un friso
de arcos entrelazados y se enmarca con dos finas pilastrillas rematadas en
ménsulas, unidas por una malla reticular de ladrillo, inspirada en la vecina
mezquita de Bab al Mardúm, llamada del Cristo de la Luz.
Esta
torre está exenta, sobre base cuadrada. De ladrillos en los vértices y con el
sistema de los cajones de mampuesto entre hiladas de ladrillo. A una cierta
altura se levanta una bella ventana geminada de arcos de herradura cerrada y
enmarcada por alfiz. Para algunos es la torre más antigua de la ciudad ya que
delata la forma típica califal de la época de Almanzor. Más arriba, un nuevo
ventanal da la impresión de ser algo posterior. Se ha comparado con un alminar,
siendo imitada en los alminares de San Bartolomé y de San Andrés.
En
esta iglesia se repiten la techumbre de par y nudillo y ventanas espaciadas y
recuadradas por baquetoncillos de San Juan de Ocaña. Es armadura de par y
nudillo la de cubierta a dos aguas donde el par de maderas que se apoya arriba
en la viga horizontal se refuerza por viguetas transversales en la parte alta.
La
innovación más importante del templo son los tres ábsides redondos que en
Toledo resulta excepcional aunque, es un modelo típico de la tradición románica
en Castilla y León.
Las
capillas laterales de la cabecera repiten la forma redonda de la mayor. En
cuanto a la portada tiene un arco de herradura inscrito en otro polilobulado y
un friso encima con arcos lobulados entrecruzados de traza bastante libre.
En
la nave central a la izquierda hay un púlpito mudéjar policromado, labrado y de
gran belleza, desde el que predicaba San Vicente Ferrer, quien originó con sus
predicaciones en 1391 violentas cruzadas populares contra los hebreos.
El
retablo es renacentista con decoración plateresca, obra de Francisco de
Espinosa con imágenes de las vidas de Cristo y Santiago.
En
las relaciones hechas, por iniciativa de Felipe II, a finales del siglo XVI se
dice:
“… su torre es fuerte, y ay en la
iglesia casa para el cura, en el coro al lado derecho, tienen los Avilas una
capilla muy antigua aunque pequeña, tiene esta iglesia un corral para cimenterio
y delante della una plaça con su pretil para lo mismo.”
Fuentes:
Gómez-Moreno: Arte mudéjar toledano, pp. 8 y 9
Gónzalez Palencia: Los mozárabes de Toledo…, p. 197
Pavón Maldonado, Basilio: Arte toledano: islámico y
mudéjar. Instituto Hispano-Árabe, Madrid, 1982, pp. 70 y ss.
Wikipedia, la enciclopedia libre
Yarza, J.: Historia del Arte Hispánico. Tomo II “La Edad
Media”, Ed. Alhmabra, Madrid 1982, pp. 262 y ss.
La conocía. Pero tu descripción es muy buena. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Antonio. Un abrazo.
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