Meditación
sobre “La Monja Gitana” de Federico García Lorca.
“Silencio
de cal y mirto”
en
una tarde de agosto.
Silba
el moscardón inquieto
y
empapa el sudor el rostro.
Las
cigarras en las ramas
se
abanican con las alas.
Sombreada
por un naranjo
Sor
Inés borda y reborda
sus
sueños de amor perdidos
en
un pedazo de lino.
Las
agujas en sus manos
primorosas
crean lirios,
jazmines
y rosas blancas
enmarcadas
por el verde
de
las hojas de sus ramos.
Cada
madeja de hilo
se
te convierte en suspiro
que
se deshace en el aire,
pero
se queda atrapado
en
el retal que es tu sino.
Sor
Inés Circuncisión,
otra
piedra del convento.
Condenada
a soledad
como
oblación ofrecida
para
expiar la conducta
que
obró una necesidad.
En
la estrechez de la celda
tus
manos pálidas tiemblan
cuando,
urgidas por la ansiedad,
procuran
serenidad
sobre
un retazo de tela.
© Ramón L. Fernández y Suárez
Silencio de Cal y Mirto por Ramón L. Fernández y Suárez se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
No lo vi en su momento y he comenzado el año en una tarde de agosto imaginando el abanico de las cigarras con sus alas, escuchando el concierto de año nuevo. Un bello contraste. Precioso Ramón.
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