Mª Isabel Martínez Cemillán: Don Juan Tenorio y la crisis teatral

Bonavova e Inocencia Alcubierre es una escena de la película
Don Juan Tenorio de Ricardo de Baños (1922)

Hace unos días escuchaba en una emisora a un empresario teatral que se quejaba amargamente de la disminución de público en las salas.

Han tenido que recurrir al sistema de grupos con precios rebajados, no hay compañías estables, cortas temporadas, etc. etc. Después anunciaba una charla sobre el mito de Don Juan y como me encanta el teatro fui.

¡Qué bien hice, que culta y amenísima charla!

Tanto me gustó que, muy resumida, la transcribo:

Aunque existían los antecedentes de Tirso de Molina y Molière, el gran éxito y difusión del mito llegaría siglos después, en plena época romántica con Don Juan Tenorio, de Zorrilla, drama en verso y con un sentido, intención y final totalmente nuevos.

José Zorrilla y Moral

A pesar de ser una obra profana de marcado ambiente sexual, se programaba en noviembre coincidiendo con la festividad de Todos los Santos y el día de Difuntos, muchos espectadores la seguían año tras año, compartían sentimientos con los actores e incluso incorporaban frases a la vida cotidiana, por ejemplo:

¡Cual gritan esos malditos! si alguien hablaba demasiado alto.

El éxito y la popularidad fueron tales que se escribieron varias parodias. Especial aceptación tuvo Tenorio y la crisis del 98, con una hilarante escena del sofá entre Sagasta-Tenorio y Castelar-Doña  Inés que comenzaba, “no es verdad carota mío….”

Zorrilla supo incorporar perfectamente el lema católico del pecador arrepentido, cuando Don Juan grita: llamé al cielo y no me oyó…

Aparece el espectro de la inocente Doña Inés, la mujer amada que le salva del castigo y ese papel de mujer redentora entusiasmó a las féminas de una época en que estaban muy discriminadas y es evidente que contribuyó al fabuloso éxito  del drama con feliz desenlace, que, curiosamente, aún perdura.

¿Saben ustedes que Don Juan es la más popular, no la mejor ni peor, sino la obra que mejor ha conectado con el público universal junto con Don Quijote?

¿Qué hoy en día, con la que está cayendo, sigue interesando tanto que en los últimos años ha recibido más de cincuenta y ocho mil entradas en Internet?

Es que el mito nos cautiva. Doy fe. El auditorio estaba repleto y con abundante gente joven que aplaudieron, aplaudimos a rabiar, entusiasmados al final de la conferencia.

¿Hay crisis teatral? pensamos que no. Hay crisis de buenos autores que sepan desarrollar temas interesantes, bien y correctamente escritos. Cuando lo son, recordemos las centenarias representaciones a teatro lleno de obras como: Arte, En el estanque dorado, El crédito…

En sentido opuesto, obras chabacanas, aburridas a fuerza de querer ser trasgresoras, ni siquiera recordamos los nombres, las salas medio vacías. Los empresarios tienen que recurrir a reposiciones de antiguos autores, y

¡¡¡Qué bien, porque muchas, son tan buenas!!!

Don Juan Tenorio y la crisis teatral por Mª Isabel Martínez Cemillán se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.

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