Códice Nuttall, representación de dos reyes de la cultura mixteca compartiendo chocolate |
Bajo el lema “Para
entrar y salir con buen pie en el año, toma chocolate”, se ha celebrado hace
pocas semanas en un centro comercial suizo un “Salón del Chocolate”, donde
famosos maestros, reposteros y chocolateros proclamaron su excelencia y
ofrecieron nuevas y originales recetas, además de informar sobre su historia.
Chocolate en su forma primaria Previa a la solidificación. |
Parece ser que
ya Colón trajo unas bayas de color oscuro que no se sabía para qué se
utilizaban y tenían un sabor amargo, por lo que no se las prestó atención
prefiriendo las que servían de condimento, como la pimienta. Años más tarde,
Hernán Cortés fue obsequiado por Moctezuma con una bebida espumosa,
refrescante, de agradable sabor que le agradó
tanto que preguntó qué era y cómo se conseguía, y así se enteró que
desde mucho tiempo atrás, los Mayas machacaban los frutos del cacaotero hasta
convertirlos en fino polvo, lo mezclaban con agua y lo consumían abundantemente
para aliviar el pegajoso calor. Los aztecas mejoraron la fórmula añadiendo
vainilla y miel que, caliente y bien batida, llamaron “xocolatl”, llegando
a ser tan apreciada que se utilizaba,
igual que el oro molido, como moneda de cambio, porque, además, creían que
tenía poderes mágicos y saludables y los brujos la utilizaban en ceremonias rituales para
proporcionar fuerza y vitalidad.
Planta de cacao, de las semillas se extrae el chocolate |
Cuando Hernán Cortés
vuelve a España se trae esquejes del árbol y gran cantidad de polvo de cacao,
así como la receta para la bebida, que en un principio, sólo se consume en los
grandes palacios señoriales y, curiosamente, en los monasterios, hasta que, ya
en el siglo XVI, un expedicionario italiano la trae a Europa y la divulga,
alcanzando su cénit en el siglo XIX, cambiando agua por leche que, más fina y
sabrosa, será la bebida de moda especialmente entre la adinerada y pujante
burguesía A finales de siglo, en Suiza, la colaboración entre el repostero
Peter y la firma Nestlé, hizo que empezara a fabricarse industrialmente y a
utilizarse como desayuno y merienda en varios países, especialmente en España,
más dulce y espeso y en Francia, más ligero y diluido.
Los maestros
chocolateros del Salón insistieron en que está recomendado por los médicos como
energético, rico en hidratos de carbono, minerales, vitaminas y ácido fólico,
regulador del metabolismo y que la manteca de cacao, rica en ácido esteárico,
no produce colesterol, por lo que es apto para todas las edades, incluso niños,
eso lo sabemos muy bien los que recordamos nuestras meriendas infantiles, pan y
chocolate, ricas, sanas y baratas, mejores que tanta bollería industrial de
ahora y no digamos de los artificiales “chuches”.
Total, que
convencida por tantas buenas razones, aconsejo en estos días fríos y lluviosos,
tomar un chocolate calentito, si está acompañado por unos crujientes churros,
mucho mejor, que nos reconforte en
cuerpo y ánima con su “magia”.
¡Qué rico! |
El chocolate por Mª Isabel Martínez Cemillán se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
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