En la Patagonia, Argentina, podemos encontrar la Península Valdés, en la provincia de Chubut, que por su importancia fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999.
El
istmo Carlos Ameghino une la península al continente y tiene una anchura media
de solo once kilómetros, limitando al norte con el golfo de San José y al sur
con el golfo Nuevo.
Es
como una gran isla. Un promontorio de cuatro mil kilómetros cuadrados que
avanza cien kilómetros en dirección este, penetrando en el océano Atlántico. Su
flora y su fauna son singulares. En toda la región de la Patagonia se han
descrito veintiocho comunidades vegetales y solo en la Península Valdés hay
dieciocho de ellas.
Se
la conoce mucho más por los numerosos mamíferos marinos. Cada año sin falta,
entre abril y junio, una población de ballenas francas australes se reproducen
en las aguas protegidas de estos dos golfos: San José y Nuevo. Esta especie que
dicen estar en peligro de extinción son verdaderas acróbatas, capaces de hacer
la vertical durante dos minutos.
Tiene una expectativa de vida de unos sesenta años. La hembra alcanza su madurez sexual entre los cinco y diez años. A partir de ahí tienen crías cada tres o cuatro años. El chorro de agua que despiden en forma de V se produce cuando la ballena emerge para respirar. El krill es un diminuto crustáceo y el principal alimento de las ballenas que pueden comer hasta trescientos kilos en una hora. Para comer nada con la boca abierta y deja entrar el alimento junto con el agua. La comida queda atrapada en las barbas cuando expulsa el agua. Durante la fase de alimentación acumulan las grasas que le permiten superar el invierno y el período de ayuno durante el proceso reproductivo.
Ballena franca austral Foto: Ángeles Alonso |
Tiene una expectativa de vida de unos sesenta años. La hembra alcanza su madurez sexual entre los cinco y diez años. A partir de ahí tienen crías cada tres o cuatro años. El chorro de agua que despiden en forma de V se produce cuando la ballena emerge para respirar. El krill es un diminuto crustáceo y el principal alimento de las ballenas que pueden comer hasta trescientos kilos en una hora. Para comer nada con la boca abierta y deja entrar el alimento junto con el agua. La comida queda atrapada en las barbas cuando expulsa el agua. Durante la fase de alimentación acumulan las grasas que le permiten superar el invierno y el período de ayuno durante el proceso reproductivo.
En
las costas norte y este de la Península Valdés encontramos la única colonia
reproductora de elefantes marinos en territorio continental. Su época de
reproducción tiene lugar en septiembre y octubre.
En
esta zona hay más de 33 especies de mamíferos marinos.
Es
un lugar importante para la reproducción de los leones de mar. Los lobos y los
elefantes marinos pertenecen al grupo de los pinnípedos, al igual que las focas.
Se diferencian de las ballenas y los delfines porque se reproducen en la costa
y se alimentan en alta mar. Los lobos marinos machos se pelean entre sí para
acceder al mayor número de hembras que llegan a la costa preñadas. El período
de gestación dura doce meses y amamantan a los lobeznos durante el primer año
de vida.
Incluye
también una población estable de orcas, es el delfín más grande del mundo y el
mayor depredador de los mares por su agilidad, que aquí practica un método de
caza único y espectacular consistente en cazar jóvenes y crías de leones y
elefantes de mar en el mismo borde de la playa.
Los
mamíferos terrestres también son abundantes. Entre ellas grandes rebaños de guanacos,
como de maras, especie endémica de Argentina.
Los
pingüinos de Magallanes poseen una elegante estampa en mar y tierra. En esta
zona tienen unos cuarenta mil nidos repartidos en cinco colonias. Pasan la
mayor parte de su vida en el agua, son excelentes nadadores y en época
reproductiva llegan a la costa patagónica.
Los primeros en llegar son los machos que se encargan de arreglar los nidos. Los ejemplares adultos realizan el ritual del cortejo uniendo sus picos y balanceando el cuerpo durante todo el periodo de nidificación.
Los pingüinos se alimentan de calamares, pulpos y peces pequeños. Los pichones nacen después de unos cuarenta días de incubación. Las crías al nacer están cubiertas por un fino plumón que, luego de tres meses, comienzan a cambiar por plumas verdaderas. Los padres los alimentan durante tres meses con una pasta pre-digerida.
Sus ásperos graznidos recuerdan a los rebuznos. Con ellos alejan a los extraños. Más con sus gestos, sus andares, sus miradas, enamoran.
Los primeros en llegar son los machos que se encargan de arreglar los nidos. Los ejemplares adultos realizan el ritual del cortejo uniendo sus picos y balanceando el cuerpo durante todo el periodo de nidificación.
Los pingüinos se alimentan de calamares, pulpos y peces pequeños. Los pichones nacen después de unos cuarenta días de incubación. Las crías al nacer están cubiertas por un fino plumón que, luego de tres meses, comienzan a cambiar por plumas verdaderas. Los padres los alimentan durante tres meses con una pasta pre-digerida.
Sus ásperos graznidos recuerdan a los rebuznos. Con ellos alejan a los extraños. Más con sus gestos, sus andares, sus miradas, enamoran.
Gesto característico Foto: Ángeles Alonso |
De paseo Foto: Ángeles Alonso |
Regresando al nido Foto: Ángeles Alonso |
Anidando Foto: Ángeles Alonso |
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Gracias.
Qué bonito e instructivo. Marieta, muchas gracias por compartir un viaje tan bonito
ResponderEliminarMuchas gracias a tí, Carmen.
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