“Cuéntase que el rey Sancho
II mandó al Cid, para que persuadiese a doña Urraca le cambiase a Zamora por
otros lugares, exentos de los temores de las correrías de los moros; y que si
no venía en este Tratado, la asegurase que la quitaría la ciudad por fuerza…
Precisado el Cid, salió a
executar la Embaxada, y dixo a doña Urraca: Señora el mensagero no obra por sí;
débese atender al carácter que trae, y en él no se debe atender respeto que el de la obediencia, en que no cabe
culpa: y así, Señora, diré con vuestro permiso el encargo, que vuestro hermano
y mi Rey me ha mandado represente de su parte; que se reduce, a que vos,
Señora, le deis la ciudad de Zamora que su magestad entregará por ella a Medina
de Rioseco con el infantazgo desde Villalpando hasta Valladolid y el Castillo
de Tiedra, afianzando con juramente de doze caballeros, de que jamás
contravendría al Tratado”.
Según
el testimonio de una borrosa inscripción que hay en una de sus piedras, los
orígenes del castillo de Tiedra (Valladolid) se remontan al siglo XI. Ocupa una
pequeña altiplanicie al sur de la villa.
Entre 1050 y 1060 Fernando I
divide el reino entre sus cinco hijos. A Sancho II “El Fuerte” le correspondió
León y pidió por medio del Cid a Dª Urraca, a la que se le había otorgado
Zamora, que le entregara su plaza a cambio de Astorga, Benavente, Villalpando y
el nuevo Castillo de Tiedra. Parte de la construcción actual data del siglo
XIII.
Está
constituido de una alta torre central y una muralla que la rodea, cerrando el
recinto. La muralla tiene forma rectangular, antiguamente estuvo toda ella
coronada de almenas. En sus ángulos hay torreones cúbicos semiderruidos. La
torre central tiene una altura tres veces superior a la de la muralla. También
es de planta rectangular y tiene las paredes lisas, a excepción de alguna
pequeña arpillera que rompe la continuidad del muro y de algunas piedras
salientes que adornan su parte superior.
Este
castillo tuvo gran importancia durante la Reconquista y en el período de
formación de la vieja Castilla. Durante el reinado de Juan II de Castilla fue
la prisión en donde el condestable don Álvaro de Luna encerró a los más
señalados enemigos del reino. Tras la victoria de Olmedo, el rey hizo entrega
del castillo al maestre de Calatrava.
En
el siglo XVI pierde su utilidad guerrera y acaba convertido en palomar. Desde
2013 tras un proceso de restauración se puede visitar. Espectacular mirador por
su ubicación estratégica.
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Gracias
Gracias
Muy bueno, yo conocí el castillo de Tiedra hace mucho tiempo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por su comentario. Sobre la Villa de Tiedra Vieja y su castillo he publicado en más de dos ocasiones pues es la Villa donde nació mi padre. Un saludo afectuoso.
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