Teatro Español Fachada a la plaza de Santa Ana |
En la calle del León, junto a la Academia de la
Historia, estaba situado uno de los Mentideros de la Villa, quizá el más
famoso, llamado “De los Cómicos”,
donde se reunían todos aquellos que actuaban o solicitaban y sus representantes
para criticar, chismorrear, y darse a conocer, saludando reverenciosos a los
ilustres moradores del barrio, Lope de Vega, Cervantes, Quevedo y alguno más.
Margarita Xirgu y Pilar Muñoz interpretando Yerma de Federico García Lorca, en 1934 en el Teatro Español |
Un lugar elegido por la proximidad al principal
Corral de Comedias de la Villa y Corte, el Corral de la Pacheca, al ser su
dueña Isabel Pacheco. Tan exitoso y concurrido que pronto tuvo que ampliarlo
comprando la casa contigua y llamándolo Corral del Príncipe, con gradas, palcos
con celosías para gente principal que querían ver sin ser vistos, amplísimo
patio con una zona reservada, “La Cazuela”,
para mujeres “sin linaje y poco dinero”,
tan entusiastas ellas y tan numerosas que hubo que contratar un empleado, “el apretador” cuyo trabajo consistía en
ubicar el mayor número posible a base de empujar, el resto del patio, para el
pueblo y en lo alto un piso “el gallinero”
ruidoso y alborotador, rebosante de soldados y mosqueteros.
María Guerrero y Fernando Díaz de Mendoza en el Teatro Español interpretando La Princesa Bebé, de Jacinto Benavente |
Por su cada vez mayor éxito y mediante real
protección, el Corral se convierte en Teatro, tres plantas, lujosos palcos,
techo de lona encerada y camerinos para los artistas. En él estrenarán Tirso de
Molina, Calderón, con extraordinario éxito con “El Sí de las Niñas”, Moratín y por supuesto, el increíblemente
prolífico Lope de Vega al que se le atribuyen más de dos mil comedias, aunque sólo
nos han llegado quinientas, suscitando tal entusiasmo en el estreno que los
numerosos admiradores le seguían hasta su casa aclamándole, algo que, al
parecer, molestaba mucho a su vecino Cervantes que cerraba a cal y canto
ventanas y balcones para no oír los vítores.
En 1802 el teatro sufre un devastador incendio y se
reconstruye muy mejorado con buena dotación técnica y lujosa decoración y ya
como Teatro Español. Pero como si le persiguiera una maldición, ya en el siglo
XX, en los años 70, otro terrible incendio lo deja tan dañado que se decide
cerrarlo y cerrado estará durante años hasta que junto a un solar adyacente, lo
compra el Ayuntamiento, se remodela con una fachada simétrica a la primitiva,
tal como hoy está, se inaugura solemnemente y vuelven a representarse no sólo
las obras clásicas antiguas si no las de escritores modernos de gran calidad y
éxito, ¿Quién no recuerda “Historia de
una escalera”, de Buero Vallejo?
© Mª Isabel Martínez Cemillán
Del mentidero de los cómicos al Teatro Español por Mª Isabel Martínez Cemillán se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Del mentidero de los cómicos al Teatro Español por Mª Isabel Martínez Cemillán se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario