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lunes, 13 de julio de 2015

Marisa Caballero: Palacio de Buenavista


En el centro de Madrid, en una de las esquinas de la Plaza de Cibeles; entre las calles de Alcalá y el Paseo de Recoletos existe un jardín vallado que llama la atención por su frondosidad, es tan bello que rápidamente se desea visitar. Lo que muchos no conocen, es que este maravilloso vergel, oculta un palacio, testigo de la historia militar  y política española desde hace dos siglos. Hoy sede del Cuartel General del Ejército. En otros tiempos Palacio de la Duquesa de Alba, Ministerio de la Guerra, Ministerio del Ejército, que fue habitado por cardenales y  reyes.

En sus orígenes la propiedad estuvo cercada por un muro. El  bonito enrejado que contemplamos hoy, y el estilo paisajista del jardín, se realizó después de 1870. Con anterioridad, José Bonaparte, ordenó la construcción de una escalera por la que se accedía al palacio y un jardín geométrico de estilo francés. Hoy, si nos detenemos a contemplar el jardín desde la puerta de acceso de la calle de Alcalá, seguimos contemplando esta escalera y los  parterres que la circundan. En el paseo central que nos conduce a ella, se distingue una estatua dedicada al Valor, obra de José Alcoverro.

Foto: Arte en Madrid
artedemadrid.wordpress.com

Foto: J.Laurent.
Ministerio de la Guerra. Antes de 1863
(memoriademadrid.es)
















Desde esta puerta, al fondo de la escalera, se aprecia las bases de una construcción. Sólo desde el interior o si se sube a las terrazas del bello edificio de Correos; hoy Ayuntamiento de la capital,  o a la del círculo de Bellas Artes, se puede contemplar en su totalidad, el gran completo de edificios situado entre las calles de Alcalá, Barquillo, Prim y el Paseo de Recoletos, entre los que destaca el Palacio llamado de Buenavista con varios patios.

Se cita en el primer párrafo que el palacio de Buenavista ha sido testigo de la historia militar española. El que existió al principio, a mediados del siglo XVI no es comparable al actual. Una casa palacio, construida en el Altillo del llamado de Buenavista, por las que se divisaban desde la pequeña colina.  Rodeada de huertas y olivares, propiedad del cardenal Quiroga, cercana al camino de Alcalá.

Cuando Felipe II traslada la Corte a Madrid, haciendo de la ciudad la capital del reino, el propietario del pequeño palacio, se lo cede al rey, al que debía su nombramiento como Arzobispo de Toledo e Inquisidor del Reino, y encontrarse él en Nápoles. Este utiliza la propiedad como lugar de recreo y descanso durante las obras de rehabilitación como vivienda del Alcázar.

Cambió de manos varias veces, siendo utilizado por Felipe III, Diego de Silva y Mendoza, los Jesuitas, el Marqués de la Ensenada, Isabel de Farnesio; segunda esposa de Felipe V, que vivió en él hasta su muerte. Fernando Silva y Álvarez de Toledo, XII Duque de Alba; su famosa nieta Mª del Pilar Teresa Cayetana y Silva y Álvarez de Toledo, XIII Duquesa de Alba, que lo manda derribar y ordena construir uno nuevo,  es el que ha llegado hasta nuestros días, aunque de menor altura.

A la muerte de la Duquesa lo heredan sus médicos y sirvientes, que no logran mantenerlo. Lo adquiere el Ayuntamiento que lo dona a Manuel de Godoy, sin que llegara a utilizarlo y al incautarle los bienes pasa a ser propiedad del Estado.

Durante la guerra de la Independencia lo ocupa el general Murat. Fernando VII lo dedica a Sede de la Inspección de Milicias, luego fue museo de Artillería. En esa época se construye la escalera de honor que hoy podemos ver, con su balaustrada de mármol gris, adornada con farolas, que fueron las primeras en Madrid con luz eléctrica, instalada en 1882.

Fue vivienda del general Espartero cuando era regente de Isabel II y  del general Prim.

Foto: Marisa Caballero


En la fachada principal del palacio, se distingue un frontón con temas alegóricos.  Llama la atención la existencia de una planta superior, no es lo normal, los frontones coronan los edificios. Se debe a las siguientes adaptaciones que ha sufrido el edificio, que fue bombardeado durante la guerra civil. Ordenó, el general Varela, la construcción de una planta más.  Inicialmente lo presidía un reloj, pero entre 1942 y 1944, se sustituye por un grupo escultórico que representa, a la Patria en el centro, el guerrero a su izquierda y la historia a su derecha.

A ambos lados de la puerta, dos esculturas, en homenaje a dos insignes  militares; Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán;  que se le puede considerar, como creador del Ejército Español. Y a Rodrigo Díaz de Vivar, conquistador de grandes territorios.
    

Foto Marisa Caballero

Foto: Marisa Caballero

Al final de la escalera, en su último rellano, por una puerta situada a la derecha se accede al palacio. Sus salones, construidos al estilo español, con balcones a la fachada principal y  por una puerta  que los comunica.

Foto: Marisa Caballero

El primero es el llamado Salón de Ayudantes, que contiene retratos de gran valor realizados por Maella y Van Loo. Destaca el realizado por Federico de Madrazo, de carácter íntimo, es un retrato de una joven  Isabel II que tiene en brazos a la entonces princesa de Asturias, conocida por todos como La Chata.

Foto: Marisa Caballero

Salón Teniers, llamado así por los tapices que cuelgan sus paredes con escenas de campesinos holandeses, realizados por Van Loo sobre copias  de David Teniers.  Salvo uno,  basado en el primer cartón que realizó Goya: La caza del Jabalí. Todos ellos realizados en la Real Fábrica de Tapices, así como la alfombra que cubre la sala, durante la segunda república y por encargo de D. Manuel Azaña.
Foto: Marisa Caballero
Salón Goya, sus paredes están cubiertas con tapices realizados en seda con temáticas goyescas: La era, La maja y los embozados, las lavanderas y el columpio. En  este salón,  en el centro, una mesa que fue utilizada en el último Consejo de Ministros que presidió Alfonso XIII y donde presentó su renuncia, y el primero de Azaña. Igualmente se reunieron en esta sala la primera Junta de Defensa, presidida por el general Miaja, que impidió la entrada en Madrid de las tropas franquistas, tras la marcha del gobierno republicano a Valencia.

Salón de Audiencias, antiguo despacho del  Ministro, la  mesa aunque de diferente estilo al de la época, se dice utilizó Felipe V, por lo que se cree que es el tablero el que fuera el que utilizó.  En este salón se encuentra el sofá con tapicería original, en el que se realizaron las primeras curas al general Prim, cuando el  27 de Diciembre de 1870, entró gravemente herido después de sufrir un atentado en la calle de Turco, ahora Marqués de Cubas y que aunque no se aprecia, manchó su sangre.

Salón de Batallas, Se llama así por sus cuadros que reflejan batallas famosas.

Salón de Pasos Perdidos, Se trata de un distribuidor a varios salones.

Comedor de Gala, En este salón se encuentra el tapiz más antiguo del palacio, con una de las escenas del Quijote: El desafío al vizcaíno. Llama la atención que tratándose de una escena manchega, el molino sea cuadrado, realizado sobre cartones de Procaccini y Sany. Este comedor se sigue utilizando.

Salón Prim, en la pared un retrato del general y un cuadro que representa la Batalla de Tetuán.

Salón Quijote, se dice que en él falleció el general Prim. Es llamado así por los tapices que representan escenas del Quijote.

Salón de Baile o Embajadores, en este salón estuvo la capilla ardiente del general Gutiérrez Mellado. En sus paredes un retrato de Fernando VII realizado por Goya y otro del mismo rey por Vicente López.

Todos los salones están iluminados por preciosas lámparas de cristal de la Granja, cuenta con 90 relojes y un buen mobiliario, todo ello perteneciente al Patrimonio Nacional.

Se puede visitar, aunque habrá que tener paciencia, ya que al ser la sede del Cuartel General del Ejército; son muy pocos los días que se puede acceder a él, por lo que hay una gran lista de espera.




© Marisa Caballero 




1 comentario:

  1. MARISA:
    Buena información completa y detallada. Hay también un palacio de Buenavista en Málaga (hoy Museo Picasso de la ciudad); también lo hubo en Cuba donde los condes de Buenavista .poseían grandes intereses. A ver si nos continúas descubriendo la traza de sus riquísimos itinerarios. Saludos.

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