A veces, cuanto más solos nos sentimos, se
enciende una luz.
En ocasiones ni siquiera nos percatamos de
ella, porque es demasiado pequeña.
Pero, habitualmente, tras un poco de
iluminación, suele venir mucha más.
Al principio, es únicamente un leve resplandor,
pero de pronto se hace inmenso.
De la oscuridad más absoluta nace la luz y a
ella nos aferramos, con toda nuestra alma.
Todos estamos solos y sentimos que nadie se
preocupa por nosotros.
Pero debemos recordar que, tanto aquí como
en lugares que aún no conocemos, hay alguien que está destinado a ser
importante en nuestra vida.
Alguien que siempre cuidará de nosotros.
No es sencillo encarar la vida con optimismo
cuando la depresión acecha a la vuelta de cualquier esquina. Sin embargo,
debemos aguantar, debemos ser fuertes porque hasta la tormenta más poderosa
termina por acabar. Y después de horas de lluvia, vuelve a salir el sol. Astro
rey que nos protege y nos surte de todo tipo de vitaminas. Por eso debemos
estar atentos a que acabe lo malo y llegue nuestra recompensa. Allí en el
cielo.
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