Santa Casilda Óleo sobre lienzo Francisco de Zurbarán Museo Thyssen Bornemisza |
Santa Casilda de Toledo
Casilda era hija del rey
moro de Toledo Al-Mamum. Según la leyenda llevaba comida a los cautivos
cristianos que su padre tenía encerrados en las mazmorras del Alcázar. Como un
día la sorprendiera el rey, su padre, que con tono airado preguntó qué llevaba
en el regazo de su vestido, Casilda declaró sin vacilar que eran rosas y cuando
descubrió lo que llevaba, los mendrugos de pan se habían convertido en rosas.
Luego las rosas volvieron a convertirse en pan. Sucedió después que Casilda
enfermó, los médicos del rey no encontraban remedio a su mal. Supieron que
cerca de Briviesca, en la provincia de Burgos, había unos lagos llamados de San
Vicente, en los que podría hallar cura. Partió con el permiso de su padre,
siendo recibida por el rey de Castilla, Fernando I. Tomó el baño siendo curada
de inmediato por lo que solicitó el bautismo y nunca más volvió a Toledo. Labró
en lo más alto de una peña, una ermita, en la cual hizo vida solitaria y acabó
sus días en ella. El culto popular comenzó muy pronto pero no fue reconocida
como santa hasta el siglo XVI.
El original de la obra se
expone en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid.
Santa Margarita, 1631 The National Gallery, Londres |
Santa Margarita
Margarita de Antioquía está
incluida entre las santas mártires cristianas. Cuidaba de un rebaño de ovejas y
fue encarcelada y torturada por defender su virginidad frente a los intentos de
un prefecto romano. La representa con los trazos de una elegante pastora. El
bastón que sostiene en la mano termina en un gancho, según la leyenda fue
lacerada con uno. La presencia inquietante de un dragón alude a la leyenda que
narra que durante su encarcelamiento el diablo bajó la forma de un dragón para
tentarla y ésta consigue derrotarlo.
El lienzo puede contemplarse
en la National Gallery de Londres.
Francisco de Zurbarán (1598-1664) |
Francisco de Zurbarán
Nació en Fuente de Cantos, Badajoz en 1598 y murió en Madrid, en 1664.
Contemporáneo y amigo de Velázquez y Alonso Cano. Gracias al comercio con las
Américas su obra cruzó el Atlántico. Una serie de doce cuadros «Las
tribus de Israel», está actualmente en
Auckland, en el condado de Durham, Inglaterra, se supone que no llegaron a
América por un ataque pirata.
Para Zurbarán el dolor no
es, de por sí, un valor moral, por lo que en sus cuadros no hay derroche de
heridas, sangre, tormentos. Sus cuadros con el tema de las vírgenes mártires solo
fueron un medio para representar los instrumentos de tortura.
Probable autorretrato de Zurbarán San Lucas como pintor, ante Cristo en la Cruz |
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