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sábado, 21 de octubre de 2017

María del Carmen Aranda: La inspiración dormida

Muchacha dormida
Johannes Vermeer, 1657
Museo Metropolitano de Arte, New York








«Las grandes elevaciones del alma no son posibles sino en la
soledad y en el silencio».

ARTURO GRAF (1848-1913)
Poeta italiano




Sobre el viejo lecho de seca paja se encontraba bella, hundida
y reposada la Inspiración dormida.

Eran tiempos de color malva y el silencio en medio
de la clara noche callaba. Un silencio roto por los claros
rayos de un incipiente alba.

Su suave energía desprendida aportaba la estabilidad,
la sabiduría, la creatividad, la independencia y la dignidad;
era un espectro lumínico digno de sentir y admirar; todo lo
que ella alcanzaba y lo que a su paso tocaba, lo hacía vibrar.

Silenciosa y bella, cada día la inspiración dormida se
vestía de magia y misterio, atravesando con su silencio
tormentosos días.

Fueron tiempos de color malva los que sin querer la
envolvieron, fueron nostálgicos y románticos tiempos
como relámpagos vividos.

Hoy la he visto de nuevo, los tiempos habían cambiado
y sus colores con ellos, pasando del malva a un
dorado bruñido.

Hoy, por fin, la Inspiración dormida ha despertado
desvelando sus secretos ocultos durante tanto tiempo bajo
su eterno silencio.

Atrás dejó el viejo lecho de seca paja, y sus prendas;
sus prendas ya no son de misterio y magia, sino de corrientes
de vientos y aires frescos.





© María del Carmen Aranda

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