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domingo, 23 de mayo de 2021

Juan Ángel Juristo: Malcolm Lowry, Rumbo al Mar Blanco

 

Las travesías fantasmagóricas de Malcolm Lowry


Malcolm Lowry / Wikipedia

In Ballast to the White Sea, ‘Sin lastre hacia el Mar Blanco’, es una novela inédita de Malcolm Lowry cuyo manuscrito se creía perdido en el incendio de la casa del escritor el 7 de junio de 1944 y que apareció, para inmenso goce de los seguidores del autor de Bajo el volcán, hace escasos años. Ahora, se publica estos días en español de la mano de Malpaso Editorial en traducción de Ignacio Villaro Gumpert y bajo el título sugestivo de Rumbo al Mar Blanco que otorga a la novela un aire de aventura querido y buscado por el autor aunque creemos que pierde, sin embargo, sin esa referencia al barco que navega sin lastre, parte de esa carga simbólica que tanto gustaba Lowry de colocar en sus libros: al fin y al cabo toda su obra, por fragmentada que sea, posee esa implacable coherencia estética que le hace creerse el Dante del siglo XX, creando una Divina Comedia con su particular Infierno, Purgatorio y Paraíso.

Rumbo al Mar Blanco es la historia de dos hermanos que se reconcilian después de afrontar tremendas discrepancias en torno al naufragio del barco de su padre, naufragio que se ha cobrado vidas humanas. Ni que decir tiene que el libro es complejo y, sobre todo, no puede ser de otro modo, atormentado… tanto como la historia que se esconde tras el rescate del manuscrito, rescate que debe mucho a la especulación, como casi todo lo que tiene que ver con Lowry.

En aquel famoso incendio de la casa en 1944, Margerie Bonner, su mujer de entonces, se internó entre las llamas y salvó el manuscrito de Bajo el volcán. Lowry llevaba trabajando desde 1931 en una novela que en ese año de 1944 había alcanzado las mil páginas y cuando Margerie recuperó el manuscrito de Bajo el volcán, el escritor se metió entre las llamas, repetimos la manida frase porque parece que sucedió así, para salvar lo que consideraba su obra mayor. Imaginemos la escena: de las mil páginas sólo quedaron algunas entre un montón de acusadora ceniza. El dolor fue tan intenso que en las cartas que Lowry dirigía muchos años después aludía a esa pérdida como algo irrecuperable, a una empresa fatalmente malograda… otorgando un componente de tragedia clásica a esa pérdida porque en Lowry todo llevaba su carga de signos.

Pero la memoria juega malas pasadas. Se le había olvidado que había dejado una copia de papel carbón en la casa neoyorkina de su suegra en 1936, cuando se casó con la actriz Jan Gabrial y con la que viajó a México por aquellos años. Cuarenta años de anonimato hasta que tras la muerte de Margerie en 1988, para hacer inventario del patrimonio de Lowry, se descubrió el manuscrito, que fue depositado en los fondos de la New York Public Library. La novela comienza con una referencia al mundo universitario de Cambridge, donde Lowry aprendió a trasegar sin medida, costumbre que adquirió proporciones míticas en Oaxaca, donde fue detenido, y cuya experiencia infernal llevó a cabo encerrándose en una cabaña en Canadá durante tres años escribiendo la cuarta versión de Bajo el volcán, novela que fue rechazada por doce editoriales en pocos meses y que Orson Welles se negó a llevar al cine alegando que en esa novela no sucedía nada. John Huston, años más tarde, llevó la historia del cónsul a la pantalla dando la razón a Welles: no era novela para hacer una película porque suceder, suceder, lo que se llama suceder, no sucedía nada y, sin embargo, pasaba de todo en una introspección de carácter mítico de tal envergadura que sobraban las imágenes.


Rumbo al Mar Blanco

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En Rumbo al Mar Blanco ese simbolismo aparece trufado con elementos de Bajo el volcán, aparece Cuernavaca, y Oscuro como la tumba donde yace mi amigo, donde el protagonista, Sigbjorn, se llama igual que uno de los hermanos, el otro es Tor, elementos unidos bajo un lirismo conmovedor, señas de identidad de un escritor que veía en Melville y Kafka a dos hermanos ligados a él por la intensidad poética y el fondo simbólico de sus obras: Moby Dick y K: la novela de Melville, claro, pero sobre todo, El proceso, narración que siempre comparaba con la suya, incluso sabiendo que ese parecido no le otorgaría ventas, por lo menos antes de morirse, premonición que no se cumplió porque la aparición de Bajo el volcán le convirtió en autor de culto, pero ¿hay algo más ambiguo que ser autor de culto? Lowry siempre se creyó preterido… a lo mejor hasta no le faltaba razón.

Tenemos, pues, la oportunidad de acercarnos a Lowry, de nuevo, a través de un inédito que contiene todas las claves que han hecho legendaria su obra, es decir, una sobrecarga de elementos míticos y simbólicos escritos y desvelados con una escritura de elevados tonos líricos, tonos que se inmiscuyen en cualquier orden de la vida, hasta hacer de ella algo que sirve tanto para una tragedia de corte clásico como para una película de vaqueros. Algo que no gusta a todo el mundo: muchos opinan que Lowry en ciertos aspectos es banal y que su obra es producto de una época.

No seremos nosotros los que opinamos así. Por eso nos hemos ocupado de Rumbo al Mar Blanco. Para los que la lean: buena travesía.




Juan Ángel Juristo

Cultura Libros

1 de septiembre de 2017

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