El ser humano, en su lucha por la supervivencia, a menudo esconde los recuerdos más dolorosos en algún lugar oscuro de la mente; aquellos sucesos que nos ponen al borde de la locura y en riesgo de perder la razón por incapacidad para manejarlos, no se borran nunca, aunque durante años así lo pueda parecer, si no que se esconden entre baúles antiguos, se tapan con mantas raídas y se encierran bajo llave, con la esperanza de relegarlos al olvido o, tal vez, para desempolvarlos en algún momento futuro cuando podamos asumirlos y manejarlos.
Valentina, nuestra protagonista se ha criado entre los mimos de los suyos, en especial su madre y su abuela, que fallecen en un accidente de tráfico dejándola sola, pero con recursos suficientes para manejarse en la vida. Su brillante mente la lleva a dedicarse a la investigación, campo en el que sueña poder despuntar y conseguir fama y reconocimiento si no fuera porque todos sus esfuerzos van encaminados a trabajar en el negocio familiar, algo turbio pero muy lucrativo, que les permite mantener un buen nivel de vida.
En El laberinto de los sueños, Solead Palao nos sorprende con una historia de enredo y picaresca con trasfondo psicológico y escrita con mucho humor, en la que Valentina que, aparentemente lo tiene todo en la vida, se encontrará de frente con un secreto que tendrá que desentrañar para no perder la cordura. Recorrerá este camino de la mano de personajes, algunos disparatados, tanto reales como etéreos, que pondrán su granito de arena para que sea la protagonista de la historia quien llegue a la sorprendente conclusión que, al fin, la devolverá a la realidad.
© Julia de Castro
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