Yo era una apasionada del
cerdo cuando vivía a dos zancadas del mar Caribe, y ahora que estoy en la
meseta castellana, que debo recorrer como mínimo cuatrocientos kilómetros para
ver el mar, me ha dado por el pescado. Así soy: «Díganme de qué se trata que yo
me opongo».
Primero me enamoré del
bacalao, luego del salmón, más tarde de la merluza, ¡ay!, las sardinitas, los
boquerones, los calamares… ¡Basta, que se me hace la boca agua! Y conste que no
he mencionado el pulpo a la gallega.
Mi amiga Esther, una
segoviana de pura cepa, lo sabe, y como es divina en la cocina, me busca
recetas fáciles y riquísimas. Y hoy ha tocado filetes de merluza a lo Quirós.
Ingredientes:
Filetes
de merluza congelados
Gambas
(congeladas y peladas)
Palitos
de cangrejo
Cebolla
Tomates
Cherry
Harina,
vino blanco y perejil
Modo de hacerlo:
En una sartén fríes
cebolla picadita, añades las gambas y los tronquitos en trocitos y les das una
vuelta, echas los tomatitos partidos en dos.
Lo filetes una vez
descongelados, los pasas por harina y los echas en la sartén, les das la vuelta
y echas la bendición (un chorrito de vino blanco) y un poco de perejil. Se hace
enseguida, me dice, no tienes que dejarlo mucho.
Ella
esperaba que yo entrase en la cocina, pero es su territorio, y no debemos
molestar a quien trabaja.
Por
hacer algo busqué la historia de la recolección y consumo de pescados y
mariscos. Por lo visto esta práctica se remonta hasta el Paleolítico, eso dicen
las evidencias arqueológicas. Los egipcios, israelitas, griegos, romanos,
japoneses eran grandes consumidores de lo que pescaban. Y cuando me iba a
adentrar en esa historia tan apasionante, me llaman a la mesa. Esto es rapidez
y lo demás: Tonterías.
Gracias
Esther
Está
para chuparse los dedos
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