Hoy os traigo una pequeña serie de suspense protagonizada por Kate Winslet
que me ha dejado gratamente sorprendida y con el corazón un poquito encogido.
Mare Sheehan es una policía en las afueras de Filadelfia, Pensilvania, que investiga las desapariciones de adolescentes, algo difíciles, mientras intenta mantener la cordura en su vida después del suicidio de su hijo y la ruptura de su matrimonio. Enganchada a la terrible desgracia, Mare sigue, a duras penas, con su vida gracias a un trabajo, que desempeña muy bien y que se le hace muy duro por la cercanía de las víctimas y sus familias, mientras se esconde de sus fantasmas a los que no es capaz de enfrentarse.
Los habitantes de este pueblo arrastran un aire de frustración que sume sus provincianas vidas en un ambiente gris, frío, tenso y pesado y, las hace convivir con cierta naturalidad, con asesinatos, infidelidades, violencia en el hogar, drogas, violaciones y alcoholismo.
Cada uno de los personajes arrastra su propia mochila cargada de
desgracias, miserias y frustraciones, que de una u otra manera, Mare hace
recaer sobre sus propias espaldas, ya bastante cargadas de por sí, lo que
empieza a superar esa frágil apariencia de fortaleza en la que se escuda y que
amenaza con hacerse añicos.
Todos estos ingredientes me han enganchado de tal manera que esperaba con ansia el siguiente episodio para llegar al final y descubrir los oscuros secretos que se ocultan en su trama. Y el final no defrauda, por mucho que creas haber encontrado la solución al enigma, este superará con creces las expectativas.
En definitiva, que a mí me ha parecido una gran serie con un argumento interesante y creíble, al igual que sus personajes, en especial Mare Sheehan a quien da vida una Kate Winslet que está enorme en el personaje.
©Julia de Castro
Reseñas
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