La novela que os traigo,
Malasanta de Antonio Tocornal, no es una lectura ligera ni cómoda. El autor se
encarga de ponernos delante de las narices una historia tan sórdida que hay que
hacer gran acopio de fortaleza para asomarse a sus páginas.
Tocornal nos presenta una
realidad descarnada y dura y no esconde las imágenes más escalofriantes e
impactantes en un relato cruelmente realista y a la vez, tremendamente tierno y
hasta, de alguna forma, humorístico.
Malasanta pasa gran parte de
su vida, desde su nacimiento, en el prostíbulo de doña Expiración donde, al
alcanzar la edad suficiente, comienza a ejercer el oficio de su madre. Tal vez
no había más alternativas para alguien que no ha conocido otro mundo. Tras años
en el lupanar del pueblo de La Ciénaga, consigue huir para diluirse en la
ciudad.
Esta novela se desarrolla en
seis escenas que corresponden a las edades de Malasanta: cinco, quince,
veinticinco, treinta y cinco, cuarenta y cinco y cincuenta y cinco años,
mostrando en cada una de ellas una mujer diferente que no es otra cosa que el
resultado de lo vivido en las anteriores.
Malasanta y su autor han
decidido hacer visibles a los desdeñados de nuestra sociedad. Habla claro y en
voz alta de situaciones totalmente actuales y flagrantes que se plantean a nuestro
alrededor pero que molestan y por tanto se ignoran.
Esta mujer que aúna en su
nombre lo que es en su vida real, va a golpear nuestras conciencias y,
seguramente, a revolvernos el estómago, paseando entre la podredumbre vestida
sola con su ingenuidad.
Merece la pena, y mucho,
atreverse a conocer a Malasanta. Dejará huella en nuestras conciencias.
© Julia de Castro
Mi otoño en libros
Octubre 2023
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