Me encantan las sopas.
Cualquiera de ellas.
La sandía. Nace en verano sobre la tierra.
Y cuenta la leyenda que un
emperador de Vietnam adoptó a un niño que fue rescatado en el mar. Con el
tiempo aquel niño se convirtió en un hombre muy inteligente y trabajador. Por
desgracia despertó muchas envidias y el emperador lo envió a una isla desierta.
Allí se tuvo que construir su propio refugio, cavar un pozo para obtener agua
fresca, aprender a pescar y cazar para alimentarse. Una mañana de mucho calor
encontró una fruta verde tan grande y redonda como un balón, cuando probó su
jugosa pulpa roja se emocionó y guardó las semillas para sembrarlas.
Al cabo de unos meses
brotaron de la tierra frutas verdes, redondas y grandes. Tomó unas cuantas y
talló el nombre de la isla y el suyo propio y las arrojó al mar. Unos marineros
encontraron las frutas flotando en el agua. Los comerciantes con su vista de
águila hicieron de la isla el territorio más próspero de todo el imperio. El
emperador se dio cuenta que se había dejado engañar, que se había dejado llevar
por las envidias de quienes lo rodeaban y decidió reparar su error, trayendo a
su lado a ese hijo tan inteligente y trabajador.
La remolacha. Nace en invierno por debajo de la tierra.
El uso más común de este
vegetal, es cocida, pero también tiene otras utilidades la extracción de azúcar
y su utilización como colorante, el E162, rojo remolacha.
El desarrollo de la remolacha
azucarera se remonta a mediados del siglo XVIII en Silesia, donde el rey de
Prusia subvencionó experimentos destinados para la extracción de azúcar. Se
introdujo pronto en Francia, donde Napoleón ordenó el cultivo de la nueva
remolacha azucarera. Esto fue en respuesta a los bloqueos británicos del
comercio de azúcar de caña durante las Guerras Napoleónicas
En España tenemos un Museo de
la Remolacha Azucarera, el único en el mundo, y se encuentra en Alfambra,
Teruel.
Habrá
que visitarlo.
Ingredientes:
1
remolacha cocida
750
gramos de sandía cortada en trozos
1
taza de zumo de una naranja
Zumo
de un limón
Agua
fría al gusto
Sal
(requiere muy poca)
Adornar con alguno de estos
ingredientes:
Yogur
natural
Nata
líquida
Perejil
Menta
Preparación:
Trituramos todo en una
licuadora para que nos quede una mezcla muy fina. Ponerla en un recipiente de
cristal y a la nevera.
Servir y adornar.
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