Olalla
y Hugo son dos hermanos a los que, las dificultades que nos pone la vida en el
camino, han mantenido siempre unidos hasta que, en un determinado momento, algo
cambia en Hugo y se vuelve huraño, maniático y algo lejano. Tanto la familia
como los amigos terminan por acostumbrarse a ese extraño comportamiento,
algunos lo aceptan como natural y otros, como Olalla, inmersos en la vorágine
de la vida cotidiana, trabajo, hijos, pareja, problemas, dejan de hacerse
preguntas.
Todo
cambia cuando Hugo comienza a tener síntomas graves de una extraña enfermedad
de la que él no habla con nadie. La realidad de una dolencia grave obliga a
tener que mirar a la cara a un pozo oscuro del que nadie habla.
La
novela comienza con Hugo hospitalizado en estado crítico y Olalla, que no se ha
apartado de su lado en semanas, desaparecida cuando sale a hacer una visita
ineludible de trabajo. Desde ese momento, la autora va y viene, desde noviembre
de 1996, hacia el pasado para que nos hagamos una idea clara de cómo han
llegado los personajes hasta aquí.
Es
una historia en la que nos asomamos a los sentimientos que pueden provocar una
horrible enfermedad de la que se desconocía todo y sobre la que han planeado
multitud de prejuicios y rechazo social. La autora nos muestra como cada
personaje se enfrenta con la dura situación y las diferentes reacciones.
También
es un relato de amor, amistad, familia y generosidad, la de Hugo que,
conscientemente, se aparta de los que quiere y se niega cualquier relación que
pueda suponer intimidad para no ponerlos en peligro y todo ello en silencio y
sin concederse la oportunidad de descargar sus miedos, sus sentimientos de
culpa, la angustia o las dudas, con los que tiene alrededor en su afán de que
nadie sufra por él.
En
definitiva, es una lectura muy recomendable sobre una parte de nuestra historia
reciente y la respuesta de la sociedad en general al enfrentarse con ella.
© Julia de Castro
Mi otoño en libros
Octubre 2023
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