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miércoles, 23 de julio de 2025

Julia de Castro: El amante bilingüe de Juan Marsé


 


 

Extraña historia, esta que nos ofrece Juan Marsé, plagada de sátira e ironía, en la que creo que es un maestro, sobre cuestiones sociales y lingüísticas de una sociedad y un tiempo bien determinado.

Juan Marés, catalán pobre, consigue el premio gordo cuando logra casarse con Norma, una mujer criada en la alta burguesía catalana y con ciertas debilidades por hombres que no pertenecen a su esfera social y con acentos de sur y de la que está perdidamente enamorado.

A Marés se le viene el mundo encima una tarde de noviembre del 75, cuando descubre a su idolatrada esposa en la cama con un limpiabotas con gracejo andaluz y, sin más explicaciones, la mujer lo deja plantado, eso sí, en el piso que comparten en el famoso edificio Walden-7 del arquitecto Ricardo Bofill, propiedad de su adinerada familia, y que con el transcurrir de los años va viendo deteriorarse su inconfundible imagen al igual que le va a ocurrir a nuestro protagonista, poco a poco se va sumiendo en la desesperación, mientras pasa sus días por las calles barcelonesas ganándose muy bien la vida como músico callejero mientras va tramando su disparatado plan para recuperar a Norma;

Conocedor de las inclinaciones amorosas de su amada, la misma que trabaja en el Plan de Normalización Lingüística de la Generalitat, el catalán desastrado se hace pasar por un charnego murciano y decidido: Faneca, todo lo contrario a Marés, para volverla a conquistar. La increíble fantasía que propone El amante bilingüe se torna muy real cuando la caracterización física va dando paso a un cambio radical en la personalidad pusilánime y apocada del protagonista, que termina por convertirle en el personaje imitado y, por tanto, en el polo opuesto a su propio personaje.

Es una novela llena de guiños y duplicidades, plagada de situaciones absurdas y disparatadas a través de las que, Juan Marsé, nos hace reflexionar sobre algunos temas que siguen muy vigentes. No hay que olvidar sus propias palabras: "Soy un catalán que escribe en lengua castellana. Yo nunca vi en ello nada anormal. Y aunque creo que la inmensa mayoría comparte mi opinión, hay sin embargo quien piensa que se trata de una anomalía, un desacuerdo entre lo que soy y represento, y lo que debería haber sido y haber quizá representado".

© Julia de Castro

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