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jueves, 22 de noviembre de 2012

Marme: Un paseo en la noche




¡Qué desgracia! Pensaba mientras caía y recorría los trece pisos que separaban su balcón del asolado del patio de vecinos. No tuvo tiempo de más. Ni de ver pasar su vida, como todos dicen que ocurre en esos angustiosos minutos previos al desenlace. Se estrelló sin remedio con un estruendo seco de huesos rotos.
Los vecinos se fueron asomando uno a uno. Primero con sorpresa, luego con terror y en cuestión de segundos, la tranquilidad de la noche se convirtió en un frenesí de idas y venidas, gritos de desesperación y llamadas de móvil.
Cuando llegó la policía, todo el inmueble bullía en conversaciones alteradas. Se hablaba de suicidio, de un desengaño amoroso, de problemas económicos, tal vez. Hubo alguien que insinuó un robo con violencia pero rápidamente fue descartado por los agentes que registraron el piso.
Su muerte, a las dos de la mañana y en pijama, era un gran enigma para sus vecinos. Fue su madre, que al llegar bañada en lágrimas, desveló el misterio:
-Una vez de niño se cayó por el hueco de la escalera en uno de sus paseos nocturnos -informó entre sollozos. En aquella ocasión el accidente se saldó con dos huesos rotos. Esta vez no ha tenido tanta suerte.






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Un paseo en la noche por Marme   





                                

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