Vista de Chinchón |
Localidad perteneciente a la
comunidad madrileña y a tan solo cuarenta y cuatro kilómetros de Madrid. Se
encuentra entre los altos del páramo y las fértiles vegas del Tajuña, cuya
condición geográfica propició los asentamientos humanos desde épocas remotas.
Los restos más lejanos pertenecen al Neolítico y junto a “El Salitral”, se
encontró un poblado posiblemente íbero o celtíbero.
El castillo renacentista fue levantado
en el siglo XV y en 1475 los Reyes Católicos lo cedieron, junto con sus
tierras, a los marqueses de Moya, don Ándrés Cabrera y doña Beatriz de
Bobadilla, al concederles el señorío del lugar. Chinchón se convirtió en
mayorazgo con Juana I en 1505 y Carlos I dio a sus titulares el título de
condes en 1520.
Condesa de Chinchón Goya |
El castillo fue residencia de los
condes de Chinchón durante doscientos años. Robusto y muy horizontal, su
aspecto responde a las características propias de la arquitectura renacentista.
Tiene dos cuerpos cuadrangulares imbricados, que forman una planta rectangular,
con esquinas rematadas en torres cilíndricas. Está construido en mampostería
caliza concertada, con rellenos de argamasa y piedras. Los vanos y molduras
están realizados en sillería, salvo la puerta de acceso, levantada parcialmente
en sillarejo. En esta se exhibe el blasón de los condes de Chinchón, enmarcado
por sillares almohadillados. Pese a las vicisitudes históricas ha llegado a
nuestros días y hoy forma parte del Conjunto Histórico-Artístico de Chinchón,
desde 1974.
El amplio templo de Nuestra Señora de
la Asunción, domina desde un plano superior a la Plaza Mayor. Tras muchos
avatares la Iglesia actual es una gran reconstrucción que combina los estilos
gótico, plateresco, renacentista y barroco. Cabe destacar el cuadro de
Francisco de Goya dedicado a su titular, por encargo de su hermano Camilo,
capellán de los Condes. Esto fue en 1812.
Torre de la Iglesia de Ntra. Sra. de Gracia |
La torre del reloj formó parte de la
antigua iglesia parroquial de Nuestra Señora de Gracia, construida en el siglo
XV. Fue restaurada mucho tiempo después de que los franceses destruyeran todo
el conjunto, pero no así la iglesia. Hay un dicho: “Chinchón tiene una torre
sin iglesia y una iglesia sin torre” ya que la contigua y actual iglesia de la
Asunción carece de ella.
La Plaza Mayor de Chinchón constituye
uno de los ejemplos más característicos en la tipología de plazas porticadas de
Castilla y es el corazón de esta Villa, a la que se le otorgó el título de Muy
Noble y Muy Leal en reconocimiento a su fidelidad en la guerra de Sucesión.
Tiene forma irregular, con inmuebles
de tres plantas que se abren hacia la plaza con galerías adinteladas sobre pies
derechos de madera con zapatas y con soportales en la planta baja, donde se
conservan numerosas columnas de piedra de orden toscano.
Plaza e Iglesia |
Madoz, en 1847, hace una concisa
descripción de la plaza: “…en el centro de la población de figura oblonga y
bastante llana, en lo antiguo para evitar la inundación de las aguas que
descienden de los cerros que la circundan por el norte, este y sur se
construyeron dos grandes alcantarillas subterráneas embovedadas de mampostería
por donde se da salida a las aguas sin ser vistas, hasta muy distante de dicha
plaza, en esta y en su lado sur y oeste, hay dos soportales con columnas de
piedra blanca, sobre las que están fabricadas las casas que sirven de tiendas
de comestibles y la de ayuntamiento y carnicería con dos o tres órdenes de
balcones o corredores de madera que sirven de vistas para las funciones
públicas y corridas de novillos; en el lado del este hay una fuente de agua
gruesa con dos abundantes caños que recibe un pilar cuadrado bastante grande
para abrevadero de caballerías. Otra también con dos caños y aguas gruesas
entre el este y oeste con un lavadero de piedra”.
Entre los edificios que forman la
plaza encontramos el del Ayuntamiento, construido en el primer tercio del siglo
XVI en el solar de unas casas adquiridas en 1499, a Juan Tinajero, vecino de
Illescas. Este edificio presenta además galería en las dos plantas superiores,
convertidas así en privilegiados palcos para presenciar los festejos taurinos.
La portada de piedra, fue colocada en 1863, fecha que aparece en su clave.
El antiguo Concejo de Chinchón se
reunía a toque de campana en el pórtico de la Iglesia de Santa María de Gracia,
debajo de un álamo.
Bajo los soportales de esta plaza se venden
los famosos ajos y el anís de Chinchón.
El ajo de Chinchón es blanco, de
cabeza mediana, compuesta por apretados dientes que son largos, estrechos y
rosáceos, de textura firme. Su sabor es fuerte y picante. Se recoge en verano y
se siembra entre noviembre y diciembre. Tiene la virtud de convertir un huevo
frito en un plato especial.
El anís de Chinchón con olor y sabor
limpio, intenso y franco a anís destilado, puede ser:
- Dulce, con una graduación del 35%, ideal
para cocinar. Cálido y dulce al paladar.
- Seco, con una graduación del 43%,
sin azúcar.
- Seco especial, con una graduación
74%, sin azúcar.
El primer convento de los Agustinos
Calzados fue fundado a finales del siglo XV, por los primeros condes de
Chinchón, tras diversos usos, actualmente alberga el Parador Nacional de
Turismo.
El convento de las Clarisas fue
fundado en 1653 por el V conde de Chinchón.
Chinchón ha sido escenario de
numerosas películas. En 1955 se rodó “La vuelta al mundo en ochenta días” con
David Niven, Mario Moreno “Cantinflas”, Shirley MacLaine, entre otros muchos. A
Cantinflas en el ruedo le acompañó Luis Miguel Dominguín. Fue bien recibida por
la crítica recibiendo cinco premios Óscar, incluyendo mejor película y dos
Globos de Oro. Aún se recuerda con orgullo la participación de muchos chinchonetes como extras, que en aquellos
años difíciles fue un pellizco para su economía. Hay quien pudo comprarse el
ajuar de novia gracias a su participación en esta película.
El actor José Sacristán nació en la
plazuela del Pozo en Chinchón, en 1937. Trabajó en el Teatro Lope de Vega de
esta Villa en la obra de Adolfo Marsillac “Yo me bajo en la próxima ¿y usted?”.
Entre otros muchos galardones, en 2012 obtiene su primer Premio Goya por su
papel en la película “El muerto y ser feliz” de Javier Rebollo, por la que
también recibe su segunda Concha de Plata en San Sebastián.
Teatro Lope de Vega |
El teatro Lope de Vega fue construido
por la Sociedad de Cosecheros en 1891. En este Palacio escribió y firmó la
comedia “El Blasón de los Chaves de Villalba” el insigne autor, de ahí su
nombre. Tiene un aforo para cuatrocientas personas.
Chinchón mantiene vivas sus
tradiciones. En Semana Santa más de doscientos cuarenta vecinos intervienen en
La Pasión, el Sábado Santo; con gran entusiasmo. Soy testigo de que, Simón de
Cirene que fue, según los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas, la persona que
ayudó a Jesús a llevar su cruz hasta el Gólgota, donde luego sería crucificado,
es un vecino de Chinchón que desde comienzos de enero se deja la barba crecer
para ser cada año quien ayude al Señor. Es una representación dotada de gran
sencillez desde sus comienzos, y hoy es, una de las manifestaciones religiosas
con más popularidad de toda la comarca.
A finales de marzo o primeros de
abril tienen lugar las fiestas del Anís y el Vino. Por esas fechas, arriba o
abajo, la Semana Santa. El 25 de julio se celebra el primer encierro del año.
Del 12 al 18 de agosto las Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora de
Gracia y San Roque. En octubre se celebra desde 1923 un Festival Benéfico
Taurino, una semana después de este evento se celebran las Fiestas del Ajo. Y
muchas más pues si le atrae la gastronomía, saldrá pero que muy
satisfecho.
No hay excusa para no visitar
Chinchón.
Vista de Chinchón |
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