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jueves, 14 de marzo de 2013

Paseos por Madrid: La plaza de la Cebada

La Feria de Madrid en la plaza de la Cebada.
Manuel de la Cruz Vázquez 1770-1780
Museo del Prado


Tres cosas tiene Madrid que no las tiene La Habana: El Palacio, el Buen Retiro, la plaza de la Cebada.

Tiene mucho renombre y tradición por ser uno de los núcleos urbanos tradicionales del viejo Madrid. Se encuentra en La Latina con un teatro que lleva el nombre del barrio. La plaza se sitúa entre las calles de Toledo, Cebada, Humilladero y la plaza de Puerta de Moros.

El nombre de la Cebada le viene por ser el lugar de venta de cereales, los labradores de las cercanías de Madrid traían el grano y después de dar una parte para las caballerizas del rey, el diezmo al cura de San Andrés, una porción al sacristán de San Pedro, por tocar la campana milagrosa que alejaba los nublados, la limosna para la Virgen de la Almudena, vendían el resto.

Cuenta Fernández de los Ríos que esta calle y plaza se llamaron antes del “Viento”. En la esquina de la calle de Toledo estaba el Hospital de la Concepción, llamado de La Latina, por su fundadora en 1502, doña Beatriz Galindo, profesora de latín de Isabel La Católica. Fue el más importante de Madrid en aquellos tiempos. Se derribó a finales del siglo XIX para ampliar la calle Toledo.

La plaza fue lugar destinado oficialmente para las ejecuciones de reos condenados por la justicia. No solo el legendario Luis Candelas, asesinos y ladrones fueron ahorcados en la Cebada, también muchos políticos por sus ideas liberales, como ocurrió con el general Rafael de Riego que fue colgado en la horca, el 7 de noviembre de 1823.

El mercado de la cebada es uno de los mercados de abastos más grandes de Madrid. Desde el principio tuvo vocación comercial; fue sitio de trueque, del arte del tira y afloja. Más tarde se instala el primitivo mercado con su bella estructura metálica, de cierta influencia francesa que duró casi medio siglo de historia. En aras del progreso, la piqueta demolió el entrañable edificio. En 1962 un nuevo mercado. Los cambios en las costumbres de compra dan lugar a un reacondicionamiento. Así el mercado actual posee dos plantas de uso comercial, otra de almacén y otra de aparcamiento. Seis cubiertas abovedadas de color rojo cierran el edificio. 

Los tiempos cambian pero sin duda los mercados siempre tendrán alguna virtud: alcachofas, endivias, besugos frescos, chuletas de cordero.
Plaza de la Cebada con el Mercado al fondo




Fuentes:
. Cabezas, Juan Antonio: Diccionario de Madrid. Compañía bibliográfica española, S.A. Madrid-1968
. Cela, Camilo José: Madrid. Ediciones Alfaguara, S.L. Madrid-1966
. Azorín, Francisco: Leyendas y anécdotas del viejo Madrid. Editorial Avapiés, S.A. Madrid-1985

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