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viernes, 29 de noviembre de 2013

Robert Capa (octubre de 1913 – mayo de 1954)


 
Robert Capa




Se cree que fuera el más famoso corresponsal gráfico de guerra, del siglo XX.

Nació en Budapest, de familia judía. Su nombre Endre Ernö Friedmann.

A los dieciocho años abandona Hungría y se establece en París como reportero gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente Popular. Allí conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro, su compañera. Es cuando se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamericano, Robert Capa. Este seudónimo fue utilizado indistintamente por los dos, lo que ha dado origen a una polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus fotografías más relevantes.

Unos retratos de Trotski le dan el primer empujón. Se traslada a España.
Muerte de un miliciano

Su instantánea más conocida la realizó durante la guerra civil española: “Muerte de un soldado republicano”, tomada en Cerro Muriano, en el frente de Córdoba, el 5 de septiembre de 1936. Hay una gran controversia sobre si es una imagen real o un montaje. Su compañera Gerda muere en Brunete, atropellada por un tanque.

Desde 1941 hasta 1945 trabajó como corresponsal de guerra cubriendo la Segunda Guerra Mundial. Captó algunos de los grandes momentos de la historia moderna como, el desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944, en la playa Omaha, nombre dado para la operación; la liberación de París; el nacimiento de Israel en 1948 y la guerra de Indochina.

Popularizó una frase: “Si la foto no es buena, es que no te has acercado lo suficiente”.

En 1947 fundó con otros colegas la agencia de fotografía Magnum Photos, la primera agencia de fotógrafos independientes y un verdadero banco que guarda miles de imágenes, de lo más importante en el mundo, desde la Segunda Guerra Mundial. Su legado es de unos setenta mil negativos. Testimonio visual reunido en veintidós años, no solo de escenarios de guerra sino también del mundo artístico. Sus fotografías son atrevidas, anteponiendo el drama, el momento, el instante. El espectador se siente involucrado por la gran humanidad de sus imágenes, su fuerza incomparable. Quizá por ello, hoy, se han convertido en iconos de la lucha, la resistencia y la dignidad humana frente al sufrimiento.

Robert Capa, máquina en mano, acompañando una expedición del ejército francés durante la primera guerra de Indochina, resultó herido mortalmente al pisar una mina, el 25 de mayo de 1954.


Se convirtió en leyenda.

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