Se cree que
fuera el más famoso corresponsal gráfico de guerra, del siglo XX.
Nació
en Budapest, de familia judía. Su nombre Endre Ernö Friedmann.
A
los dieciocho años abandona Hungría y se establece en París como reportero
gráfico en la revista Regards para cubrir las movilizaciones del Frente
Popular. Allí conoce a la fotógrafa alemana Gerda Taro, su compañera. Es cuando
se inventan el nombre de un supuesto fotógrafo norteamericano, Robert Capa.
Este seudónimo fue utilizado indistintamente por los dos, lo que ha dado origen
a una polémica sobre quién de los dos tomó en realidad algunas de sus
fotografías más relevantes.
Unos
retratos de Trotski le dan el primer empujón. Se traslada a España.
Muerte de un miliciano |
Su
instantánea más conocida la realizó durante la guerra civil española: “Muerte
de un soldado republicano”, tomada en Cerro Muriano, en el frente de Córdoba,
el 5 de septiembre de 1936. Hay una gran controversia sobre si es una imagen
real o un montaje. Su compañera Gerda muere en Brunete, atropellada por un
tanque.
Desde
1941 hasta 1945 trabajó como corresponsal de guerra cubriendo la Segunda Guerra
Mundial. Captó algunos de los grandes momentos de la historia moderna como, el
desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944, en la playa Omaha, nombre dado
para la operación; la liberación de París; el nacimiento de Israel en 1948 y la
guerra de Indochina.
Popularizó
una frase: “Si la foto no es buena, es que no te has acercado lo suficiente”.
En
1947 fundó con otros colegas la agencia de fotografía Magnum Photos, la primera
agencia de fotógrafos independientes y un verdadero banco que guarda miles de
imágenes, de lo más importante en el mundo, desde la Segunda Guerra Mundial. Su
legado es de unos setenta mil negativos. Testimonio visual reunido en veintidós
años, no solo de escenarios de guerra sino también del mundo artístico. Sus
fotografías son atrevidas, anteponiendo el drama, el momento, el instante. El
espectador se siente involucrado por la gran humanidad de sus imágenes, su
fuerza incomparable. Quizá por ello, hoy, se han convertido en iconos de la
lucha, la resistencia y la dignidad humana frente al sufrimiento.
Robert
Capa, máquina en mano, acompañando una expedición del ejército francés durante
la primera guerra de Indochina, resultó herido mortalmente al pisar una mina,
el 25 de mayo de 1954.
Se
convirtió en leyenda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario