Mesa presidencial |
Érase
una vez… no, no os vengo a contar el cuento de “Blancanieves” de los Hermanos Grimm, ni el “El patito feo”
de Andersen, ni “Caperucita Roja” de
Perrault. No. Os vengo a hablar de un deseo hecho realidad. El sueño de un
grupo de antiguos alumnos salesianos, que imaginaron un mundo más justo y
solidario a través de la población más vulnerable: la infancia y la juventud…
En
este año se cumple el vigésimo quinto aniversario de aquel hecho. Grandes
acontecimientos, grandes cambios hemos tenido pero, lo que no ha cambiado es el
fondo, la esencia de todo lo que crearon aquellos antiguos alumnos cuando
comprendieron que los hombres tienen en sus manos, el poder para abolir toda
forma de pobreza.
Pregón 25º Aniversario de Jóvenes y Desarrollo |
Habrá
quien piense que esto es una exageración, que labor tan ímproba, es imposible.
La mayoría de nosotros conocemos esa famosa frase de Nelson Mandela, tan
repetida en estos últimos meses: Todo
parece imposible hasta que se hace.
Nada
es fácil… es verdad. Pero a las metas se llega si nos lo proponemos.
Mucho
se ha hecho pero queda mucho más por hacer.
Creo
que podemos darnos el lujo de ser optimistas porque con veinticinco años se
tiene fuerza, experiencia y capacidad.
Por
eso estamos de enhorabuena.
Margaret
Mead, una antropóloga cultural estadounidense,
dijo en una ocasión:
“No dudéis de la
capacidad de solo un grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos para
cambiar el mundo. De hecho siempre ha sido así”.
Todos
nosotros somos los herederos de aquellos pioneros. Cada uno con su esfuerzo,
desde su lugar de trabajo, aporta su granito de arena…
Trabajamos…
para que muchos niños y jóvenes en el mundo tengan derecho a una formación…, en
Programas de Desarrollo Rural para que las comunidades más desfavorecidas
tengan acceso al agua potable…, en la búsqueda de alimentos para concienciar
sobre la trágica situación del hambre en el mundo.
Trabajamos…
en ese primer gran proyecto llamado “Iniciativa Solidaria”…, en ese segundo
gran proyecto de Educación para el Desarrollo, llamado “Aulas en Acción”. Más
de trecientos docentes y tres mil jóvenes han participado en este innovador
proyecto...
Trabajamos…
para todos aquellos que nos necesitan, no solo por el hecho de ayudar, sino
porque es justo que se haga. Es necesaria una sociedad equilibrada.
Durante
estos veinticinco años hemos llevado a cabo más de mil doscientos proyectos de
Cooperación al Desarrollo, de los que se han beneficiado unos tres millones de
chicos y chicas…
Me
viene a la mente una frase del político y poeta cubano José Martí:
Saber leer es saber
andar, saber escribir es saber ascender.
Eso
es importantísimo a nivel individual pero, hay otra máxima de gran
trascendencia:
La educación hace a los
pueblos fáciles de guiar y difíciles, de conducir.
Pensemos
sobre ello y sintámonos orgullosos de lo que hacemos en la Fundación Jóvenes y
Desarrollo, miembro fundador de la Red Don Bosco Network.
En
España estamos presentes, por supuesto, pero también hemos echado a andar y nos
encontramos con Proyectos de Desarrollo en América Latina, en África subsahariana,
en Asia, en Oceanía…
La
mayor riqueza de nuestra Fundación la tenemos en nuestros voluntarios que no
han dudado en darnos etapas de su vida, de su tiempo, de sus vacaciones. Con su
esfuerzo, su entrega, su saber hacer, nos ayudan en esa labor que supone
superar la pobreza, superar el hambre, conseguir que los derechos humanos
alcancen a todos… y podemos decir con orgullo que 803 voluntarios han trabajado
gratuitamente en los países más pobres.
Todas
estas actividades han sido realizadas no solo en la Sede Central de Madrid,
sino también en las diversas Sedes Regionales y Delegaciones Autonómicas que
han ido surgiendo a lo largo de estos 25 años…
En
toda tribu que se precie, debe haber pocos Jefes y muchos indios. Jóvenes y
Desarrollo desde sus comienzos ha tenido cuatro Presidentes, seis Secretarios
Generales, veintisiete miembros de la Junta Directiva y del Patronato, al
frente de cinco mil cien colaboradores…
Jóvenes
y Desarrollo es miembro de la Organización no gubernamental para el desarrollo
de España, con la que ha suscrito su “Código de Conducta” y ha superado
satisfactoriamente la auditoría sobre “Transparencia y Buen Gobierno”. Ostenta
la calificación de ONGD especializada en Educación, por parte de la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), además de la acreditación
como “ONGD calificada como Ordinaria” lo que posibilita acciones de desarrollo
en otras áreas además de la educativa. Esta acreditación ha sido otorgada hasta
la fecha a tan solo 50 ONGD de toda España y nos habilita a firmar Convenios
con AECID para llevar acciones de Cooperación al Desarrollo plurianuales y de
gran impacto en los países en los que cooperamos.
Como
no podía ser menos, a lo largo de estos años, hemos recibido calificaciones y
reconocimientos. Uno de ellos lo hemos recibido el pasado año, se trata de la
“Undécima Edición de los Premios Ciudadanos”, por nuestro compromiso con el
Derecho a la Educación. Otros nos vienen desde la República Dominicana, el
Consejo Nacional para las Comunidades Dominicanas en el exterior, ha reconocido
nuestra labor a favor de la infancia y la juventud. Desde Honduras, la
Institución Salesiana, reconoce nuestro continuo apoyo a la formación de
jóvenes con escasos recursos. También desde Quetzaltenango, Guatemala, el
Centro de Formación Profesional D. Bosco nos brinda un reconocimiento por la
Formación Técnica de jóvenes del área rural. Y como a nadie le amarga un dulce;
nos satisface y nos llena de orgullo que nuestra labor sea reconocida y
valorada.
Nada
de lo que hasta aquí hemos dicho se hubiese podido hacer sin la implicación
directa y ayuda constante de la Agencia Española de Cooperación Internacional
al Desarrollo (AECID), nuestra principal financiadora en estos veinticinco años.
También contamos con la colaboración de entidades públicas y privadas, con las
Comunidades Autónomas y Ayuntamientos de grandes y pequeñas ciudades, con la
contribución de personas conocidas, con las anónimas, con la de aquellos que
con gran esfuerzo, comparten lo poco que tienen. Todos ellos han depositado su
confianza en nuestro trabajo y queremos decirles, a todos, lo importantes y lo
necesarios que son, porque en su conjunto: estamos construyendo un mundo mejor.
Cada
uno de nosotros, desde su parcela, debemos sentirnos orgullosos de lo que
hacemos aquí, en la Fundación Jóvenes y Desarrollo, porque como bien decía Don
Bosco:
Dios nos ve
Marieta, muy buen discurso.
ResponderEliminarMe alegra que te guste. Un beso.
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