“Pontem
Perpetvi Mansvrvm in secvla mvndi”
“Este
puente durará mientras dure el mundo.”
Esta frase está grabada en el
dintel del templo situado en la margen izquierda del puente.
El
puente romano de roca granítica construido entre los años 104 y 106, cruza el
río Tajo, en la localidad cacereña de Alcántara. Qantarat as-Saif fue su nombre
árabe y significa: Puente de la Espada.
… La gente de la ciudad contaba una
leyenda sobre esa espada…, muchos siglos atrás, Rodrigo, el rey godo de Toledo,
había llegado huyendo de los moros a Alcántara donde murió por una traición. Su
cadáver fue llevado a Viseu y enterrado allí. Pero su espada fue colgada del
arco más alto del puente, a una altura inalcanzable desde el río. Allí había
sobrevivido a los tiempos…
“El Puente de Alcántara” de Frank
Baer
Otra
versión señala:
…
sobre el puente hay una alta torre de
cuarenta codos de altura. En el remate de esta torre y entre sus sillares, hay
uno donde se halla embutida una espada de metal. Cuando se intenta tirar de la
espada solamente sale unos tres palmos y
no se la puede extraer más. Cuando se suelta la espada, vuelve ella de nuevo a
introducirse rápidamente en su vaina.
Subida antigua Mezquita. Foto: Ángeles Alonso |
El
conjunto consta de tres elementos: puente, arco y templo. El puente tiene seis
arcos de desigual altura, que descansan sobre cinco pilares. Su longitud es de
181,7 metros y su ancho es de 8,6 metros.
En su centro hay un arco de triunfo llamado de Trajano que tiene una
altura de diez metros.
A
los pies del puente está el templete romano dedicado a Cayo Julio Lacer, aquí
enterrado. Fue cristianizado en la Edad Media con el nombre de San Julián. Debido a ello se le añadió una espadaña y una
cruz apoyada sobre cuatro calaveras de granito.
Una
inscripción en el centro del puente indica que fue construido en honor al
emperador Trajano, nacido en Hispania. Otra inscripción nos dice:
Consagrado al emperador Nerva Trajano,
César Augusto, Germánico y Dacico.
Templo en la roca del Tajo lleno de
los supremos dioses y del César donde el arte se ve vencido por su propio
objeto.
Quizás la curiosidad de los
viajeros a quienes la novedad complace se pregunten quién y por qué lo hizo.
Lacer fue quien edificó este enorme
puente con su vasta mole, y rindió así honor y satisfacción a los dioses.
Quien construyó el puente y a la
vez dedicó los templos se redimió a sí mismo, a menos que los votos complazcan
por sí mismo a los dioses.
Lacer famoso por su divino arte,
hizo el puente destinado a durar por siempre en los siglos del mundo.
Él mismo levantó este templo a los
divinos Romuleos y a César.
Por ambas cosas, su obra es merecedora
del favor celestial.
Por
su situación fronteriza ha tenido una vida bastante agitada:
En
1213 fue parcialmente destruido por los musulmanes.
En
1475 en las luchas de Castilla y Portugal se salvó gracias a la gallardía de
Alfonso V, el rey portugués.
En
1543 Carlos I recompuso el punto desfigurando el perfil del arco central,
coronándolo de almenas.
En
1707, durante la Guerra de Sucesión, se destruye el arco de entrada de poniente.
En
1778 Carlos III lo mandó a restaurar.
En
1809, el segundo arco, fue destruido durante la Guerra de Independencia contra
las tropas napoleónicas.
En
1860 Isabel II lo reconstruye.
En
1969 para construir el embalse de Alcántara se procede a la reparación de una
de las pilastras.
Se
dice que el Puente de Alcántara sobre el río Tajo, no aparecía ante los ojos
hasta que no se había dejado atrás el último recodo del camino y su visión cortaba
el aliento a cualquiera.
Frank
Baer, periodista y escritor alemán, publicó “El puente de Alcántara” en 1961. Su
libro se ha convertido en un clásico. Es una de las novelas que mejor retratan
la España de las tres culturas. Comienza en 1064 y narra a través de un poeta
musulmán, un médico judío y Lope un escudero cristiano, el principio y el fin
de la tolerancia y convivencia pacífica entre las tres religiones. Se
encuentran en Barbastro más los caminos de los tres se separan y años después
el poeta es un gran visir y el escudero está enamorado de la hija del médico
judío, pero los sucesos de una noche infausta en el puente de Alcántara
hicieron de él una persona distinta. El famoso puente no aparece hasta algo más
de la mitad de la obra.
El
13 de agosto de 1924 se declara Monumento Nacional al conjunto arquitectónico
del Puente, el Arco de Triunfo y el Templo de Alcántara.
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