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lunes, 7 de julio de 2014

Mª Isabel Martínez Cemillán: El Casino de Madrid

Casino de Madrid
Fachada


                Casino, según la Real Academia es: “una sociedad de personas que se juntan en una casa aderezada a sus expensas para conversar, leer, jugar y otros esparcimientos y a la que se accede mediante presentación y pago de una cuota”. Es decir, una entidad con un amplio abanico de actividades, no solamente un lugar de juego.

El Casino de Madrid, una casi “elitista” y restringida sociedad, nace en 1836 durante la regencia de la reina María Cristina de Borbón en un convulso Madrid de frecuentes revueltas callejeras que no impide que cincuenta y seis hombres presididos por Mariano Téllez Girón, duque de Osuna , se reúnan en el piso principal del café Solito, cercano al Teatro Español, un local sencillamente decorado, con un ambiente tranquilo, simpático, alegre y tolerante, con la calidad de socios, aportando veinte reales (cinco pesetas) al mes, hay que destacar que dichos socios pertenecían a lo más elevado de la nobleza, política, letras y artes. Uno de los principales alicientes era que recibían diariamente toda la prensa española y alguna extranjera y que disfrutaban de una reducida, pero muy selecta, biblioteca.

                El éxito fue tan grande y tantas las solicitudes de nuevos socios que tuvieron que trasladarse al número 28 de la calle del Príncipe, ya con nombre propio, “Casino del Príncipe”, nombre que lució hasta 1878 en que el nuevo presidente, José de Reyna, lo denomina Casino de Madrid, nombre definitivo, aprobado por los sucesivos presidentes, Marqués de Salamanca, Conde de Peñalver, Natalio Rivas, general Aranda…

Los socios ya eran muchos, algunos tan destacados y entusiastas como Echegaray, Benlliure, conde de Romanones  que, deseaban tener un edificio propio y aprovechando que el Ayuntamiento remodelaba el centro de Madrid tirando viejas y ruinosas casas, compran dos en la calle de Alcalá y otras dos en la paralela trasera Aduana, las derriban y en el amplio solar resultante encargan a los arquitectos Salaberry y Esteve hagan los planos y levanten un edificio de seis plantas  y terraza, estilo entre modernista y romántico, suntuosamente decorado con exquisito gusto que se inaugura el 1 de octubre de 1910.

Entramos en el Casino tras atravesar la magnífica cancela de hierro forjado, amplio zaguán, escalera doble y precioso patio central “el corazón del Casino” del que arranca la modernista escalera por la que se accede a, entre otros notables salones, al “Salón Real”, preciosamente decorado con pinturas de Salas y Plá y cuatro enormes lienzos firmados por Benedito, Nieto, Sotomayor y Romero de Torres, este último apasionado asiduo durante sus estancias en Madrid, regala el cuadro “Conjuro”, absolutamente  característico de su estilo, una hermosa mujer morena y misteriosa.
Casino de Madrid
Escalera de honor

                La “reducida biblioteca” inicial alberga ya más de cincuenta mil volúmenes y está ubicada en una sala neo-gótica, tan perfectamente ambientada que semeja la de un monasterio medieval, a su lado la Sala de lectura, preferida por los socios por la luminosidad que proporcionan los grandes ventanales que dan a la calle de Alcalá.


                Aquel antiguo Casino del “Café Solito”, ciento cuatro años después es un elegante casino ecléctico y variado, de más de tres mil asociados que disfrutan además, ¡cómo cambian los tiempos!, de piscina, sauna, acreditados restaurantes, “boite” y sala de fiestas, pero sigue conservando su mismo estilo culto, elegante selecto.









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