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martes, 3 de febrero de 2015

Mª Paz HorcajueloTorres: Érase una mañana

Otoño. Acuarela
Mª Paz Horcajuelo

Cada día por la mañana, llego sonriendo y contenta. Entrar en el patio, sentir el frescor y la luz  suave de las primeras horas, los rayos del sol incipientes penetrando entre las ramas de los árboles, como si me saludaran tímidamente; el color de las hojas, los trozos de cielo, la cara de los niños recién lavados y peinados, su mirada inocente, tranquilos a esta hora de la mañana, me infunden un bienestar indescriptible, después de haber salido momentos antes del túnel del horror:

El Metro a las 8 de la mañana, dentro del cual he podido sobrevivir a duras penas, durante cuarenta minutos algunos de ellos al borde del ahogo, sintiendo espaldas, hombros, codos, alientos, olores, presionándome… presionándonos,  con un hilo de oxigeno apenas respirable. Viendo los rostros duros, impertérritos, inexpresivos de los hombres y mujeres que se apiñan… nos apiñamos. Muros de soledad.

A partir de la Plaza de Castilla, se despeja el espacio,  quedamos pocos, hay asientos vacíos. Nos relajamos, ensanchando los cuerpos, como queriendo desparramarnos por fin  en el espacio recobrado. El tren se para… y se para… como si quisiera alargar el tiempo para borrar en las mentes de los habituales (currantes), el aprisionamiento anterior.

Al salir al exterior, subiendo la escalera, mis ojos buscan el cielo y las ramas de los árboles, amarillas y naranjas en otoño, es lo primero que se ve a través de las piernas de los que me preceden. Luego, al caminar por la calle, el aire frío del Norte de la ciudad, despeja mi cara y mis pulmones, procuro llenarme de aire y de la visión de los árboles y el cielo.

 Es un barrio humilde, casas pequeñas, techos blanquecinos, en el que  habitan familias de diversas etnias;  payos y gitanos de aspecto saludable.  El café en el bar de la esquina con gentes del entorno, vecinos;  hombres ajados, mujeres  apenas   peinadas,  el camarero delgado de pelo engominado, acogedor y galante. ¡Buenos días! Todos se conocen, todos se saludan. En  familia, desayunando churros y café con leche.

 Camino deprisa subiendo la cuesta, sus calles ajardinadas, los niños de la mano de la abuela. Saludos, sonrisas.  Estamos en un pueblo, a pesar de ser ciudad. Huele a pan caliente. No hay nada más bello y puro que la mirada de  los niños a las nueve de la mañana.

         El jueves celebramos el Día de la Paz. Por la mañana  me recibieron alegres, Paula me regaló tres canicas. Cada niño me dijo que me daría lo que más quería: una casa nueva, una princesa con príncipe, muchos coches de colores, un castillo…             
                                                                                                                                                                                
Callejeando. Acuarela
Mª Paz Horcajuelo
          








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2 comentarios:

  1. Coinciden en Mª Paz además de otras virtudes, dos conceptos que la permiten ver el mundo donde vivimos, sin cristales artificiales de colores, desde unas perspectivas diferentes a muchos de sus semejantes: el arte y la literatura. Ambas formas de ver e interpretar sensaciones, las anticipa a cualquiera de sus interlocutores pues sabe poner antes del cordial saludo una grata sonrisa. Si además de su forma personal de ser, luego sabe transcribir cómo sufrimos los usuarios del Metro madrileño, es mucho más de agradecer cuando toma los pinceles y nos recrea, entre óleos y acuarelas, esa paz y tranquilidad que el más sencillo ser humano merece por justa naturaleza. Como nuestros tiempos actuales no van por ahí, agobiados, abrumados entre prisas y exigencias, vienen bien poetas y artistas de su calidad para pararnos cuanto tiempo sea necesario… con tal de darnos un respiro. Gracias.

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  2. Son palabras gratas y bellas las que escribe Pedro Miguel Ortega en su comentario sobre el pequeño texto "Erase una mañana".. La opinión de un intelectual y gran escritor como Pedro me congratula y me emociona. Agradezco enormemente este comentario en lo que vale por la persona que lo escribe. Gracias compañero

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