Nace en Tornai en 1400. También se le conoce por Rogier de la Pasture, discípulo aventajado de Robert Campín, sintetizó el fuerte colorido y el gusto por el detalle del arte flamenco con la expresividad de los rostros y las composiciones perfectas del arte italiano.
Sus tres únicas obras documentadas:
Sus tres únicas obras documentadas:
El Descendimiento Museo del Prado (Madrid) |
El Descendimiento
(Museo del Prado, Madrid)
Está considerada como
la obra maestra de este pintor. Fue un encargo del gremio de los ballesteros de
Lovaina hacia 1445. Perteneció a María de Hungría, regente de los Países Bajos y hermana de Carlos I de
España. Durante el viaje de Felipe II a los Países Bajos conoció la obra y se
la compró a su tía. Esta obra vino a España en un barco que naufragó, gracias al embalaje, la pintura apenas sufrió daño. Así llega a estas tierras. Felipe
II la pone en el Palacio de El Pardo hasta que se la lleva a El Escorial.
En principio el cuadro
tenía puertas, por eso hoy no vemos espacio en los laterales. En el inventario
de recepción de obras en El Escorial así lo dice:
Una
tabla grande en que está pintado el Descendimiento de la cruz, con nuestra
Señora y otras ocho figuras, que tiene dos puertas, pintado en ellas por la
parte de dentro los quatro evangelistas con los dichos de cada uno con la
Resurrección, de mano de maestre Rogier, que solía ser de la reyna María [...]
que tiene de alto la tabla de en medio, por lo que toca a la cruz que en ella
está pintada, siete pies y de ancho diez pies escasos.
Fue objeto de numerosas
copias. Juan Fernández de Navarrete (el Mudo) creó dos alas o postigos en
grisalla que devolvieron a la obra su estado original como tríptico. Más tarde
dichas puertas se perdieron. Michel Coxcie hace una copia que en la actualidad se encuentra en El
Escorial.
Por lo tanto lo que hoy
tenemos es la tabla central de un tríptico que nos muestra a Cristo cuando es bajado de la
Cruz. La cruz Tau actúa como elemento de simetría con un sayón detrás. Las
figuras están encajadas en un espacio apaisado. José de Arimatea sostiene los brazos de Jesús vestido con túnica corta y cenefa adornada con perlas y rubíes. Las piernas las sostiene Nicodemo vestido con un manto bordado en hilo de oro y forro de piel. María Salomé, madre de Santiago el Mayor y San Juan
Evangelista, está al lado de su hijo, San Juan que está vestido con túnica roja acude a atender a la Virgen. Si tenemos la curiosidad de buscar los San Juan pintados por
Van der Weyden vemos que siempre es el mismo modelo. María de Cleofás, pariente
de la madre de Jesús, se cubre la cara llorando. A la derecha la Magdalena
consternada, es la figura más lograda en cuanto a la expresión del
dolor, se inclina con las manos juntas y los codos abiertos. La Virgen y Jesús están pintados en la misma posición, el tono blanco de
la piel muestra, el desmayo de la muerte, el desmayo del dolor. La tracería de los
extremos con unas ballestas pequeñitas en honor a los ballesteros. Los ropajes
y el claroscuro proporcionan los efectos lumínicos. Entre los detalles
minuciosos encontramos la barba de Cristo que es de hace tres días, desde que
fue prendido. Hace más humana la composición. Por abajo hay un pequeño
fragmento de paisaje, es hierba del monte Calvario, muy detallada. Una tibia a
los pies de María y una calavera junto a su mano.
El Calvario Monasterio de El Escorial (Madrid) |
El Calvario (El
Escorial, Madrid)
Felipe II compró el
cuadro a la cartuja de Scheut, en las afueras de Bruselas, instalándola de
forma provisional en su palacio de Valsaín. Van der Weyden la había pintado de
forma altruista para dicha Cartuja pues su hijo Cornelius profesó allí como
monje cartujo.
Es obra de enorme
tamaño, óleo sobre tabla de roble de la época final de Van der Weyden. Se dice
que es más fácil datar una tabla que un lienzo. Llama la atención su impactante
simplicidad. Solo una gama cromática: rojo y blanco. Tres lágrimas surcan el
rostro de Cristo.
En 1574 se describe en
el inventario de la primera entrega de obras artísticas a dicho monasterio y
dice así:
Una
tabla grande en que está pintado Christo nuestro Señor en la Cruz, con Nuestra
Señora y Sant Juan, de mano de masse Rugier.
Es la expresión más
refinada de las relaciones matemáticas y los sistemas geométricos que subyacen
en todas las composiciones. Cada cuadrado tiene la proporción 8:5, siendo la
proporción áurea los ocho cuadros en vertical y los cinco en horizontal.
Tríptico de Miraflores Gemäldegalerie, Berlín |
El Tríptico de
Miraflores (Berlín)
Esta obra perteneció a
Juan II de Castilla que la donó a la Cartuja de Miraflores en las afueras de
Burgos, el año 1445. Acabó en la Galería Real de Berlín en 1850, tras su robo
por el general Jean Barthélemy Darmagnac, en 1809, durante la invasión
napoleónica a España.
Juan de Flandes hizo
una copia que es muy similar pero de tamaño más reducido.
Pieza rígida organizada
en tres escenas: Natividad, Piedad, Resurrección de Cristo
En las tres obras, las
únicas documentadas, podemos ver la cruz de Tau, también llamada de San Antón,
que tiene forma de T. Corresponde a la última letra del alfabeto hebreo y a la
decimonovena del alfabeto griego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario