Medusa de la Cisterna Basílica de Estambul |
Al amanecer grillos y gallos
resuenan en mi mente, voces
de un canto olvidado
que llegan de lejos y aun no se borraron.
resuenan en mi mente, voces
de un canto olvidado
que llegan de lejos y aun no se borraron.
Estridencias disarmónicas
estereofónicas;
bullicios entre masas que no amasan
o ¿Quisieran amasar?
En algún lugar lejano se quedaron
y en mi mente quieren seguir golpeando.
Burbuja de plata,
Burbuja de plata,
pétalo de oro,
espuma de nácar.
Infantes ateridos, princesas descalzas.
Negro sobre negro.
Vientos grises envolviendo,
abrazando, estrechando.
Caminos de piedra, escalas de mármol.
Reino de disparates, Babel de confusión.
Grillos y gallos.
Sonrisa de perla, risa siniestra.
Incógnitas de verbo extraño.
Ataduras envolventes, doradas cadenas de
engañosas voluntades.
Prisiones del alma que cierran miradas.
Grillos y gallos quedan resonando
queriendo ser lejanos cantos olvidados.
© Mª Paz Horcajuelo Torres
Cantos Lejanos por Mª Paz Horcajuelo Torres se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Una vez más, Paz nos trae vida entre sus versos, porque como a tantos de nosotros, hay recuerdos
ResponderEliminaren nuestro interior imborrables. Juega muy bien con los metales preciosos, emparejándolos con infantes
y princesas… cuando resulta, ciertamente, que en la noche abres los ojos y no hay nada más que negro
sobre negro.
Entre líneas, Paz nos trae vientos y caminos; éstos me recuerdan el tiempo electoral que estamos soportando:
Reino de disparates, Babel de confusión… Además, sus personajes protagonistas son los grillos y los gallos; éstos depredadores de los primeros, que en su reducido tamaño agitan sus alas para anunciarse con
su vehemente crí-crí nocturno; pero de noche, cuando los gallos ya no están.
Ciertamente, cualquier sonrisa de perla se puede volver en una sonrisa siniestra, lo cual es una incógnita o una
atadura que te envuelve entre doradas cadenas. Más voluntad engañosa, ninguna.
Y así lo observa nuestra autora, las almas pueden convertirse en prisiones, mientras ciertos cantos quedan
lejanos y olvidados.
Muy bueno Paz…
Los comentarios de Pedro Miguel Ortega son siempre estimulantes, llenos de una desbordante creatividad, como buen escritor que es. Gracias por esas palabras tan eruditas y las alabanzas que pones en ellas.
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