Incluso para
los atenienses, la contemplación de la Acrópolis sigue resultando
impresionante, a pesar de que el tiempo, la guerra, los terremotos y la
contaminación han deteriorado la colina sagrada y su gran joya, el Partenón uno
de los monumentos más importantes de Occidente.
Desgraciadamente
muchos de los monumentos de la acrópolis han sido expoliados o destruidos a lo
largo de los años o se encuentran en
museos, por lo que han sido reemplazados con réplicas.
Columnas dóricas del Partenón |
Habitada desde
el neolítico, la Acrópolis (Ciudad alta) fue utilizada como fortaleza y lugar
de culto, y los arqueólogos creen que hubo un palacio micénico en la
cumbre. Posteriormente se construyeron
en ella varios templos en homenaje a la diosa Atenea. Tras la destrucción de los edificios por los
persas en el 480 a.C., Pericles puso en
marcha un ambicioso programa de reconstrucción que la transformo en una
magnifica ciudad de templos. En los
siglos siguientes fue utilizada como fortaleza militar por los sucesivos ocupantes
y los edificios fueron convertidos en iglesias, mezquitas, etc. Todas las
estructuras construidas por francos y otomanos fueron destruidas tras la
independencia. En 1687, los venecianos atacaron a los turcos y abrieron fuego
sobre la Acrópolis, lo que provoco una gran explosión que causó graves daños a
los edificios, debido que el Partenón era utilizado como polvorín.
Fachada del Erecteión. Carátides |
La Acrópolis
se extiende sobre unas tres hectáreas en un promontorio de aproximadamente ciento
cincuenta metros de altura. En el siglo
V a.C, conoce su apogeo con la construcción de la entrada monumental de los
Propileos, el templo de Atenas Nike, construido por Calícrates en el 420 a.C.,
el Partenón, situado en el punto más alto de la Acrópolis y el Erecteión, que se construyó en el lugar más sagrado,
donde se libró la batalla entre Atenea y Poseidón. Este golpeó el suelo con su tridente e hizo
brotar un manantial de agua, a lo que la
diosa respondió creando el olivo, por lo que los atenienses la declararon
victoriosa. Llamado así en honor de Heliconio, el mítico rey de Atenas, en él
se adoraba a Atenea, Poseidón y a Heliconio.
Las seis doncellas que sostenían el pórtico son las famosas Cariátides,
inspiradas en las mujeres de Caria. Las
sucesivas dinastías, incluso los emperadores romanos continuaron embelleciendo
la colina sagrada.
Vista del Partenón |
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