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miércoles, 29 de junio de 2016

Castillo de Bellver (Mallorca)

Vista aérea del castillo de Bellver (Mallorca(

Fortificación de estilo gótico mallorquín. Lo erigió el arquitecto Pedro Salvá, a principios del siglo XIV, por deseo de Jaime II de Mallorca.

Es uno de los pocos castillos de toda Europa de planta circular, −único en España− y el más antiguo de todos. Su estructura combina las necesidades palaciegas con elementos defensivos. Cuenta con un magnífico patio central donde se ve un brocal de cisterna que indica que en el subsuelo hay un gran aljibe para almacenar agua, todas las dependencias dan al patio mediante una galería de arcos góticos; tres torres redondas y cuatro garitones circulares.

Separada del cuerpo del edificio pero unida a él por un puente de arco ojival se alza la torre del homenaje, también de planta circular.
Torre del Homenaje

Todo ello está elevado sobre una plataforma a la que se llega atravesando un puente fijo sobre un foso y un puente levadizo sobre el contrafoso.

A ciento doce metros sobre el nivel del mar se puede contemplar la ciudad, el puerto, la sierra de Tramuntana y el Pla de Mallorca. Su nombre significa “Bella vista”.

Juan II de Mallorca estableció en él su corte, pero sus sucesores no quisieron vivir en él. Fue ocupado por Pedro IV de Aragón  cuando acabó con la independencia del reino de Mallorca. En él vivió Juan I de Aragón huyendo de la peste de finales del siglo XIV. Presenció escenas sangrientas durante la época de las Germanías de Mallorca. Se le preparó después para resistir los ataques de los turcos, más tarde sirvió de punto de reunión de condenados a galeras y durante dos años fue hospital de apestados.

Sirvió como cárcel para los prisioneros franceses de la batalla de Bailén, para presos políticos, el más famoso y el primero de ellos fue el ministro Gaspar Melchor de Jovellanos que no perdió el tiempo pues hizo la primera descripción del castillo, así como una descripción botánica y geológica del pinar circundante, fundando así el movimiento conservacionista del patrimonio; el general Luis Lacy que allí fue ejecutado en 1817, carlistas de la primera guerra y el general Arsenio Martínez Campos.
Lápida que recuerda el fusilamiento del General Lacy.

La torre del homenaje tiene unos quince metros de altura sobre la plataforma y su interior es basto y sombrío. La cámara inferior sin otra entrada que un agujero circular en la parte superior y que se obstruye con tapadera de piedra, constituía el más lóbrego de los calabozos.


Hoy, en él se ubica el Museo de Historia de la ciudad de Palma.

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